Si cuando llega el final del día (a veces incluso antes) solo puedes pensar en meterte en tu cama y olvidarte de mundanal ruido es por dos cosas. La primera, es que llegas cansadísimo a la recta final del día y, la segundo, es que tu dormitorio no puede ser más perfecto para ti. Con vestidor, en la buhardilla, supercálido o muy luminoso... Tu dormitorio es realmente ese templo del descanso que necesitas si cumple tres factores básicos.
Una buena cama lo es todo...
La cama es el quid de la cuestión. Con el grado justo de firmeza y adaptabilidad a tu cuerpo. Las medidas justas para que tu dormitorio no parezca el Camarote de los Hermanos Marx y la colocación ideal para que tus sueños sean reparadores de verdad. Ya sabes, la geotermia y el feng shui tienen mucho que decir a la hora de decorar tu dormitorio.
Además, ten en cuenta que pasamos 1/3 de nuestra vida durmiendo por eso antes de decantarte por un colchón de látex, viscoelástico o muelles tres consejos. Pruébalo, pruébalo y pruébalo... Hay firmas que hasta te lo dejan un mes para que des con el perfecto en función de tu peso, postura a la hora de dormir, temperatura... Todo influye.
Un sitio para cada cosa
El orden, siempre el orden. Aunque parezca mentira en un dormitorio organizado se duerme mejor. Y es que el desorden es como ruido que nos impide descansar. De ahí que sea tan importante tener un buen armario o una cómoda a mano y no confundir la silla junto a la cama en un mini vestidor.
Otro muebles imán al que va a parar todo es la mesilla. Así que manténla a raya. ¿Cómo puedes hacerlo? Teniendo encima solo lo indispensable: el libro que te estás leyendo, una lámpara de sobremesa, las gafas y poco más. Y nada de móvil junto a la cama. Apagado y bien lejos que sus ondas son perjudiciales.
Y que hable de ti
¿Quién puede dormir en un dormitorio en el que no le gusta lo que le rodea? Pues por eso mismo llena tu dormitorio de cosas que te representen y hablen de ti. No muchas (ya sabes, el ruido visual). Tu color favorito en una pared, una foto especial, un jarroncito con flores... Son esos detalles los que te harán sentir como en casa.
Y si quieres darle vida a tu dormitorio con pocos cambios, pues a ropa de la cama ha nacido para eso. Si tienes una base clara, cualquier nota de color destacará, el cambio será más evidente y la cama mucho más gustosa. Ya sabes a nosotros nos encanta jugar con las capas, lisos y estampados y las texturas.