Porches

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Salón de verano bajo pérgola de sabor campestre.

Alfombra de Ikea y cortinas de Zara Home. 

El Mueble

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Un salón de verano campestre y romántico

Son las dos palabras que nos vienen a la mente cuando vemos este bucólico salón de verano: campestre y romántico, con sus vaporosas cortinas blancas. Contrasta con esta estampa el gran sofá tapizado en "L" de aire más actual, que aprovecha el espacio al máximo. 

Porche a la luz del día con sofás, cojines, sillones y pufs.

Mesas de centro Mastholmen, pufs Alseda, butaca de yute Stockholm 2017, lámpara solar Solvinden, cortina Idamarie, lámparas de techo Torared y alfombras, todo de Ikea.

El Mueble

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Un porche muy natural rodeado por el campo

Este porche es 100% natural. Por sus vistas despejadas al campo, en el que parece fundirse, y por la elección de materiales con el que se ha vestido: fibras, textiles naturales y muchas plantas, como esa preciosa buganvilla que colorea este espacio. 

Porche con comedor de verano con banco.

Mesa y sillas de Kettal, lámpara de Marset. 

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Un comedor de verano que ha ganado vistas y asientos

Este porche ha mejorado, ¡y mucho!, tras pasar por las manos de la decoradora Meritxell Ribé, de The Room Studio. Se aprovecharon las obras para abrir esa gran ventana, que regala unas preciosas vistas al paisaje y las playas de la costa barcelonesa, y se completó el espacio con un banco de punta a punta del porche. 

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Las mejores reformas que puedes hacer en verano

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Unidos y separados

El aspecto supernatural de este porche es clave en su (íntima) conexión con el jardín. Y es que los troncos que lo sostienen se han mantenido en su estado más natural. La vid y la hiedra que decoran el porche incrementan el efecto.     

Sofás de obra. Alfombra, de IKEA.
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Una terraza supercompleta que conecta con el jardín

Esta terraza techada cuenta con zona de estar, comedor y cocina exterior. Pero lo mejor es que está a la altura del jardín, haciendo que todo el espacio sea tan solo uno. El jazmín chino que crece por las columnas y la ampelopsis (una planta trepadora) que baja por el tejado crean un manto verde muy acogedor.  

Butacas y mesa de centro, de Taller de las Indias.
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Cuando el jardín invade la terraza

¿Que aún quieres más verde en la terraza, además del que te conceden las vistas? Deja que una trepadora crezca por las paredes o por una columna, llenando de (aún más) frescor el ambiente.  

Sofás, banqueta y mesa de centro, de Ajanta Interiores. Cojines, de Alfombra Etnicas.
Porche con sillas colgantes

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El mejor sitio del mundo para relajarse

Rodeado de plantas –algunas en macetas–, este espacio es el rincón perfecto para desconectar del mundo y olvidarse de todo. Cálido y fresco a partes iguales gracias tanto a las fibras de las sillas colgantes, farolillos y cestas, como a las plantas de exterior que lo protegen. 

Sillas colgantes y alfombras redondas de Catalina House. Lámpara de La Maison y faroles de Carolina Blue
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Una terraza que mira al jardín

Como antesala de ese jardín, la terraza se impone como espacio de relax y armonía. En él, el blanco de las tapicerías y del cañizo pintado multiplican la luz sin perder calidez gracias a las fibras que protagonizan este salón exterior. Una terraza con una decoración exquisita. 

Sofás diseño de Marta Prats y realizados por Carlos Santiago. Butaca, mesas, lámpara y pufs de Sacum. Plantas de Jardiland. Cortinas de Ikea
Comedor de verano clásico con mesa y bancos de madera y sillas en tonos beige.

Mesa y faroles, de Meridiana. Alfombra, de KP. Plantas, de Garden Center Balbuena.

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De estilo clásico

La mesa de madera que protagoniza este comedor, con una imponente presencia, no se pierde de vista gracias a las sillas elegidas para acompañarlo. Por un lado bancos en los laterales largos, que no roban las vistas, y coronando la mesa, unas butacas con fundas beige y faldón que potencian el clasicismo del que presume este porche. Los faroles que coronan el techo sirven para diferenciar los ambientes, sin que se vea afectada su unidad.

Comedor de verano con sillas de mimbre y lampara de fibras.

