Salones

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Salón abierto a la cocina

Sofá, de Fama Sofás. Mesa de centro de roble, de Zara Home. Mobiliario de cocina, de Santos.

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Larga vida a los espacios diáfanos

A la slow deco le encantan los espacios diáfanos, abiertos, sin obstáculos. Un salón comedor que se abre a la cocina es una buena opción para disfrutar de diferentes ambientes en compañía. El Estudio Martínez Elorza proyectó una puerta corredera de perfilería blanca para conectar las diferentes zonas. ¡La tranquilidad se palpa en este salón!

Salón slow con sofás enfrentados-

Sofás, de Seawashed. Mesa de centro artesana.

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Disfruta de los sonidos con 'good vibes'

 A la slow deco le gusta el silencio, pero también esos sonidos agradables que nos relajan: el trinar de un pájaro, una música de fondo, el borboteo del agua de una fuente o del río, el ir y venir de las olas... Si no existen en tu casa urbana, trasládalos allí de alguna forma. Un disco de música zen que suene en bucle, una fuente de Feng Shui en el aparador... Detalles para poner la mente en modo 'pause'.

Textiles azules y verdes en sofá.

Cojines de terciopelo verde y de lino a rayas.

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Textiles amorosos y muy mediterráneos

Textiles gustosos al tacto y bonitos a la vista, en diseño y color. Los tonos mediterráneos —terrosos, azules y verdes— son protagonistas en la deco slow. Son colores que invitan al descanso y a la meditación. ¡Continúa decorando con ellos y triunfarás!

Asientos, se llevan los de cuerda y bouclé.

Sofás, en María de Bernardo Interiors. Butacas y mesa de centro, de Crisal.

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Conéctate con el exterior

Proyecta dentro de tu casa los espacios verdes del exterior. Con plantas XL en el suelo, macetas o pequeños arreglos florales sobre muebles. Las flores y las plantas de interior nos conectan con la naturaleza y producen un efecto relax.

Salón con sofás blancos y cojines en tonos tierra y rosados.

Sofás, de Maisons du Monde. Mesa de centro, de El Globo.

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Tonos neutros o empolvados

La slow deco prima los colores suaves, principalmente blancos y neutros. A ellos se les suman todo un abanico de empolvados: rosas, beiges, azules, verdes... Con sólo mirarlos te relajan, y si no fíjate en este salón ¿a qué dan ganas de quedarse en él?

Salón comedor decorado con muebles de fibra natural.

Sillones, de IKEA. Alfombra de yute, de Zara Home. Mesa de centro, de Kave Home.

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Con fibra, mucho mejor

¿Quieres otro truco slow deco para tu salón? Introduce elementos de fibra natural en asientos, cestas, alfombras... Pipi & Deco han colocado estos sillones aparentemente de exterior dentro de casa y quedan la mar de bien. Y es que el in & out, muebles que sirven para fuera y para dentro indistintamente, es otro fuerte de la decoración pausada.

Salón con chimenea y pared principal en gris verdoso, mesa central de madera y sillas en fibras naturales.

Sofá Färlow con funda Djuparp gris, todo de IKEA. Butacas de ratán, de Westwing. Mesa de centro y alfombra, en Sacum.

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La clave está en el equilibrio

La idea es sencilla, pero eficaz: si quieres añadir color a la pintura de tu salón, hacerlo solo en la pared principal y equilibrar con blanco o un color luminoso el resto, aportará armonía y espacio visual. En este caso, se trata de un color gris con un toque de verde, que le aporta frescura y un toque moderno. 

Salón con maxi alfombra de yute, mesa central de madera y sofás en blanco.

Salón decorado con sofás de Gervasoni, silla de Mercader de Venecia y mesa de centro, de India & Pacific. Alfombra, de Azul Tierra.

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Cojines celestes a juego con las vistas

Entrar a este salón es respirar una bocanada de aire estival: los tonos celestes se mezclan a la perfección con el mar al fondo, y todo parece reforzar ese tono desenfadado y veraniego tan característico de la estética mediterránea: desde la alfombra de yute hasta el suelo de microcemento continuo, que fusiona el interior con el exterior como si de un único espacio se tratara.

