Las batallas en la videoconsola entre estos hermanos son memorables. Como lo son también las sesiones de estudio a la vuelta del cole. ¿Y entre ambas actividades? Un mueble de doble cara, que separa la zona de descanso y juegos de la de estudio. "Originariamente, aquí había dos estancias: una dedicada al descanso y la otra a juegos. Pero cuando los niños empezaron a hacerse mayores –ahora tienen 6 y 10 años–, se decidió unificarlas en una sola", explica la decoradora Toya Trias de Bes, de ST Interiorismo. Durante la reforma, Toya y su socia Sandra Gibert integraron también parte del pasillo y, con ello, incorporaron el baño de los niños en la habitación. Las dos ventanas en "L" marcaron la distribución de las camas. Además, al arrimarlas a la pared, se ganó un espacio central libre para jugar y poder abrir el armario a pie de cama sin obstáculos. Una mesilla con tapa abatible aprovecha el ángulo entre las dos camas. "Para poder abrirla fácilmente, en lugar de la típica lámpara de sobremesa escogimos tres lamparitas que colgamos a alturas diferentes para dar un aire más desenfadado y divertido".
Estudiar compartiendo
Para la zona de estudio, las decoradoras optaron por un tablón de DM lacado, a juego con el resto de mobiliario. Un book con ruedas delimita el espacio de Alejo y de Bruno. "Si viene un amigo a estudiar, se quita el book y se añade otra silla". El almacenaje se completa con dos baldas que aprovechan todo el ancho de la pared.