Mesa, de Mercantic. Sillas, de bambú, y cortinas con tela de Yutes, en Cado. Mantel, de Filocolore. Vajilla, de El Corte Inglés.

El Mueble

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Un comedor de verano de tonos neutros

Alejado de todo y con vistas al monte, este comedor de verano es relajado, acogedor y emplea los tonos de la naturaleza para fundirse con ella. Madera, fibras, beige y toques verdes son la clave para conseguirlo.

Comedor de verano bajo un porche con sillas de madera.

Mesa y cortinas, de Catalina House.

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Un comedor de verano con las mejores vistas

Y es que con esas unas impresionantes vistas, no es necesaria una decoración de exterior que le quite protagonismo. De hecho, no podía ser más sencillo: unas sillas de madera con asiento y respaldo de rafia y una mesa vestida con un sencillo mantel blanco. El suelo de microcemento y el porche con toldo blanco reflejan la luz y lo hacen muy luminoso. 

Comedor exterior con mesa de madera y lampara y silla de fibras.

Mesa de Carlos Santiago, sillas de Catalina House y lámparas de Cosydar Deco.

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Un comedor de verano con detalles en rojo

¿Quieres dar algo de color a tu comedor de verano? Utiliza los textiles y las plantas para hacerlo. Haz como la interiorista Marta Prats en este porche: añade cojines en un vibrante rojo, el mismo que los servicios de mesa. Y no te olvides de alguna planta que luzca el mismo color. 

Comedor exterior con butacas y lámparas de techo de fibra vegetal.

Porche con sillas y lámpara de techo de fibra vegetal.

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Un comedor de verano muy 'slow'

De esos en los que la vida no pasa y se viven verano infinitos, con agradables y eternas sobremesas a la fresca. Las fibras son las principales protagonistas, que no solo se encuentra en las sillas, sino también en la decoración de la mesa. Los pequeños detalles en mostaza se camuflan a la perfección con este material, sin llamar la atención ni robar miradas.  

Comedor exterior con mesa blanca y elementos decorativos en tonos blancos.

Sillas, de Adaleya. Lámpara de techi, de Gajisa. Mesa, de Wood Factory.

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Con la mesa blanca

Este comedor de verano consigue su frescura en la mesa blanca que lo protagoniza y que, además, está cubierta por un mantel también blanco. Para dotarlo de armonía, los cojines de las sillas son del mismo color. 

Porche de verano decorado por el Corte Inglés.

Mesa del comedor, alfombra, lámpara de techo y elementos decorativos de El Corte Inglés.

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Un porche de verano en rosa y fibras

Todo transmite calidez y frescura en este comedor de verano. Los textiles en blanco y rosa incrementan su estilo romántico, mientras que la madera y las fibras ayudan a que sea cálido y moderno. Copia el look de este porche protagonista de la revista de El Mueble y decorado por El Corte Inglés.  

Comedor exterior con textiles en verde suave y beige.

Sillas, de Hanbel. Pavimento, de barro cocido y cemento.

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¡Qué fresco!

Este porche de madera tiene un emplazamiento muy especial entre los árboles, que aseguran un espacio fresco y en el que no falta la sombra. Los textiles, verde suave y beige en el mantel y rosa empolvado en los cojines, acentúan un estilo dulce y relajante, perfecto para el verano. 

Comedor exterior con vistas al mar y decorado en tonos verde agua.

Mesa, diseño de Blanca Tey. Sillas, de mimbre, de IKEA. Lámparas de techo, de India&Pacific.

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Con vistas al mar

Nada hay más refrescante que un comedor con vistas al mar, olor a salitre y que se vea bañado por su fresca brisa. Para potenciar esa conexión, la decoración de la mesa se ha elegido de color verde agua, como el del mar.

Comedor exterior fresco y protegido con cortinas blancas.

Mesa, banco y cortinas, de Catalina House.

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Un comedor de verano fresco y protegido

Para no restarle estilo rústico a este comedor de verano, la sombra se consigue gracias a las cortinas blancas que, además de intimidad, impiden que el sol moleste cuando se está comiendo. 

Comedor exterior con mesa redonda y sillas de mimbre con patas de metal.

Mesa, de Interior Facelift. Sillas, de Garden Trading. Lámparas de techo, de Tine K Home.

