Jardines Piscinas Verano Flores Terrazas Patios Porches Muebles de exterior Compras 101 /608 Zona exterior con sillón de mimbre y detalles decorativos de madera y fibras naturales. El Mueble 101. Añade flores con mucho color Si necesitas color en tu jardín la mejor manera de conseguirlo (y la más barata) es a través de las plantas de exterior con flor. Estudia la floración de las diferentes especies, averigua cuándo se produce, y establece un calendario de plantaciones para conseguir un jardín florido durante la mayor parte del año. Es una idea asequible que suma belleza y alegría a raudales. Puedes elegir rosales de varios colores, gardenias, petunias, lavanda, hortensias, etc. A la hora de seleccionar las especies ten en cuenta el clima de la zona en la que vives y los cuidados de las plantas. Zona exterior de piedra con plantas y piedras decorativas. El Mueble 102. Aprovecha el efecto decorativo de los áridos de jardín Grava, piedra de río, áridos de mármol, etc. Las piedras decorativas son una solución low cost para tu jardín y se pueden utilizar para decorar los pavimentos de exterior, creando efectos muy decorativos. Puedes combinar varios en diferentes zonas, trazar senderos, delimitar praderas de césped, etc. Elige el material que más se ajuste a tu estilo y utilízalo de una forma creativa para decorar tu jardín. Los áridos no resultan excesivamente caros y aportan un toque muy personal. Proyecto de paisajismo, de Elia Garden. Sofá, de Maisons du Monde. Mesa de centro, de La Maison. El Mueble 103. Renueva las macetas. Además de plantas que crecen en el suelo, es buena idea cultivar algunas especies en contenedor, también en el jardín. Los árboles frutales, por ejemplo, se prestan muy bien a ello. Una idea para decorar espacios exteriores sin tener que invertir una gran cantidad de dinero es incluir plantas de jardín en macetas o renovar las que ya tienes. Elige modelos de barro, de aire rústico, esmaltadas, de metal, etc. Fachada de la casa. El Mueble/ Pepa Oromí 104. Una casa centenaria... ¡y tal fresca! “Creía que la casa de mis sueños no existía, porque yo además la quería cerca del centro y con piscina. Ya me había dado por vencida cuando se anunció esta joya del año 1900 y, nada más entrar, supe que era para mí”, cuenta Gemma Gallego i Masmitjà, la interiorista al mando de Knowhaus. Sofá, butacas, mesa y mesas auxiliares de Maisons du Monde. Bandeja de Coton et Bois. Alfombra de Cotlin. Plantas de Elia Garden. El Mueble/ Pepa Oromí 105. Un jardín con encanto ¡y sala de estar! La interiorista devolvió al jardín de la vivienda su afrancesado aspecto original, pensado para ser disfrutado con calma. El estar exterior ya nos da una pista del estilazo que encontraremos dentro. 106. Un espectacular jardín rústico con una piscina de ensueño En esta casa con jardín es tan espectacular el exterior como la vivienda en sí. Este jardín rústico es un oasis de aromas y color: olivos, rosales, frutales, plantas aromáticas, jazmín, buganvillas, plumbago... La esencia mediterránea hecha jardín. Y, frente el porche, la gran piscina, rodeada de piedra y con una zona de solarium refrescada por el verde que la rodea. Sombrillas de Point y tumbonas de Freer Living, firma responsable del paisajismo, la obra y el interiorismo. 107. Un jardín asilvestrado con una pequeña piscina tipo alberca Cipreses, jazmín, olivos, limoneros y una espectacular glicina que cubre de flores liláceas la pérgola en verano... Este jardín, reorganizado por la decoradora Marta Miquel, es típicamente mediterráneo y con un aspecto asilvestrado que le da mucho encanto. La piscina es pequeñita, pero disfruta de unas vistas maravillosas. Butacas de Inthai. Mesas redondas y alfombra de Taller de las Indias. 108. Un jardín siempre verde y en flor con una soleada piscina Este jardín con piscina esconde una curiosa historia. Y es que los propietarios decidieron plantar el jardín, el huerto y el perímetro verde alrededor a la vez que se construían la casa. ¿El resultado? Ahora, la vista es puro campo, salpicado del blanco y del morado de los jazmines del porche y de la buganvilla del chill out. La piscina, en la parte central del jardín, disfruta siempre de sol, sin que ningún árbol le haga sombra. 109. Una piscina desbordante con vistas al mar y a un parque natural El jardín de esta casa, proyectado por el arquitecto Javier Barba, se ha diseñado para mimetizarse de manera natural con su entorno privilegiado. Y es que la casa se ubica en pleno parque natural del Garraf. La piscina desbordante parece una continuación del mar, en el horizonte. 