No hay dos familias iguales. Y todas tienen sus necesidades específicas, su forma de hacer, sus horarios, sus costumbres... Por eso no todos los offices pueden ser iguales, sino que tienen que adaptarse a cada estilo de vida. Y estos lo han conseguido...
Como un comedor: para largas sobremesas
Con este office no echarás de menos un comedor. Una puerta corredera doble, de hierro y cristal, comunica el gran office con la cocina. Es un espacio amplio y luminoso, perfecto para comer en familia a diario y también los días de fiesta.
El juego de sillas no es casual: las de madera, tipo Thonet, armonizan con las persianas mallorquinas y las de plástico, clásicos del diseño, con los muebles de cocina. Pon las sillas con brazos en los extremos de la mesa. Aquí, el pavimento de madera de roble, con lamas de distintos anchos, unifica la cocina y el office.
Con un banco: cómodo y sin restar metros
Muy útil. A los dos lados de la ventana, dos vitrinas para guardar el servicio de mesa. Y en el centro, un banco de la misma madera de roble en el que caben tres personas.
Es la mejor solución para aprovechar la pared de la ventana y, a la vez, crear un office restando el mínimo espacio a la cocina. Un estor de screen evita deslumbramientos cuando entra el sol directo. Para un banco debes tener un mínimo de 45 cm de profundidad y será más cómodo si le pones cojines.
Un alerón en la isla: ideal para compartir
Es simple: un estante de madera volado, elevado unos 10 cm sobre la superficie de la isla de la cocina. La solución perfecta para compartir un aperitivo con los amigos en un día de fiesta o controlar cómo los niños hacen los deberes mientras tú preparas la cena.
Asegúrate de que entre el estante y el asiento de los taburetes haya al menos 25 cm de espacio para estar cómodos al sentaros. Y que los taburetes tengan un reposapiés a la altura adecuada para mayores y pequeños.

Comer en la cocina
17 offices con muy buenas ideas (que se dejan copiar)
Una balda mini: para desayunos rápidos
Si utilizas el office para desayunos rápidos o tentempiés, no necesitas una gran mesa. Basta con adosar un estante en una pared libre para crear un mini office y un punto de apoyo extra ideal. Ten en cuenta que si es como este, con soportes ocultos, aguantará unos 15 kg de peso.
En L y adosado a la isla: práctico y relajante
Una mesa adosada al lateral de la isla central permite comer con vistas al patio y tenerlo todo a mano, como en la imagen que verás en la galería del artículo. Cuenta con espacio para tres, pero si es necesario se puede retirar un poco para que quepan cuatro.
La isla tiene la mitad de la encimera volada y armarios bajos, de modo que crea un hueco perfecto para guardar, en cestas, desde fruta fresca hasta cubiertos y servilletas. Escoge sillas ligeras y del mismo color que el mobiliario de la cocina para no recargar el espacio.
Con mesa redonda: para cocinas "difíciles"
La mesa circular saca provecho a un office de espacio irregular. Las mesas redondas son muy versátiles porque permiten dar cabida a más comensales, aunque necesitan espacio libre a su alrededor (cuenta con 80 cm mínimo, para las sillas y para poder pasar). Al elegir la mesa, ten en cuenta que será más cómoda si tiene un pie central que no moleste al sentarse.
Una bancada en línea recta: para comer y trabajar
Situar la mesa del office en línea con la isla es una buena idea para rentabilizar
el espacio en cocinas alargadas. Permite comer en ella o bien alargar la zona de trabajo de la cocina. Para romper visualmente la linealidad, elige un material para la isla y otro para el office.
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