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Un comedor de verano con una mesa redonda

Una gran mesa de madera redonda de estilo protagoniza este comedor de estilo ibicenco, coronado por tres grandes lámparas de fibras, que le restan un poco de seriedad. Las sillas de mimbre y con patas de metal acentúan ese aspecto desenfadado que se completa con la vajilla de color aguamarina. 

Comedor exterior situado en un cerramiento de hierro y cristal y rodeado de verde.

Mesa y sillas en Aquitania yl ámpara de Mestizo Store. Cerramiento en hierro y cristal de Serralleria Mase.

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Un comedor de verano rodeado de verde y piedra

Porque este acogedor comedor de verano se ubica bajo un porche y rodeado de paredes de piedra, que encuentran la frescura en las hiedras que suben por todas y cada una de ellas. Así, además de la sombra, es sereno, relajante y, sobre todo, muy veraniego.

Porche rústico de verano con luces.

Porche con mobiliario, de IKEA. 

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Con vistas y muchas luces

Vivir las noches de verano en el campo es un auténtico privilegio. Sus colores se funden con los aromas, a la vez que el sol cae tras las colinas. Este porche rústico es el mirador perfecto. Estas vacaciones, siéntate en su banco de obra en forma de L, bajo la luz de sus lámparas de fibras y la calidez de las velas y prepárate para disfrutar del espectáculo.

Porche rústico acristalado con ventana y planta trepadora.

Sofás de obra. Mesa de centro, diseñada y realizada con maderas recicladas por la interiorista Ingrid Berni. Butaca, de Passi. 

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Cerrado y acristalado

En esta imagen, no vemos un porche de estilo rústico acristalado al uso. Su ventana con marcos negros, dice mucho más que eso. Por un lado, el banco de obra, la mesa de madera recuperada y los puffs de fibras, dibujan un porche campestre. Y, por el otro, detalles como las cortinas, el cuadro y las luces con pantalla nos transportan al interior de la casa.

Porche rústico iluminado de noche con velas y con paredes piedra.

Banco de obra y las tapicerías, diseño de Ester Prat. Colchonetas beige, de Cusó Tapissers. Puffs de mimbre, de Jaime Beriestain. Alfombra, de Filocolore. Mesa de centro, diseñada y realizada por Lizarriturry Tuneu Arquitectura.

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Con encanto de día y de noche

Durante el día es un porche rústico con encanto. Durante la noche, un refugio de piedra donde no pasan las horas. Este acogedor porche de obra cerrado con vigas y ventana, te atrapa con solo mirarlo. La cálida iluminación de las velas, las fibras y los cómodos sofás blancos, en forma de L, crean una atmósfera íntima única. 

Porche iluminado de noche con guirnaldas y pérgola.

Mesa y bancos, diseño de la interiorista Ingrid Berni. Lámparas, de Côte Decó. 

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Con luces solares y comedor de ensueño

Si las tardes con brisa en verano son una maravilla, las noches al fresco son un regalo. En este porche iluminado, las cenas al aire libre son un básico. Se ha delimitado la zona del comedor con un suelo distinto y una bonita pérgola, cubierta de verde. Una guirnalda de luces solares abraza el espacio, mientras que los detalles de madera, los farolillos, las velas y las fibras hacen el resto.

Porche rústico con cortinas, pérgola y sillas modernas.

Sillas modelo Panton, de Casa y Campo. Mesa de madera y hierro, realizada por el propietario de la casa y lámpara de techo, de DM Interiors.

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Un porche moderno con detalles clásicos

¿Te habías imaginado nunca cómo sería un porche moderno con toques clásicos? Pues aquí tienes un buen ejemplo. La decoración del jardín de esta casa de campo ha encontrado el equilibrio perfecto. La mezcla de estilos consigue un resultado de ensueño. ¿Cómo? El porche está cubierto con plantas, mientras que una lámpara de araña, súper clásica, cae sobre una mesa de madera y sillas de diseño vanguardista. 

Porche rústico cubierto por una pérgola de madera.

Porche con sofá, de obra. Alfombra, de IKEA. Cortinas, de Zara Home. 

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Relajado con cortinas

Un porche rústico cubierto por una pérgola de madera es la mejor opción para alargar las sobremesas de verano. Si le añades mucho verde y algunos detalles de fibras, como este puff o la alfombra, ¡no querrás ir a otro sitio! En su banco cabe todo el mundo. Y sus cortinas blancas ambientan una tarde de brisa relajada, que no debería acabar nunca.

