¿Qué debería tener un baño para que durara toda la vida? Una distribución cómoda, pensada para los que lo van a usar, y materiales naturales y resistentes al paso del tiempo. El arquitecto Miguel Botella, encargado de la reforma de este baño, siguió al pie de la letra estas premisas para crear un baño familiar con una completa zona de aguas que se adapta a la vida diaria de la familia. Por las mañanas, a contrarreloj con una revitalizante ducha para empezar el día con energía; y por las noches, con calma mientras se saborea un reparador baño.
Una distribución más que cómoda
La planta cuadrada de la estancia ha permitido una distribución muy cómoda de todos los elementos: con la bañera y la ducha en línea en la pared de la ventana, y la zona del tocador y los sanitarios enfrentados, queda un amplio espacio central libre para moverse con comodidad. Blanco y madera fueron los colores elegidos. La madera, tanto en el pavimento como en el mueble bajolavabo, refuerza la calidez de este baño abierto al dormitorio. Los complementos como el taburete de madera, los cestos de fibras o el estor de lino refuerzan aún más el confort.
En el vestidor
Una puerta corredera cierra el baño sin perder espacio y el pasillo que lo comunica con el dormitorio se ha aprovechado con un vestidor. Se ha equipado con un armario de suelo a techo, con puertas correderas que se abren sin restar un centímetro útil. Sus frentes de espejo, perfectos para mirarse después de vestirse, reflejan la luz que llega tanto del baño como del dormitorio. Y una alfombra de pelo largo, en color crudo, le da más calidez a la hora de pisar con los pies desnudos.