Una ducha de obra es una buena opción en plantas alargadas y estrechas: se adapta a los metros y, al quedar a ras del suelo, incrementa la sensación de espacio.
En el espacio que ocupa una bañera pequeña, 120 x 70 cm, tienes una ducha espaciosa.
Una mampara sin perfiles independiza la ducha y la “funde” con la decoración. El único elemento que la distingue es un plato de cemento que contrasta con el suelo de roble.
Aquí, el bajolavabo se ha revestido con mármol travertino y se han dejado las baldas sin puertas: así el mueble bajolavabo es más ligero.
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