Porche rústico con enredadera.

Butacas y mesa de centro, de Taller de las Indias. Alfombra, en Sacum. 

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228.

Con cubierta de obra y trepadoras

Quien tiene una casa de campo tiene un tesoro. El porche es el rincón perfecto para pasar tiempo en familia en verano. Si tienes un techo de obra como este, puedes añadir unas trepadoras para enmarcar el espacio. Unos detallitos de fibras en objetos decorativos, unas sillas de mimbre y ¡voilà! A disfrutar.

Comedor exterior con muebles de madera recuperada.

Comedor exterior con muebles de madera recuperada.

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229.

Con piedra y muebles recuperados

Este porche de piedra rústico parece salido de un cuento de hadas. La fachada de la masía donde se encuentra está cubierta de hiedra. Y la naturaleza parece fundirse en su comedor, decorado con muebles de madera recuperada y textiles con estampados y tonalidades súper veraniegas. 

Porche rústico con lámparas de fibras y banco.

Mesa y bancos de piedra, a medida. Mantel de Filocolore. Sillas, de Aquitania.

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230.

Un porche rústico muy fresquito con vistas

La cubierta de cañizo pintada de blanco le da un aire muy personal a este porche rústico con vistas al mar. Los textiles en tonos claros también juegan un papel muy importante: aportan luz y calidez al espacio. Y la mesa con un banco de madera y las tres lámparas de fibras son el toque diferencial. 

Porche rústico con muebles de fibras y comedor exterior.

Sillas y sofás de ratán de Sempre. Mesa de Kabila. Mantel y copas de Zara Home. Jarra y jarrón de Becara. Alfombra de Gancedo. Cesto y plantas de Los Peñotes.

El Mueble

231.

Una casa de campo con columnas y ratán

Cuando pensamos en decoración de porches rústicos, no podemos evitar imaginarnos un rincón para vivirlo. Y este porche lo cumple a la perfección. Tiene dos zonas diferenciadas: el salón y el comedor exterior. Sillones de ratán, grandes macetas, farolillos de colores... ¿y qué nos dices de las columnas clásicas que sujetan las vigas de madera?

Porche rústico con encanto luminoso.

Sofá de obra, diseño de la propietaria, con colchoneta tapizada con tela de cachemir. Mesa de centro, de Cavón Antigüedades. Alfombra, de cachemir. 

El Mueble

232.

Con tonos tierra y mucho encanto

Pasaríamos la tarde entera en este porche disfrutando del atardecer. ¿Te has fijado en su luz? Es mágica. Los tonos tierra del suelo del porche ayudan proyectarla entre enredaderas y vigas de madera, para crear una atmósfera súper cálida. Al lado, un bonito comedor con muebles de madera y efecto recuperado. 

Porche rústico con muebles de fibras y plantas de exterior.

Porche con muebles de bambu´ y la´mparas, de Tine K Home. Mesa y portavelas, de Trends. Cojines y plaid, de Textura. La´mparas, de Tine K Home.

El Mueble

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Con fibras naturales y aroma mediterráneo

Este exterior transmite paz y serenidad. Su propietaria e interiorista, la inglesa Camilla Falconer, ha conseguido diseñar un porche muy natural con alma ibicenca gracias a las súper lámparas, los detalles de fibras, los textiles con tonos naturales y los muebles de bambú.

Porche rústico con muebles de fibras.

Sofás y cojines de Maisons du Monde. Mesas auxiliares de Ixia. Lámparas de Better & Best. Sillones de Ikea.

El Mueble

234.

De lujo con piezas low cost

El porche de casa de campo en la Costa del Sol nos ha dado una lección deco: si quieres, puedes. Las decoradoras Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font han mezclado varias piezas low chic con otros detalles más caros para conseguir un efecto de lujo, con muy poco y unos toques de color.

Porche con sillas colgantes

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Sillas colgantes dentro y fuera

¿Qué puede ser más placentero que pasar la tarde en una silla colgante al fresco? Si echas un vistazo a los catálogos de las grandes firmas de decoración, verás que los columpios tanto de interior como de exterior son tendencia. A nosotras nos encantan los de fibras naturales, ¡quedan super fresh!

