Aunque es rosa, este dormitorio tiene una mirada muy actual, porque en él el rosa pastel se combina con rojo y fucsia, que le dan un aire más atrevido. Y tiene todo lo que una niña de 8 años puede desear. Una cama pensada para cuando se haga “mayor” y un gran armario de pared a pared para mantener en orden toda su ropa, sus disfraces y, de momento, hasta sus muñecas.
Pero, además, tiene una mesa de estudio (¡con una silla rosa y de diseño!) ligera pero suficiente para los primeros deberes, para dibujar o para hacer manualidades. Frente a ella, un sofá bajo la ventana se convierte en su rincón preferido para leer y para invitar a amiguitas, ya que tiene truco: se convierte en cama. Una estancia decorada por Bárbara Chapartegui.
Todas las claves
Rosa y beige. Los visillos del armario, la ropa de cama, la silla..., el rosa está en muchos detalles pero se matiza con beige y madera.
Piezas adultas. La cama, el armario, el sofá... no son muebles infantiles, sino piezas pensadas para poder usarlas muchos más años.
En las paredes. Pintura beige en la zona de la cama y papel pintado en el estudio y zona de juegos, que decora y protege del roce.
Las alfombras. Dan calidez y zonifican los ambientes. Además, crean una excelente zona de juegos. Son de pelo corto, antialergias.
Lo que está claro es que el rosa ha demostrado que, lejos de su etiqueta de cursi, también puede ser un color muy estiloso y actual. Combinado con verde, azul e incluso rojo y fucsia, sigue siendo dulce y risueño, pero adquiere más carácter. ¿La clave? Jugar con los estampados y los contrastes, y dejarlo respirar con bastante blanco. En la galería encontrarás todos los detalles de este dormitorio infantil con dos ambientes que es (y fue) el sueño de cualquier niña.