A pesar de que aquí duermen cuatro chicas, la habitación no es agobiante. Bárbara Chapartegui ha diseñado unas literas colgadas de cuerdas de roble natural, robustas pero ligeras, que dan calidez y luz. Como el papel y la ropa de cama, que también decora sin recargar, al contrario: su estampado pequeño y con toques rosas y verdes es refrescante y divertido.