La falta de espacio no solo se combate con una distribución compacta y sanitarios reducidos al mínimo. Cuánto más pequeño sea tu cuarto de baño, más crucial es diseñar un almacenamiento a la medida de tu espacio y de tus bártulos. Más que muchos armarios, lo esencial es que estén dónde los necesitas y que sus dimensiones y compartimentos se ajusten a su contenido. El lujo es poder tener todas las cosas perfectamente ordenadas y a mano, pero fuera de la vista, para crear un baño despejado y que, visualmente, percibas amplio.
Pasos previos
Tus pertenencias. Quédate solo con las cosas que usas, clasifícalas por categorías (por persona, actividad y frecuencia de uso) y busca espacios y armarios donde alojarlas para que estén ordenadas y a mano.
Tus gustos. Piensa qué te gusta esconder y qué mostrar; si todos los armarios y cajones serán compartidos o individuales; y qué look buscas. Si determinas qué ambiente quieres, te será más rápido elegir acabados y texturas.
Materiales
En muebles, además del clásico laminado y el DM, tienes maderas, cristales y papeles tratados que soportan las temperaturas y humedades del baño. Lo último es el "Richlite", un material realizado con papel reciclado y resinas que permite crear desde superficies continuas hasta muebles impermeables.