110. Un rincón de relax junto la piscina y a la sombra de un árbol centenario Este jardín, con verde hasta donde alcanza la vista, parece una extensión del prado contiguo. El gran árbol centenario regala la sombra perfecta para disfrutar de un picnic o de una siesta al fresco. Y mejor aún, a un paso de la piscina. 111. Con una piscina pensada para el disfrute de una familia numerosa Pisar el césped con los pies desnudos es un puro placer, pero cuando hay 4 niños pequeños en casa, se tiene que pensar también en la practicidad. Por eso la zona de la piscina de este jardín se protegió con un pavimento de antideslizante que imita la madera y es a prueba de carreras alrededor de la piscina. 112. Un refrescante jardín andaluz con una piscina con vocación de spa En este jardín andaluz, en el que conviven en armonía flores, arbustos y árboles centenarios, la mirada sin duda a la piscina, de un impoluto blanco que contrasta con la vegetación que la rodea. Se trata de una antigua alberca que se rehabilitó convirtiéndola en una piscina de aguas transparentes y con cascada de agua incluida. ¡Qué relax! 113. Un jardín organizado en varios niveles con una piscina-alberca Este jardín respira a campo. Y no es casual, porque pertenece a una masía centenaria con una vasta extensión de terreno reconvertido en jardín. Rehabilitada por Lizarriturry Tuneu, el porche ocupa la posición más elevada y, frente a ella, la piscina, una estructura de nueva construcción que simula las antiguas albercas de las casas de campo. Mesa redonda, en Penthouse Artohome. Sofá y butacas similares en Kettal. 114. Un jardín mediterráneo con una vocación muy natural Este jardín es de nueva creación, pero el equipo de Lizarriturry Tuneu aprovechó muchos de los ejemplares que ya había en el jardín antes de la rehabilitación de esta masía medieval. Esto permitió disfrutar de un jardín muy asentado y frondoso en el que incluso la piscina parece que siempre haya estado ahí. 115. Un jardín "pintado" en verde con una piscina con look de embalse El verde es el color que se impone en este relajante jardín con piscina. De hecho, toda la valla es de eugenias y tipuanas, pero también encontramos bojes, cedros, enredaderas, como las que tapizan la preciosa fachada... Y en medio del jardín y junto a la piscina, un falso pimentero, que regala una maravillosa sombra. De la piscina llama la atención el color del agua, también verde. Se debe al gresite de este color, que le da un look de embalse y se integra sin estridencias con el verde que se impone en el jardín. Paisajismo realizado por Jaume Vilaseca Canaleta. Mesa y sillas de Teodora Exteriorisme. 116. Un exuberante jardín mediterráneo con una original piscina cuadrada Este generoso y exuberante jardín destaca por su cuidado look "descuidado", con una mezcla de especies típicas del mediterráneo en general y de la zona de Ibiza en concreto. Su extensión permitió destinar una zona a solarium, con un pavimento de madera recuperada y una piscina a modo de alberca con unas originales teselas blancas y verdes. Los propietarios optaron por este mix para que el reflejo del agua, de un pálido azul turquesa, recordara las aguas de las playas ibicencas.Sofá de bambú, mesas redondas y alfombra, de Miv Interiores. Cojines de mestizo store y plaid rosa de rue Vintage 74. 117. Un jardín silvestre con una piscina de obra Más que un jardín, este vasto exterior parece un cachito de prado particular. Y no es casual, ya que la propiedad está rodeada de naturaleza y a un paso del río Tiétar. Así, en el jardín conviven plantas salvajes con jazmines, frutales, parras... y en una elevación del terreno se ha insertado la piscina de obra, inspirada en las antiguas albercas. La decoración de este jardín es tan natural como relajada. 118. No te olvides del solárium "Elige la zona que recibe más horas de sol. Es importante asegurar un mínimo de sombra para que sea realmente agradable: una sombrilla articulada, una pequeña pérgola, un toldo... y un punto de agua (ducha, fuente) donde refrescarte si lo necesitas", añade Lucía Lapuente. En esta terraza, además de una zona de estar, se han colocado sendas tumbonas, perfectas para tomar el sol. Y todo queda cubierto por un toldo, cerrado en la imagen, que protege del sol. Sofá, de Kenay Home. Mesas de centro, de Coton et Bois. Alfombra, de Papiol. Silla, de El Corte Inglés. 119. Sillas apilables con estampados originales ¿Y por qué no poner en tu espacio exterior unas sillas atrevidas? Con dibujos geométricos, por ejemplo. Son las que se eligieron en este comedor con gran tino. Su diseño en zigzag imprime movimiento y su color azul, un toque de frescura. Y sí, también son apilables. ¿No son la bomba?Sillas, de Crisal Decoración. 