Salón con dos mesas centrales cuadradas, butacas gemelas y maxi alfombra de fibras naturales.

Salón con sofás de Ormoss, mesas de Maisons du Monde, butacas de Majestic retapizadas con tela ikat de Ribes y Casals.

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Un salón para ser disfrutado

Este salón está diseñado y decorado pensando en quienes lo vivirán: tiene espacio para descansar de sobra, y la idea de incorporar dos mesas centrales gemelas ayuda a que en los aperitivos no falte de nada. Su altura permite que la luz natural llegue a todos los rincones, aprovechando así el enorme ventanal que da paso al jardín.

Salón con sofá azul, maxi alfombra blanca y butacas acabadas en madera.

Salón decorado con sofá de lino de Gervasoni, mesa de centro de Sacum, butaca de Merc&Cia y alfombra de Cotlin.

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Cuando el azul deja de ser un color frío

Un salón clásico que exuda elegancia pero que no deja de lado la originalidad: el color azul, fuente de seguridad, serenidad y vínculo, es su protagonista. Si le sumamos unas flores magentas para contrastar o elementos de fibras naturales, más rústicos, para aportar calidez, el resultado es un salón armonioso, gentil y sofisticado.

salon elegante verano

Sofá de Tc Collection. Mesa de centro y velador de Taller de las Indias. Lámpara de sobremesa de Vical Home. Alfombra, de B&B.

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Un salón clásico pero con toques de modernidad

Un salón clásico con un toque atemporal que se presta a pequeñas modificaciones para un cambio de imagen. Paredes blancas, sofás y cortinas a juego para multiplicar la luz, y textiles en tonos terracota que aportan esa calidez y paz que buscamos al llegar a casa.

Salones El Mueble con sofás de IKEA

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Salones El Mueble con sofás de IKEA

¿Te apetece cambiar de sofá pero no sabes dónde empezar a buscar? Te traemos los sofás más bonitos de IKEA. ¡Haz clic en el vídeo y encuentra el tuyo!

Salón de estilo veraniego

Lámpara de techo, de Ay Illuminate. Estores, de Yutes. Mesa de centro y afombra, de Aquitania Mobles.

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Lámparas XXL

Si estás a la busca y captura de nuevas lámparas de techo para tu casa, no lo dudes: se llevan los diseños imponentes, modelos esculturales que decoran por sí mismos.

Salón con sofá blanco y cojines en tonos tierra.

Sofá y alfombra, de IKEA. Mesa de centro, de Guáimaro. Cortinas, de Zara Home.

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La gama de los colores tierra

Del marrón oscuro al beis, pasando por cremas, café y terracota. Este otoño la gama de los colores tierra seguirá siendo la preferida a la hora de decorar nuestras casas. La paleta más cálida del círculo cromático teñirá textiles, papeles pintados y pintura para que recrear atmósferas serenas, envolventes y calmadas no resulte complicado.

Salón con maxi alfombra magenta y cojines a juego, sofá blanco y butaca de mimbre.

Salón con sofá de Cado con cojines de Gancedo y Azul Tierra. Mesa de centro, de Merc&Cía, y butaca, de Sacum.

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Color que no absorbe, sino que complementa

No hay forma más efectiva de dar fuerza y carácter a una estancia que añadiendo un color potente como este magenta que tiñe alfombra y cojines. Si te resulta algo artificial, lo puedes combinar con elementos naturales como plantas o complementos de fibras y conseguirás el equilibrio perfecto: este salón es ejemplo de ello.

Salón decorado con sofás rosas y gran ventanal de semi arco.

Salón con butacas, de IKEA, tapizadas con terciopelo de Gancedo. Sofá, en Filocolore. Alfombra, de BSB. Mesas de centro, de La Maison. Aparador, de Estudio Restauración.

