Antes y después
El “antes”: un espacio compartimentado en seis pequeñas estancias. El después: uno diáfano tipo loft con una cocina abierta al comedor y vistas al salón. Un tabique acristalado comunica la cocina-office con el salón y los llena de luz. Además, se aprovechó un pequeño espacio entre la cocina y el comedor para colocar una zona de plancha, con un armario en L de suelo a techo perfecto para guardar desde la vajilla hasta la ropa blanca.

CLÁSICA Y ACTUAL
La cocina más bonita del mundo (con plano)
La zona ordenada
Una L con armarios de suelo a techo. Además de espacio de almacenaje para vajillas y mantelerías, con tanto armario también se ha aprovechado para crear una zona de plancha. Uno de los huecos a ras de suelo es trampa: pues aunque parece un armario normal lo que esconde es una mesa de planchar extraíble.
Una barra diez
- Barra versátil: la encimera se dejó volada unos 30 cm para convertirla en barra con unos taburetes.
- Las lámparas metálicas y de aire industrial, dan un contrapunto a la cocina y hacen de vínculo decorativo con el comedor.
- La pared de pizarra es un detalle divertido, práctico e informal que rompe con el monopolio del color blanco.

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