Su tía, la interiorista Ana Parés Canadell, del Estudio-Taller D'abril, se encargó de crear para ellos un espacio del que raras veces quieren salir porque lo tienen... ¡todo! Dormir juntos les encanta, de ahí que Ana proyectara un rincón donde ubicar 5 camas (por si se queda algún amigo a dormir).
El conjunto de literas, hecho a medida por D'abril, es como un tetris. Cada cama cuenta con su repisa para dejar cuentos y las inferiores se completan con cajones para guardar ropa. Un arrimadero de madera protege la pared y da calidez, necesaria en esta habitación de techos altos.
Mucho para guardar
Aquí no falta el espacio pero tres niños hacen que cada centímetro cuente. Por ello, el banco con cajones se hizo a medida para aprovechar todo el bajoventana e incluso se ideó una parte ventilada para que la calefacción no fuera un obstáculo. La pizarra, con cubeta para recoger la tiza, sirve de fino separador entre la zona de juegos y la de estudio, pero sin restar luz.
Diseñado en "L", el escritorio permite que los tres hermanos estudien juntos. Y está claro que es la mesa de los tres: las patas, hechas con las iniciales de sus nombres, no dejan lugar a dudas. La alta librería termina de ofrecer el espacio necesario para ordenar las cosas de estos tres rubios mosqueteros.