Camisas, faldas, jerséis, trajes... El vestidor debe ser reflejo de tu estilo y forma de vida. Aquí encontrarás ideas para planificarlo al detalle.
Busca la mejor distribución: el espacio importa
Un espacio que guarda tus prendas personales tiene que diseñarse a tu imagen y semejanza. Es básico que se adapte a tu ropa pero también al espacio disponible. Y es que la forma y el tamaño de la planta determinarán su distribución. En estancias rectangulares o cuadradas, organízalo en paralelo o en “L”, aprovechando un ángulo de la pared. En espacios pequeños, sitúa los armarios en línea y si es grande, dibuja un vestidor en “U”, sacando partido a todo su perímetro y colocando una isla central.
Armarios bien integrados
Si tienes un vestidor con puertas, píntalas del mismo tono que la pared. Se verán más ligeras y ampliarán visualmente todo el espacio.
¿Ropa formal o casual? Estudia tu vestuario
Si usas ropa informal necesitarás más espacio para ropa plegada que colgada. Y al revés: si vas de traje de lunes a viernes, tendrás que reservar más sitio para perchas con trajes y camisas... Haz una estimación: el 60% del espacio para perchas y el 40% para estantes es un buen equilibrio pero depende de tus usos. Luego divide el vestidor en tres niveles. Uno superior (de los dos metros hasta el techo) para almacenar ropa de fuera de temporada. Una franja intermedia de unos 120 cm, la más accesible, para ropa habitual y una inferior, de unos 70-80 cm, en el que colocar cajones, zapateros...
El espacio ideal para cada prenda
1. Para ropa doblada. Cajones, estantes o bandejas extraíbles te facilitarán el acceso a las prendas. Lo ideal es que cada estante o cajón mida de 35 a 45 cm de alto.
2. Ropa corta o larga. La altura de las barras para prendas cortas es de 90 cm y de prendas largas de unos 150 cm.
3. La zona inferior. Ideal para colocar zapateros, cajones bajos con clasificadores o prácticos pantaloneros extraíbles y telescópicos.
4. Zona para colgar. Diseña un módulo de 1 metro de ancho con una barra para perchas. Los mecanismos hidráulicos son muy cómodos para bajar las barras demasiado altas.
¿A la vista o no? Busca la opción más económica
Si tienes poco presupuesto, planifica un vestidor sin puertas; además de ahorrar, no restarás espacio al abrirlas. Con puertas practicables, deberás calcular 70 cm para la apertura y otro metro para cambiarte. Si tienen puertas de cristal destacarán y reflejarán la luz pero te saldrán más caras. Los módulos de cajones y estanterías son más caros que los módulos solo para colgar (un módulo de 120 cm de ancho costará 370 € si es de estantes o 210 € con barra). Un vestidor abierto con 5 módulos de 120 cm y uno de 60 cm puede costar a partir de los 2.300 -2.500 €.
Los detalles cuentan
1. Pequeños joyeros. Es el accesorio perfecto que te permite guardar clasificados joyas y detalles de valor.
2. La iluminación. Usa luz de temperatura cercana a la natural y lámparas de luz cálida para iluminar bien los estantes y vestirte de noche.
3. Cajones con separadores. Sírvete de cajas o cajones con clasificadores con los que agrupar y dejar a la vista lo más pequeño como pañuelos, cinturones...
4. Auténtico confort. El mayor privilegio es que reciba luz natural. Luego reserva un lugar para sentarse a calzarte, asegúrate una buena temperatura y añade una alfombra.