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Pretty in pink: un salón de lo más chic

La fiebre de Barbie ha llegado también a nuestro Instagram y vuestra predilección por este precioso salón lo demuestra, ¡a nosotros también nos encanta! La combinación de rosas en sus distintas tonalidades da profundidad y aporta complejidad, y unido a los tonos más neutros del gris o el beige, resulta elegante y estiloso. ¿La guinda del pastel? Sin duda, las molduras que aportan un toque de majestuosidad y que se funden a la perfección con los colores de los elementos decorativos del salón.

Salón rústico con decoración en fibras naturales y tonos neutros.

Sofá de Miki Beumala. Butacas, mesas auxiliares y alfombra, de Coco-Mat.

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Los materiales como protagonistas

Este salón es un lugar de contrastes, con paredes, techo y suelo en un blanco envejecido que unifica todo. Esta elección facilita que el espacio actúe a modo de lienzo y que el mobiliario y los complementos como pinceladas de pintura: sofás tapizados en lino, alfombra de fibras naturales y bancos de madera natural que aportan un toque rústico, en contraste con las lámparas de diseño negro con aire moderno.

Salón con maxi alfombra de yute, mesa central de madera con patas metálicas, y sofás y butacas en tonos beige.

Sofás, alfombra y lámpara, en Mandrágora. Cojines de Pepe Peñalver y Alhambra. Mesa auxiliar de Crisal. La de centro, de Fusta amb Cor

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Un salón neutro que invita a disfrutar de sus vistas

El color blanco, la fibra natural y los arreglos florales visten este precioso salón con una decoración sobria que relega todo el protagonismo al amplio ventanal, el cual baña de luz la estancia y a su vez da acceso a una espectacular terraza desde la que podemos ver el mar Mediterráneo.

Salón rústico en blanco con chimenea.

Salón con sofás, butacas y mesas de centro a medida, adquiridos en Ornatus. Cojines. de Gancedo. Plantas, de Viveros González.

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Usa el cesto para la leña

En casas con chimenea, es normal almacenar la leña en un leñero en el exterior. Para transportarla junto a la chimenea y conseguir ese toque rústico, un cesto con asas es el mejor aliado. Su practicidad te vendrá de perlas para llevar la leña al interior, pero es que, además la puedes dejar ahí durante el verano, cuando no usas la chimenea, a modo decorativo. 

Sofá con cojines y alfombra.

Salón con sofá y alfombra, de IKEA. Puff, de Zara Home. Mesa de centro, de Habitat. Lámpara de pie, de Santa & Cole. Butaca, en La Maison.

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Dos sofás en línea

Esta idea también es para salones o salas de estar de grandes dimensiones. Tener dos sofás alineados entre sí ofrece un aire de formalidad al tiempo que sigue siendo acogedor. Agregar más sillas junto a esta disposición de los sofás fomentará la conversación y la interacción social, haciendo que tus reuniones con amigos y familiares sean más animadas. Completa el aspecto con mesas de centro a juego, ideales para bebidas o decoración.

Salón con chimenea y dos sofás chéster tapizados uno enfrente del otro.

Salón con sofás, de Azul-Tierra. Salón decorado por Cristina Carbonell.

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Dos sofás uno enfrente del otro

Colocar dos sofás enfrentados entre sí crea un espacio equilibrado y armonioso. Es una disposición que fomenta la interacción, convirtiendo tu sala de estar en un lugar perfecto para pasar tiempo en familia de calidad o charlar con amigos.

Dos sofás en perpendicular en el salón.

Salón con mesa de centro, en Mercantic. Mesa auxiliar de hierro, de Becara.

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Dos sofás en perpendicular

Seguimos con otra idea para sala de estar con espacio amplio. En esta ocasión, colocaremos los sofás de forma perpendicular, es decir, los colocaremos en ángulo recto entre sí para crear un rincón íntimo en tu salón. Esta acogedora disposición es perfecta para charlas tranquilas por la noche o lectura relajada. Decórala con una manta cómoda y tendrás el rincón acogedor perfecto.

