En el dormitorio no te conformes con colocar un cabecero al uso. Tienes ante ti más de cuatro metros cuadrados de pared esperando a ser decorados de la manera más funcional posible, pero también con la delicadeza propia de quienes aman el interiorismo de su casa. El modo más óptimo de aprovechar el espacio será instalando un cabecero de obra, pero no te quedes con el blanco impoluto del yeso y la pintura, remátalo con detalles en madera que le darán tu toque personal.
El papel de pared es el modo más sencillo de recubrir por completo toda la superficie, aunque también puedes atreverte a entelarla entera con terciopelo o recubrirla con tablones de madera que aportarán calidez al ambiente. Los arrimaderos sirven para proteger el frente de los roces, pero también son un elemento decorativo que da mucho juego. ¿Te atreves a jugar?

Paredes con mucho ingenio
Cómo decorar la pared