La madera proporciona calidez y naturalidad a esta cocina cuya reforma buscó ganar luz y confort.
Los propietarios de esta cocina tenían claro que este espacio debía ser el corazón de su casa, y así se lo trasladaron al equipo de Matèria, responsable del proyecto de interiorismo. “Querían que la cocina se convirtiera en el enclave ideal donde todos pudieran reunirse. Por eso resultaba fundamental integrar en ella el comedor principal de la vivienda y, además, que fuera práctica y luminosa”, recuerdan desde Matèria.
El punto de partida fue disponer dos áreas complementarias: por un lado, la zona de trabajo, límpida, con la presencia del acero inoxidable que forra el antepecho y la nevera, y con su contrapunto en el blanco impoluto del mobiliario. Y, por otro lado, el gran office y a la vez comedor principal que, gracias al protagonismo de la madera, aporta el toque cálido y natural.
La isla desempeña un claro papel mediador: apoya a la zona de fuegos cercana y, gracias a la barra de desayunos que sobrevuela la encimera, sirve de vínculo con el office.
La luminosidad de esta cocina se refuerza con los dos grandes ventanales que se abren al exterior. “Se trataba de dar continuidad a esa claridad mediante los materiales y los colores, ya que la luz representa un elemento más, y muy vivo, en la configuración de todo el espacio”.
En la zona de trabajo, la entrada está resguardada por un frigorífico side by side que da paso a un área en forma de L. Esta se ha revestido con planchas de acero que incluyen diferentes complementos, como un especiero o una barra para utensilios. En el centro de esta zona se han dispuesto la placa de inducción y la campana extractora y, a continuación, el completo fregadero que, gracias a su cercanía a la salida al exterior, disfruta de una agradable entrada de luz natural.
Es importante destacar cómo la isla central supone para la zona de trabajo un importante punto de apoyo que libera la encimera y, al mismo tiempo, permite a la familia reunirse mientras se preparan los más deliciosos platos.
Finalmente, hay que referirse al completo comedor de diario. “Los propietarios querían que tuviera capacidad para muchos comensales y, por eso, optamos por elegir una generosa mesa de madera maciza, con confortables sillas también de madera. Además –continúan desde Matèria–, para aprovechar mejor el espacio se planificó un banco en ángulo”.
La decoración textil pone el broche final a la naturalidad de esta cocina, de carácter tan cálido como acogedor. No es de extrañar, entonces, que las sobremesas con familiares y amigos parezcan no tener fin.
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