Salón con sofá bajo espejo.

Sofá de Thomas Carstens, butaca, mesa de centro, mesa auxiliar, alfombra y espejo de India & Pacific.

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Un sofá bajo un espejo

En un piso pequeño, una forma efectiva de crear la ilusión de un espacio más grande es colocar el sofá frente a un espejo. Un espejo bien ubicado puede reflejar la luz natural y el resto de la habitación, haciendo que el espacio parezca más amplio y luminoso. Además, el espejo puede actuar como una pieza decorativa interesante, agregando un toque elegante a tu decoración. Considera combinar el espejo con una mesa de centro transparente para aumentar aún más la sensación de amplitud.

Salón abuhardillado con sofá debajo de la ventana.

Sofá con tapicería, de Visual. Mesa de centro, de Orquídea. Espejo, de Foimpex. Alfombra de sisal, de KP. Puff y butaca, de Acevedo.

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Un sofá bajo la ventana

¿Tienes una ventana con un rincón soleado? Aprovecha ese espacio colocando el sofá justo debajo de la ventana. Esta posición no solo aprovecha la luz natural, creando un ambiente luminoso y alegre, sino que también permite aprovechar al máximo cada centímetro cuadrado de tu piso pequeño.

Salón con sofá verde y pared decorada con un friso.

Sofá, de Miki Beumala. Butaca, de Honoré, en Carlina Blue. Mesas de centro y lámparas, de Little House. Cuadro, de Sacum.

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Una luz fría nunca gusta

"No vale la pena tener una luz blanca, con lo cual solo compraría bombillas de 2700 K, que emiten una luz más cálida y suave, ideal para un espacio acogedor como el salón", dice Marta.

Salón con asientos alrededor de mesa de centro blanca.

Sofá, de La Sofateria. Butacas, en Grass. Puff, de IKEA. Mesa de centro, en Merc & Cia. Espejo, en Coton et Bois. Estor, de Entretelas. Alfombra, de BSB. Plantas, de Mayflower.

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Una alfombra que no tenga el tamaño adecuado

"No merece la pena que sea ni demasiado grande, ni demasiado pequeña. Es crucial que el tamaño de la alfombra se ajuste al espacio del sofá. Por eso, es importante calcular cuidadosamente sus medidas. Debe ser lo suficientemente grande como para que, al menos, las patas delanteras de todos los muebles que la rodean, descansen sobre ella. Esto ayudará a unificar el espacio y crear una sensación de unidad", comenta Marta Tobella.

Salón con sofá blanco y mesa de centro de madera.

Lámpara de sobremesa, de D'Oliver. Vitrina, de Olsson & Jensen. Alfombra, en Lauritz.

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Una mesa de centro más grande que el sofá

"Es importante calcular bien las dimensiones de la mesa de centro. En ocasiones he visto planos o casas con una mesa de centro con capacidad para más personas que el sofá. A la inversa, un sofá más grande, puede tener sentido en una familia grande, pero lo ideal es que sofá y mesa acojan a la misma cantidad de personas. Es decir, si tenemos espacio para ocho en la mesa, es importante que estos ocho también puedan sentarse cómodamente en el sofá, o que haya un espacio con butacas y lugares disponibles que considere la misma cantidad de personas", indica Marta.

Salón con muebles de madera oscura.

Sofá y alfombras, de IKEA. Mesa de centro, de Mercader de Venecia. Mesa auxiliar, de Merc&Cía. Librería de teca, de India&Pacific. Mesa auxiliar redonda, de Little House.

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¿Muebles diferentes en la misma pared?

"Con esto me refiero a piezas del mobiliario que son del mismo material y acabado, pero que tienen formas y tamaños diferentes. Pueden suponer un "problema", especialmente cuando se colocan en el mismo frente. Ver en una pared un mueble bajo con cajones, una vitrina y un banco para la tele dará un aspecto desorganizado si estos muebles no armonizan entre sí", afirma Marta Tobella.

