Desayunar con diamantes está sobrevalorado. ¿Por qué morder un cruasán frente a un escaparate cuando puedes hacerlo en una butaca de capitoné frente a un enorme ventanal con vistas a un bosque de pinos?
Vistas en bandeja
La comida más importante del día no siempre ha de hacerse sentado a la mesa. Puedes darte el lujo de dar la bienvenida al amanecer recostado en la cama sobre cojines y con una taza de café en la mano. Eso sí, las bandejas son indispensables. Si, además, quieres añadir al momento algún que otro toque romántico, utiliza velas encendidas, pequeños jarrones con flores frescas y alguna tarjeta con un mensaje relevante.
Y no sufras por el espacio, lo importante es tener un punto de apoyo para dejar la vajilla, ya sea una banqueta plagable, una mesita auxiliar o un cabecero a medida hecho de madera lacada.