A veces el encargado de cocinar queda un poco aislado en la cocina y se pierde las tertulias previas del resto de la familia o el momento en que los invitados se ponen al día mientras esperan... Y no es justo, hay que decirlo. Desde aquí reivindicamos el derecho del cocinero a ser también parte de estos momentos. ¿Cómo? Abriendo la cocina al resto de la casa. Lo creas o no, será una buena forma de pasar más tiempo juntos y, además, de que todos se impliquen en las tareas y echen una mano.
Aparte de abrirla al salón y a todo lo que sucede en casa, con la reforma de este espacio también se busca dar a la cocina el protagonismo que se merece y hacerla más cómoda. Así, se ganó luz natural, metros para un confortable office y practicidad. Se estudió cómo colocar las diferentes zonas de almacenaje para que utensilios y vajilla estuvieran también a mano.
En esta propuesta se apostó por poner una columna despensera con cajones extraíbles para tenerlo todo a la vista. Se colocaron botes y cajas transparentes para que de un vistazo pudieran ver qué hay en cada uno de ellos.
Y para que el momento de poner la mesa deje de ser patrimonio exclusivo del cocinero, ¿qué mejor manera de hacerlo que colocar todos los utensilios necesarios cerca del office? Esto se consigue con una vitrina junto a la mesa con baldas donde guardar ordenadamente vasos, cubiertos, platos y mantelería.
Con esta reforma ya no hay excusas para que todos sepan todo lo que se cuece dentro y fuera de la cocina.