Salón-comedor en tonos neutros y muebles de madera.

Sofá, butaca y puf, de Gervasoni. Mesa de centro, de Taller de las Indias. En el comedor, Mesa de Margo Studio, sillas de Ethnicraft y lámpara en Punto Luz.

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Demasiadas luces del techo

"No merece la pena tener un exceso de luces empotradas en el techo, que no contribuyen en absoluto a una iluminación cómoda y agradable. Por lo tanto, es recomendable optar por otras opciones de iluminación más adecuadas y funcionales", aconseja Marta. La combinación de diferentes fuentes de iluminación, no solo te ayudará a crear un ambiente equilibrado y acogedor, sino también te permitirá adaptar la luz según las diferentes actividades y momentos del día.

Salón con dos sofás de piel enfrentados.

Sofás de Timothy Oulton, en Londres.

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Un sofá de piel no siempre merece la pena

"Solo si es un sofá chester o un modelo antiguo con la tapicería envejecida. Los nuevos suelen ser incómodos en verano y en invierno. Es más confortable el tacto de un tejido", confiesa la interiorista.

Salón decorado en tonos claros.

Sofás tapizados con tela Alberta de Villanova. Mesas de centro diseño de Lalzada. Mesa auxiliar de Crisal. Alfombra de Alfombras Peña.

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Cuidado con las lámparas de techo

"No merece la pena tener una lámpara de techo si no cuelga encima de un mueble. Es preferible que siempre tengan algo debajo (una mesa, una consola…), si no, es fácil chocar contra ellas. Menos aún si el salón no tiene una altura suficiente para que la lámpara quede colgada de manera segura y sin obstruir el paso", dice Marta.

Salón con sofás blancos enfrentados y televisor en banco de madera.

Sofás a medida de Deco Lur Sofá. Mesa de centro de Taller de las Indias. Butaca de &Tradition. Banco de Export Junk.

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No merece la pena tener un mueble bajo para la tele

"Mucho mejor que la tele esté colgada en la pared, integrada en una librería o que tenga su propio pie, un pie ligero y bonito. Y de estar en un mueble que sea en todo caso un banco largo", apunta la decoradora.

Salón con sofá blanco con espejo detrás.

Sofás diseño de Seawashed. Mesa de centro artesana. Cojins, de Mrs. Bloom y Alalimón.

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Añade: espejos (siempre que puedas)

En el recibidor, el salón, el comedor y hasta el dormitorio. Un espejo no solo subirá el nivel decorativo de cualquier estancia y te ayudará a darle estilo, sino que también reflejan la luz y amplían el espacio. ¿Se pueden tener más ventajas?

Salón moderno con gran ventanal.

Salón con sofá de Tapidisseny y mesa de centro de Hanbel.

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Evita: obstáculos a la luz

Uno de los mayores activos de un piso pequeño es la luz natural. Por eso, es importante que la decoración respete cada ventana o ventanal que tenga tu casa y por donde se cuele el sol. Evita colocar obstáculos que lo impidan y deja estas entradas de luz tan despejadas como sea posible.  

Salón con sofá blanco y suelos de madera.

Salón con sofá diseño de Bárbara Sindreu y realizado por Miki Beumala. Butaca de Coton et Bois y mesita auxiliar de Little House. Mesas de centro diseño de la decoradora.

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Evita: paredes o suelos oscuros

Cuando los metros escasean, todo recurso es válido para ampliar el espacio. Por eso, es importante evitar pintar las paredes de colores oscuros que pueden empequeñecer el espacio, pero también hacer que parezca más oscuro. Y el mismo efecto tienen los suelos oscuros. Decántate mejor por maderas claras como el roble, haya o fresno.  

Salón con total white look.

Salón con sofá, de Ikea. Mesas redondas, de Maisons du Monde. Taburete de bambú y mesa auxiliar de madera, en Deco & Living. Alfombra, en Kenay.