Sillas colgantes y alfombras redondas de Catalina House. Lámpara de La Maison y faroles de Carolina Blue. 
Porche con sofás y butacas de bambú, cojines en tonos blancos y azules, alfombra y lámparas de fibras 00525552

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Lámparas XL en porches y terrazas

Las lámparas de exterior se han vuelto grandes, muy grandes, y es que la tendencia oversize se seguirá imponiendo en porches y terrazas. Elígelas en yute, ratán o cualquier tipo de fibra natural, y si puedes, ¡emparéjalas!

Muebles de bambú y lámparas, de Tine K Home. Mesa de centro, de Trends Home. 
Porche con comedor exterior y cocina.

Sillas, de Taller de las Indias. Lámpara de techo, en Little House. 

El Mueble

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Con barbacoa y una completa cocina de exterior

Este comedor es un lujo. No solo porque su amplitud y sus vistas al jardín, sino porque cuenta con una cocina de exterior de lo más práctica. En un extremo, tiene su gran barbacoa, y una gran encimera de trabajo integra el lavamanos. La estructura de obra se ha cerrado con cortinas que le dan ese aire tan mediterráneo y rústico. En definitiva, un comedor de verano perfecto para disfrutarlo en familia. 

Comedor de exterior en porche con mesa cuadrada, sillas de fibras y banco.

Mesa y sillas, de Aquitania. Lámpara, de Mestizo Store. 

El Mueble

238.

Rústico y abrazado por el verde

Madera, fibras y mucho verde. Estos son los tres elementos que definen este comedor de exterior. Su gran mesa cuadrada se ha equipado con cómodas sillas de fibras y un banco, que permite arrimar al máximo la mesa a la pared. Y, para darle un punto de frescor y vinculación con lo verde, la pared trasera se ha tapizado con trepadoras. 

Comedor exterior bajo un porche con techo de cañizo.

Mesa y bancos de piedra, a medida. Mantel de Filocolore. Sillas, de Aquitania

El Mueble

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Un comedor de exterior con las mejores vistas

Banco, verde y azul son los colores que se imponen en este comedor de exterior. El blanco de la mesa y el banco de piedra y el techo de cañizo, así resulta más fresco en verano; el verde de la naturaleza que rodea este porche; y el azul del mar. ¡Un trío sinónimo de éxito!

Porche de casa en Ibiza en medio de la naturaleza y vistas al mar

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4. Un casa muy mediterránea en la Ibiza más agreste

Viendo estas vistas, el efecto ¡Wow! está asegurado. Y esto es lo que les ganó a los actuales propietarios, porque la casa estaba, literalmente, en ruinas. Una reforma muy cuidadosa supo sacar lo mejor de la casa y de su frondoso jardín mediterráneo, que da intimidad y mucho color a la vivienda. Los porches, con las típicas paredes encaladas de la isla, abren la casa a su jardín y se convierten en una extensión casi natural de la vivienda. 

Porche de verano en blanco

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Un porche que es una ventana al paisaje

En esta casa la vida discurre, sobre todo, en el exterior. Por eso la decoradora cubrió el porche con un techo de cañizo, que tiñó en blanco para darle más frescor, y proyectó un banco que amplía la capacidad de asientos sin obstaculizar las vistas a la piscina. 

Sillas de Teodora BCN y cortinas de lino de Knowhaus. 
Porche blanco con gran mesa y vistas al jardín y al mar

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Un porche con espectaculares vistas al mar

Cuando cuentas con estas maravillosas vista al mar, ¡qué menos que aprovecharlas! Precisamente, para disfrutarlas al máximo, se ganó un porche donde se habilitó el comedor de verano, que se protegió con un techo de cañizo. Es una opción que da un look muy mediterráneo y, a la vez, protege del sol y deja pasar la brisa, creando una ventilación natural muy agradable.  

salón de casa de verano con chimenea y grandes ventanales que dan al porche y vistas al mar

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Cómo decorar una casa con estilo mediterráneo

Los propietarios de esta casa tenían claro que querían ver el mar desde todos los rincones de su casa y que este fuera el protagonista. Por eso el salón se planificó con dos grandes ventanales que abren el estar al exterior y a sus vistas panorámicas al jardín y al mediterráneo, y se optó por una decoración de base neutra para que nada eclipsara las vistas. Si te interesa cómo decorar una casa de estilo mediterráneo no te pierdas el house tour.

