Año nuevo, dormitorio nuevo. Las fiestas navideñas son el momento ideal para repensar los espacios de nuestra casa y soñar con esos ambientes que nos harán felices en 2018. Lo mejor será empezar por la parte más privada, la que conecta con uno mismo, con el descanso que queremos de noche y todos los planes que deseamos empezar con fuerza cada día. ¿Te apuntas a darle una vuelta tú también a tu dormitorio?
Amo mi cama rica
Lo quiero suave
El dormitorio ha de tener ese punto exacto entre lo relajante y lo animado. El color es clave: escoge tonos suaves pero divertidos, como el chocolate. Y que no falten las plantas, claro, ¡que alegran tanto!
Lo quiero con luz
Porque es sinónimo de vida. Reforzamos la natural con luces bajas y cálidas para crear una atmósfera agradable. Y recuerda que los textiles y los materiales cuentan mucho.
El secreto está en la tela
- Cabecero: se lleva tapizado y en tonos neutros para poder jugar con el resto de textiles.
- Cojines: los toques de color te ayudarán a cambiar con facilidad el look de tu dormitorio.
- Ropa de cama: apuesta por materiales naturales que transpiran mejor.
Sábanas que dan gusto
1. Lino
Es un tejido cómodo, fresquito y elegante. Además, no destiñe ni pierde cualidades con el calor y la humedad. Es ideal para los meses de verano.
2. Algodón 100%
Es suave, cómodo y no irrita la piel. No crea electricidad estática y es muy duradero. Y no tendrás que sustituirlas con los cambios de estaciones, ya que funcionan en cualquier época del año.
3. Algodón lavado
No puede faltar en los cuartos con look vintage porque su acabado parece desgastado. Tiene mucho volumen y guarda el calor.
4. Punto de camiseta
Flexible como una camiseta, es fresco en verano y cálido en invierno. Conseguirás rejuvenecer tu cama en un instante.
La cama es la clave
El interiorista Pepe Llaudet nos dijo una vez: "Donde hay que invertir es en la cama". ¡Cuánta razón! En la cama pasamos un tercio de nuestra vida. Según un estudio de Conforama, más de la mitad de los españoles se guía por el precio para elegir. Según otro informe de Ikea, la mitad compra su colchón sin probarlo.
Por ello, cuando vayas a elegir un colchón, no te cortes y prueba todos los que estén expuestos. Déjate aconsejar por un especialista que te preguntará sobre tus rutinas, tu trabajo, tus dolencias físicas, etc., para así poder ofrecerte el que mejor se adapte a tu tipo de sueño ¡y de vida! Por último, escucha a tu cuerpo: compra aquel en el que sientas que todo tu cuerpo descansa. ¡Habrás dado con tu colchón!