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No a un look 'total white'

Si bien el blanco siempre será una opción atemporal, su uso exclusivo en todas las paredes puede resultar monótono y aburrido. Se recomienda combinarlo con otros colores para agregar profundidad y personalidad a la decoración de un salón moderno.

Salón con sofá, butacas, alfombra de cuadros, molduras y paredes azules marinas.

Butaca de cuero y mesa de centro, de Cidón. Sofá, de Gloss & Raffles. Alfombra, de Tailak.

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Sí al azul marino por su elegancia y serenidad

El azul marino ha ganado terreno en el mundo del diseño interior, convirtiéndose en el color protagonista para pintar el salón. Su capacidad para crear un ambiente sofisticado y relajante lo ha vuelto irresistible para muchos. Combínalo con tonos blancos o beige para resaltar su presencia y añade algunos detalles dorados para un toque de lujo.

Salón con paredes verdes, accesorios de fibras y muebles de madera natural.

Sofás, de Miki Beumala. Mesas de centro, butacas y alfombra, de Coco-Mat. Puf blanco, en Calma House y lámparas, de Serge Mulle.

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Sí al verde salvia para tener la naturaleza en casa

El verde salvia es un color que evoca la calma de la naturaleza y se ha convertido en una de las opciones más populares para pintar el salón. Este tono suave y reconfortante transmite una sensación de equilibrio y armonía. Complementa el ambiente con muebles de madera clara y plantas para crear una atmósfera acogedora y conectada con la naturaleza.

Salón con sofá azul, cortinas vaporosas y paredes beige con arrimadero.

Sofá, de Miki Beumala. Butaca Croissete, de Honoré, en Carlina Blue. Mesas de centro y lámparas, de Little House. Mesa auxiliar, de Ethnicraft, en La Maison. Cuadro, en Sacum.

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No al beige aburrido

El beige, una vez considerado un color seguro y clásico, ha perdido protagonismo en los salones modernos. En su lugar, las personas buscan colores más audaces y emocionantes para dar vida a sus espacios.

Salón abierto al comedor de estilo rústico con pared pintada de color terracota.

Butacas, de Merc&Cia. Sillas de ratán, de Westwing. Lámparas de techo, de Hotel Solutions.

El Mueble

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Sí al terracota por su calidez y estilo rústico

El terracota ha regresado con fuerza para inundar nuestros salones de calidez y un encanto rústico. Este color cálido y acogedor aporta personalidad al espacio y se puede utilizar tanto en paredes como en detalles decorativos. Combina este tono con elementos en tonos tierra y textiles naturales para lograr un estilo bohemio y a la moda.

Salón con paredes revestidas con palillería de madera.

Pared revestida con listones de madera, realizado a medida y diseñado por RM Studio. Suelo laminado, de Pergo..

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Superficies continuas de madera

Cuando se apuesta por el mismo material y se elimina la diferencia de texturas y acabados entre distintas superficies, es fácil conseguir una apariencia ordenada, una atmósfera elegante y sofisticada. Además, se evita la interrupción visual y el espacio parece más amplio.

Listones de madera decorativos para ocultar el televisor.

Mueble que oculta la TV, diseñado por Dorotea Estudio. Lámpara de pie, de Vibia. Alfombra, de KP, en Gancedo.

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Unas puertas correderas que ocultan el televisor

Para este salón, las interioristas de Dorotea Estudio diseñaron unos paneles de listones de madera que se deslizan suavemente para cubrir el televisor cuando no está en uso. Una solución que suma estilo, calidez y orden visual.

Adhesivos con velcro.

Salón con sofá beige, cojines y composición de cuadros en la pared.

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Adhesivos con velcro

Los colgadores adhesivos con velcro son una solución ingeniosa para colgar cuadros de forma segura y removible. Simplemente, adhiere una tira de velcro al cuadro y otra en la pared. La combinación de velcro proporcionará una sujeción fuerte y estable, permitiéndote retirar los cuadros cuando lo desees sin dejar rastros de adhesivo en la pared.

Colgadores para cuadros

Salón con sofá gris, cojines de colores, vigas de madera en el techo y cuadros sobre el sofá.

