La decoradora Milagros Agüero quiso convertir el pasillo que unía dos apartamentos en una cocina muy funcional. Necesitaba aprovechar al máximo los metros sorteando ventanas a ambos lados. Y encargó el reto a Deulonder Arquitectura Domèstica. "Cada cosa en el lugar en el que se necesita, rentabilizando el espacio" fue el lema que siguieron para diseñarla. Una zona para almacenar, otra para preparar los alimentos y otra para cocerlos, bien delimitadas, y frente a ellas, un office que aprovecha el bajoventana sacando partido a la luz.
Bajo la ventana, para lavar y prepararlo todo
¿Qué necesitamos en la zona de lavado para que sea 100% cómoda? "Cubos de basura, fregadero y lavavajillas –aquí, de Miele, panelado y de 45 cm–. En este orden. Es la planificación más ergonómica", recomienda Milagros.
Máxima higiene La encimera y el antepecho son de Corian blanco. Crea una superficie de trabajo continua y sin juntas, que incluye el fregadero, lo que la hace mucho más fácil de limpiar. Una barra para colgar recorre el antepecho y tiene a mano lo que se utiliza más a menudo.
No hay muebles altos Pero sí una balda que suma almacenaje y aprovecha el bajo de las ventanas.
Una zona pensada a
lo alto para almacenar
Una pared sin ventana es una pared que hay que aprovechar. Así lo pensó Deulonder Arquitectura Domèstica y ocuparon esta esquina con mobiliario a medida que llevaron hasta el techo.
Panelar es ganar "Elegir un frigorífico integrado como este –de Gaggenau– permite ganar espacio útil y, visualmente, dar más uniformidad a la cocina", nos explica la decoradora.
Alturas bien pensadas El microondas de Míele se ha colocado en el lugar que resulta más cómodo para utilizarlo –a la altura de los brazos–.
Cerca del office En esta área también se guarda lo que se utiliza en el office, una mesa que no sirve solo para comer sino que también es una superficie de trabajo extra perfecta dada su ubicación frente a la nevera, el fregadero y los fogones.
Cocinar y guardar con luz y máxima comodidad
En la zona inferior del área de cocción no hay armarios sino cajones de distintas alturas: más altos para ollas y más bajos para lo más pequeño. Los cajones de extracción total facilitan el acceso a los utensilios.
Detalles La placa de inducción Gaggenau y el horno Miele tienen un compañero muy útil: una rejilla abatible que permite mantener los alimentos calientes gracias a la lámpara de infrarrojos que oculta la campana de madera lacada.
Luminosa y ordenada El cristal grabado de las vitrinas, a juego con los cristales originales de la casa, hace que estas resulten más ligeras y decorativas, e impide ver nítidamente el interior, lo que ayuda a dar sensación de orden.