Exterior de masía con.tumbonas y porche y piscina

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1. Una antigua masía en Mallorca de esencia mediterránea

Situada en un enclave natural y con el mar a apenas un kilómetro, esta masía, que ha renacido tras su minuciosa reforma, es la perfecta estampa del estilo mediterráneo. La propietaria e interiorista Camilla Falconer apostó para su amplio exterior por la piedra y las fibras naturales, textiles frescos y con toques de azul, y una decoración sobria y sin artificios, elementos característicos del look mediterráneo.

Jardín con cactus ciprés y buganvillas sobre el porche.

Jardín con cactus ciprés y buganvillas sobre el porche.

El Mueble

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Ágave

Las pitas o ágaves, así como otros cactus, crasas y suculentas, protagonizan con éxito jardines de bajo mantenimiento. Su gran virtud es que casi no necesitan agua, pero tampoco toleran el frío. Colócalo en tu jardín y disfruta de su espectacular belleza. 

Terraza chill out con banco de obra.

Silla, de Coco-Mat.

El Mueble

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Una terraza chill out con un ambiente mágico

Disfruta de tu zona de relajación tanto de día como de noche. Pon especial atención a la iluminación. Además de velas, hazte con lámparas solares y bombillas led, como estas en forma de guirnaldas que eligió el arquitecto Daniel Lizarriturry, en este singular porche con pérgola techada de cañizo. Para amueblarlo, diseñó unos bancos de obra de cemento, sobre los que dispuso colchonetas y cojines, y una mesa de centro ligera.

Terraza chill out en porche con columpio.

Mesa de centro de la decoradora. Columpio, de HK Living. Banqueta y lámpara, de Watt & Veke, en Cado. 

El Mueble

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Un columpio para relajarse

Si tienes un porche amplio, añade a tu zona chill out un sillón balancín para relajarte con su suave vaivén o, si lo prefieres, una hamaca entre árboles. En este de la imagen, la interiorista Jeanette Trensig ha colocado un columpio de fibra en un extremo del sofá de obra en forma de L. ¡No te olvides de colocar unos cojines en su asiento y su respaldo para que sea más cómodo!

Terraza chill out con banco de obra en porche.

Mesas de centro Krokholmen, puf Alseda, alfombra Lovrup, lámparas Knixhult y cojines, todo de Ikea. 

El Mueble

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Una zona chill out en forma de L

La distribución en L es la más agradecida en los rincones chill out porque se aprovecha mejor el espacio. Fue la elegida por la interiorista Natalia Roma para este porche pintado en un tono tierra, como el banco de obra, con las colchonetas en color blanco —a juego con las mesas de centro— y los textiles en beis y azul. El alféizar de la ventana sirve tanto para decorar con macetas como de superficie auxiliar para dejar vasos. ¡Ideal!

Terraza chill out en porche en blanco.

Sofás, banqueta y mesa de centro, de Ajanta Interiores. Cojines, de Alfombra Étnicas. 

El Mueble

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Un rincón chill out dominado por el blanco

Si tienes pensado pintar el exterior de tu casa, hazlo en un blanco roto, nunca nuclear para evitar un exceso lumínico. Es el consejo que les dió la interiorista Ajanta Velasco a los dueños de este chalé, en cuyo porche instalaron su rincón chill out. Estructuras de madera recuperada son las bases de los sofás y un cajón tapizado en gris, hace de mesa de centro. En lugar de pared, un ventanal comunica el exterior con el interior, iluminándolo todo. 

Terraza chill out por la noche.

Mesas de centro Mastholmen, pufs Alseda, butaca de yute Stockholm 2017, lámpara solar Solvinden, cortina Idamarie, lámparas de techo Torared y alfombras, todo de Ikea. 

El Mueble

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Cálido y acogedor

No hace falta gastarse una millonada para que tu rincón chill out rebose estilo. Un banco de obra es lo más fácil y asequible, como el de este porche rodeado de campo. Y para amueblarlo, nada mejor que irte a una tienda low cost y elegir piezas de fibra y algodón que le den ese toque cálido. En este, por ejemplo, todo es de Ikea ¡y ha quedado precioso!