El Mueble

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Colgadores para cuadros

Los colgadores para cuadros están diseñados específicamente para sostener marcos de cuadros y distribuir el peso de manera uniforme. Vienen en varios tipos, como colgadores con dientes de sierra, colgadores en forma de D y colgadores con alambre. Selecciona el colgador adecuado según tu tipo de marco y pared para una exhibición segura.

Espejo sobre la chimenea en el salón.

Sofá, de Ruifer, fabricados a medida para Coton et Bois. Mesa de centro, de Taller de las Indias. Espejo, de Crisal. Lámpara de pie, de El Corte Inglés.

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Espejos para ganar amplitud y luminosidad

Ya sabes que los espejos reflejan la luz y crean la ilusión de una mayor amplitud. Por eso, son especialmente útiles en espacios pequeños o estrechos, como pasillos, recibidores o baños. Pero también encontrarás modelos que son piezas decorativas por sí mismos, ideales para añadir un toque de estilo y sofisticación al salón o el dormitorio. Se convertirá en punto focal de la decoración.

Pared del salón decorada con una estantería.

Salón con sofá, de IKEA.

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No solo libros

Porque en una estantería de pared puedes colocar otros elementos decorativos que sumen interés visual como pequeños jarrones o marcos con fotos. Eso sí: es importante que el mueble que elijas no se coma el espacio. Baldas voladas o una estantería escalonada son opciones perfectas. Y recuerda mantener la estantería organizada y no sobrecargarla con demasiados objetos.

Pared del salón decorada con una composición de cabezas de animales de tela.

Sofá, de Frajumar. Mesas de centro, diseño de Luderna Design. Cabezas de animales de tela, de Soft Heads.

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Decorar con cabezas de animales

Si quieres que estos elementos tengan una presencia sutil (dentro de lo que cabe) elígelos en la misma paleta de color, ya no solo de la pared, sino también del resto de telas, como se ha hecho en este salón. Y si prefieres un aspecto más llamativo y atrevido, apuesta por colores vibrantes y audaces. En cualquier caso, juega con diferentes tamaños de cabezas de animales y organízalas en una disposición que se ajuste al tamaño de tu pared. 

Salón con sofá blanco, alfombra de fibra y cojines en tonos verdes y rosas.

Salón con sofá blanco, alfombra de fibra y cojines en tonos verdes y rosas.

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Textiles de baja calidad

"Al elegir alfombras, cortinas, cojines u otros textiles, opta por materiales de buena calidad. De lo contrario, pueden desgastarse rápidamente y afectar negativamente el aspecto general de la decoración", dice Sol.

Salón con dos sofás enfrentados y mesas de madera,

Sofás, de Pedro Ros. Mesas y cojines, de Batavia. Alfombra, de Tailak.

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Muebles o elementos poco funcionales

"Asegúrate de que los muebles que elijas sean funcionales y se ajusten a tus necesidades. Evita gastar dinero en piezas que solo lucen bien pero no cumplen con su propósito práctico en tu casa", aconseja nuestra estilista.

Salón con sofás blancos, cómoda antigua y alfombra de pelo largo

Sofás y alfombra, de IKEA. Escalera, en Batavia. Cortinas, de Habitat.

El Mueble

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Una alfombra de pelo largo (muuuuy largo)

"Prefiero las alfombras de pelo corto, de lana o de fibras vegetales. Los diseños de pelo largo, especialmente aquellos con pelos extremadamente largos y densos, dan sensación de ser menos limpias o más difíciles de mantener. Tienden a acumular más polvo, suciedad y restos de comida, lo que puede requerir una limpieza más frecuente y minuciosa para mantener la alfombra en buen estado", apunta la decoradora. 

Las alfombras de pelo corto son más fáciles de limpiar y mantener, ya que no acumulan tanta suciedad como las de pelo largo. Un aspirado regular suele ser suficiente para mantenerlas limpias. Y además, tienden a dar una apariencia más ordenada al ambiente.