¿Estudias o trabajas? Sea como sea, y aunque tu piso sea pequeño, tener un rincón a modo de estudio en casa nunca está de más. Gestionar papeleo, repasar una lección, organizar la agenda, navegar con el ordenador... Hacen falta menos metros de los que crees para conseguir tu mini oficina en casa. Además, puedes aprovechar espacios muertos como el hueco bajo las escaleras, bajo la ventana, en el altillo... Aquí abajo y en la galería de imágenes encontrarás grandes ideas para crear un rincón de estudio en casa. ¿Las vemos?
Una única pieza con sitio para guardarlo todo
Hay muebles que crean una zona de trabajo por sí solos, como este buró de roble americano. Ocupa 140 cm de ancho x 60 de fondo y 105 de alto, un espacio en el que reúne dos cajoneras, un cajón con llave para los documentos y una parte superior con casilleros. Además, tiene la ventaja de que al quedar cerrado con la persiana si está desordenado, no se ve.
Con una completa librería que asegura el orden
En menos de 4 m2 puedes tener una zona de trabajo con una completa librería. Para planificarla aprovecha 30 cm junto al ventanal. Hazla más ligera pintándola igual que las paredes y gana sensación de orden cerrando su parte inferior.
Otra idea. En lugar de una librería a medida puedes colgar tres o cuatro baldas en la pared. En Ikea tienes baldas Lack de 190 x 26cm por 19,99€.
Aprovecha el espacio bajo la ventana
Cuando los metros escasean puedes sacar partido al espacio bajo la ventana para ubicar el escritorio. Es una buena opción por dos motivos: la altura de la ventana, a unos 65 cm del suelo, es perfecta para la mesa y porque, de este modo, la zona de trabajo tiene mucha luz natural.
Al milímetro. En este proyecto de Fanchulino la mesa de estudio se ha encajado bajo la ventana y en el espacio entre la cama y el armario. La mesa, a medida y de unos 120 x 40 cm, queda fijada a la pared por un extremo y apoyada a una cajonera por el otro lado. En blanco, como el resto de los muebles, es más ligera.
Un rincón de estudio en el distribuidor
Un espacio de 40 cm tras la puerta es suficiente para una mesa ligera en la que revisar los papeles o estudiar. Su ancho dependerá del espacio con el que cuentes, pero en este distribuidor la mesa de 160 cm puede dar cabida a dos personas.
Cristal y caballetes,
el escritorio más ligero
Combinar una superficie de cristal y unos caballetes es la manera más ligera y luminosa de tener un escritorio. Este es un diseño a medida de Batik Interiores (900 €), pero puedes tener uno similar con un sobre de cristal y caballetes de Habitat (430 €).
Compartir espacio. Cuando el escritorio está integrado al dormitorio, lo ideal es colocarlo de espaldas a la puerta, para poder concentrarse.
Un estudio para dos en el altillo
Si tienes techos de más de 3'5 m puedes plantearte hacer una pequeña entreplanta para ganar una zona de estudio, como esta creada por Clara Valls. Ella ha sustituido la barandilla por un murete a media altura que sirve de apoyo para el escritorio a medida (unos 3.000 €).
Para compartir. El ancho de la planta ha permitido planificar una mesa para dos. Está lacada en el mismo color que la pared y su grosor incluye una hilera de cajones sin tirador. Cada persona cuenta con un espacio propio de 100 cm de ancho (60 cm es el mínimo recomendado) y una cajonera con ruedas.