Este es un baño singular, no hay duda. Sus propietarios, Thomas y Pia Ahler, se dedican a reformar todo tipo de viviendas con mucho éxito: la suya, no fue un excepción. “Trabajamos para lograr que las casas sean agradables, que sean lo más parecido a la forma de vida escandinava”, nos cuenta Thomas. Y es que los propietarios, nacidos en Dinamarca, viven con sus dos hijos en Mallorca desde hace cuatro años. Y la vida escandinava –cuenta Thomas– se define por tener luz y espacios abiertos, con uso de materiales naturales. Por ello la reforma del baño se organizó a modo de loft, con una distribución abierta y espaciosa, donde cada zona está muy bien delimitada con soluciones que dan privacidad sin perder luz natural ni vistas al exterior.
Dos elementos luchan por llevarse el protagonismo en esta estancia: la bañera exenta desde donde relajarse mirando el mar o la peculiar ducha, con roca natural integrada en su suelo. “A mi mujer le encanta la bañera, pero yo prefiero la ducha”, confiesa Thomas. En su centro, destaca una gran piedra natural, que se alza como una escultura y que a la vez tiene una función práctica. “La gran roca nos permitió crear un original taburete para dos personas. Instalamos una ducha empotrada en el techo que crea un efecto de lluvia tropical, y recrea un baño al aire libre”.
Y la guinda final la pensó la dueña de la casa: Pia es una conocida pintora, de ahí que ella eligiera los colores –blanco y beige– de las paredes y el mobiliario. El suelo es de hormigón blanco y las paredes de piedra natural. Belleza y espectacularidad, aunque sus dueños no dudan al destacar cual es la mejor virtud del baño: “las increíbles vistas”, concluyen. La naturaleza, siempre gana.