Lucía, la hija de nuestra lectora, soñaba con tener una habitación para ella sola. Nosotros se la hemos decorado inspirándonos en el mar, una de sus pasiones. Y es que Lucía se había hecho mayor y necesitaba su propio dormitorio.
“Le encanta el mar –explica nuestra lectora, que también se llama Lucía– , así que se nos ocurrió decorarlo con sus colores. Pero como no encontrábamos nunca el tiempo, recurrimos a vosotros. ¡Y lo clavasteis!”.
Lo primero fue poner nuevos estores y cortinas –de Pepe Peñalver–, que combinan tonos crudos y aguamarina, lo que hace la zona de estudio más acogedora. Después, sustituimos el escritorio por otro de Ikea más ligero y lo colocamos bajo la ventana para tener más luz. “¡Lucía está encantada! Antes apenas lo usaba y ahora es donde hace todos sus deberes”.
En la zona de dormitorio, el armario de nogal oscurecía el espacio, así que lo patinamos en beige claro. Para ganar aún más luz, colocamos una lámpara en tonos claros de Leroy Merlin y dos alfombras de Fortgama. Ahora tenemos la combinación de una playa perfecta: los tonos claros de la arena y los azulverdosos de las aguas. “Es el ‘empujoncito’ que necesitaba para instalarse definitivamente en su nuevo dormitorio”.
"¡Está precioso!". Es lo que nos dijo Lucía al ver el dormitorio de su hija mayor. Y todo gracias a los nuevos estores y cortinas de Pepe Peñalver, el escritorio de Ikea, la lámpara de Leroy Merlin, las alfombras de Fortgama y la manta y los complementos de Parlane.
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