Lo que una El Mueble, que no lo separe nadie. Y es que resulta que nuestra revista fue la artífice de la unión de Anna Ortiz, casada con Iniesta, y la interiorista Asun Antó. Y aquí tenemos su primera creación en equipo: un dormitorio que, además, es salón y vestidor. ¡El 3 en 1 que todos quisiéramos!
Anna Ortiz, que estudió interiorismo, es lectora de El Mueble desde que era niña, pues cada mes su madre -con muy buen criterio, ¡por cierto!- traía la revista a casa. Y, cuando ella e Iniesta compraron una casa, ni lo dudó. Buscó la dirección de Asun en la revista porque su estilo cálido era justo lo que quería. Conectaron. Primero decoró su casa; más tarde, su boda: y, finalmente, decidieron empezar a trabajar juntas. En cuestión de gustos, siempre coinciden: ambientes tranquilos, neutros, de colores suaves y que den paz. Estos son los mantras decorativos que aplican en este dormitorio multitasking que incluye salón y vestidor, además de un baño en suite.
Módulo multifuncional
El punto de partida: un espacio rectangular. La misión: crear en el dormitorio una zona donde relajarse al terminar el día, además de un amplio vestidor. La solución: un módulo central, con el vestidor dentro, que separa la zona nocturna -con la cama además del baño en suite- de la de relax -con sofá, biblioteca y chimenea-.
Pero, ¡aún hay más! Porque este módulo es toda una caja de sorpresas: incluye un mueble con armarios por la parte que da al dormitorio y, por la que da al salón, se convierte en la amplia librería que rodea la chimenea. ¡Plas, plas, plas!
El módulo central separa la zona del salón del dormitorio y contiene el vestidor
Cromoterapia deco
En decoración, la cromoterapia es básica. De la paleta de color escogida depende totalmente la sensación que consiga cualquier espacio. Y este tenía un objetivo claro: relajar. Por eso los tonos elegidos son el blanco, el lino y el gris. Serenos y neutros. El toque acogedor queda a cargo de las texturas cálidas como la madera, en la mesa de centro, y el lino en estores, tapicerías y cojines. Durante el día: todo es luz. Las ventanas en L de este salón privado aseguran iluminación natural hasta que cae la noche. Y, en ese momento, se diversifica. Sí, sí. Diferentes puntos de luz se encargan de que vayamos entrando en modo off: una lámpara de pie, un aplique, unas velas sobre la mesa... En este espacio el mobiliario, de Coton et Bois, está hecho a medida, y los textiles son de Filocolore.
Objetivo: relax
El dormitorio queda en el lado opuesto al estar, separado por el módulo central que encierra el vestidor. Esta distribución permite aprovechar la luz natural en todos los espacios del proyecto, puesto que una de las paredes laterales es completamente exterior.
Que un dormitorio resulte acogedor: absolutamente imprescindible. ¿Cómo se consigue? Texturizando con la ropa de cama, un cabecero tapizado en capitoné, alfombras, estores, plaids y cojines, ¡muchos cojines! Escoge tonos similares al resto de la decoración para los textiles más contundentes, como la funda nórdica, y deja que los más pequeños pongan el toque más alegre, como cojines y plaids, todos de Filocolore. Y, si nos podemos a pedir... ¿qué querríamos todos en el dormitorio? Pues claro, ¡un baño en suite! En este caso: deseo cumplido. Los muebles como la mesita de noche, la banqueta y el cabecero, además de la lámpara, son de Coton et Bois.
3 claves del estilo
Uno
Los muebles blancos y decapados. Son la seña de identidad de Coton et Bois, la tienda de decoración de Asun Antó. Este tipo de muebles ayuda a crear ambientes tranquilos, además de potenciar la luz.
Dos
Orden fácil. En este dormitorio, además del espacio de almacenaje que incluye el módulo central en su interior y en el exterior por dos de sus lados… ¡hay truco! Los bancos colocados bajo las ventanas esconden espacio de almacenaje extra para guardar zapatos, mantas, cojines… ¡Nos encanta!
Tres
Altas dosis de calidez. Se consigue texturizando el espacio con mantas, plaids, estores, muebles tapizados en tela o la misma ropa de cama.
El tiempo entre molduras
¡A quién no le gustan los clásicos! Hay elementos que nunca pasan de moda y siempre triunfan. Y este es el caso de los cuarterones. Estas molduras en madera dan un aire clásico tanto a los muebles, armarios y bancos como a las paredes, donde se convierten en arrimaderos, que decoran por sí solos y añaden ese toque de elegancia atemporal que tanto viste. Pintados en blanco consiguen un sutil contraste con las paredes topo y así se llevan su parte protagonista, ¡que bien la merecen! Y siempre di sí al leitmotiv: repetir un elemento en un proyecto de decoración da personalidad y coherencia, como lo hacen estos cuarterones.
Bonus track: 5 consejos para espacios mini
El tándem de decoradoras de este proyecto nos da una lección-deco extra:
- Clorores serenos: si buscas amplitud, alíate con los tonos neutros.
- Luz: vital. Si tienes la suerte de tener luz natural, no la tapes con esas cortinas tipo telón.
- Estores: permiten jugar más con la luz que las cortinas, además de graduarla.
- Orden: básico. Para conseguirlo nada mejor que contar con mucho espacio de almacenaje… ¡nunca te sobrará!
- Contraste: una pieza que de personalidad y rompa la monotonía visual. En este espacio es la mesa del salón, de madera al natural, que contrasta con los muebles blancos y decapados.