¿A qué niño no le gustan los coches? De peluche, de plástico o reproducciones en miniatura, todos los chicos tienen su colección privada de coches.
Al propietario de este dormitorio le gustan tanto que, al plantearse cómo decorarla, la interiorista Olga Gimeno de Bona Nit la diseñó casi como un box de Fórmula 1. La habitación no era demasiado grande, por eso adosó los muebles a las paredes, dejando el máximo espacio libre en el centro, un rincón perfecto para jugar a las carreras.
La zona de escritorio se solucionó con un mueble compacto que incluye la mesa y dos librerías a lado y lado. Con apenas 30 cm de profundidad, ofrecen mucho espacio de almacenaje pero no restan metros a la habitación.
Todo el mobiliario –incluso el mueble de la cama, también diseñado a medida y lacado en un blanco roto que potencia la luminosidad– cuenta con cajones que ayudan a mantener el orden y, cómo no, a tener clasificados los coches.