120. Sillas plegables metálicas Al decorar una terraza, un jardín o un balcón pequeño, nada mejor que colocar unas sillas plegables que faciliten su almacenamiento cuando pase el buen tiempo y tengas que recogerlas. Se doblan y ¡ya está! Miguel Gomila, de Aquitania, eligió las tradicionales sillas de metal, a juego con la mesa. En color verde agua te acercan a la naturaleza.Mesa y sillas, de Peña Vargas. Alfombra, de Aquitania. 121. Cómo decorar un jardín moderno Este jardín, aunque de pequeñas dimensiones, lo tiene todo: una zona de césped en la que tomar el sol, una pequeña piscina y, subiendo las escaleras, un cómodo solárium. Para darle un aspecto más moderno se planificó un porche con techo de metacrilato y arcadas, que le confieren un punto entre señorial y moderno. 122. Un jardín muy andaluz Otra opción para decorar el jardín, es aportarle los elementos que te recuerden al sur: blanquea las paredes, cultiva grandes árboles que proporcionen sombra y planta varios geranios en maceta que aporten colorido. Puedes destinar una de las zonas, la que mejor vistas tenga o la que más protegida esté del viento (lo que prefieras), a colocar unas butacas y crear una zona de relax. 123. Que no falte un comedor en el jardín Hay pocas cosas que relacionemos con el verano, el descanso y las vacaciones que comer al aire libre. Por eso, al decorar tu jardín, no puedes dejar de planificar un comedor exterior en el que disfrutar de esos impagables momentos en los que parece que el tiempo se para. Colócalo en una zona con sombra, como bajo un árbol o bajo techado. Si la pones bajo la zona del porche, reviste su techo con cañizo para incrementar el efecto natural y cálido que buscas. Sillas, de Crisal Decoración. 124. Un jardín que lo tenga todo Piscina, comedor, salón y una gran pradera verde en la que tumbarte y que decore el jardín son los elementos básicos que convertirán a la zona exterior de tu casa en tu favorita. Si tienes una zona de porche, puedes poner ahí las zonas sociales, como son el comedor y el salón. Para mayor privacidad y protegeros del sol, coloca unas cortinas, como se ha hecho en este porche. 125. Crea un solárium Si te gusta tomar el sol, al decorar el jardín no dudes en destinar una zona en la que colocar unas cómodas tumbonas en las que hacerlo. Puedes colocarlas en el césped o una zona pavimentada. Aunque tendrás que tener en cuenta el tipo de suelo que eliges: la mejor opción es el composite, un material fabricado con resinas, que imita la madera, no necesita mantenimiento y no se calienta con el sol como pueden hacerlo otros materiales. Tubonas regulables, modelo Riviera, de Skarerak. 126. Utiliza plantas de bajo mantenimiento Para disfrutar de la decoración del jardín sin tener que pasar medio verano cuidando de las plantas, lo mejor es elegir especies autóctonas con escasas necesidades de mantenimiento. Las plantas rústicas son perfectas para ello. Especies como la lavanda, el brezo, la hiedra o la buganvilla necesitarán de pocos cuidados y decorarán el jardín con estilo y elegancia.Mesa y sillas, en Aquitania. Lámpara, de Mestizo Store. 127. Cómo decorar un jardín urbano Si tu jardín es pequeño y su suelo está revestido con baldosas de barro, por ejemplo, puedes colocar pequeños árboles que lo conviertan en todo un vergel. La clave está en elegir especies perennes que ofrezcan sombra todos los días del año y que recreen esa sensación de naturaleza. Para reducir la 'dureza' visual de los suelos, coloca una alfombra. Las de fibras harán que el espacio gane en calidez. 128. Amplía las vistas del salón En un jardín pequeño, una buena idea para conectar el interior con el exterior es planificar un gran ventanal o puerta que comunique los espacios y los unifique. Así, un gesto tan sencillo como sacar la butaca al césped hará que os sintáis en plena naturaleza. Para conseguir sombra, árboles como fresnos, arces o álamos son perfectos para decorar el jardín y que el espacio sea refrescante. Sillas Buterfly, de Leroy Merlin. 129. Un jardín decorado para relajarse Al decorar el jardín, destina una zona de chill out en la que el relax y la calma sean los protagonistas. Utiliza materiales como el mimbre, la rafia o el yute, fibras naturales que, además de proporcionar calidez, crean ambientes muy relajantes. Si colocas estas piezas bajo cubierto, como se ha hecho en este jardín con porche, no se estropearán con el sol o el agua de la lluvia. Un consejo: al decorar tu salón exterior, sigue las mismas máximas que en los de interior. Coloca un cómodo sofá, varias butacas y una mesa de centro en la que apoyar unas refrescantes bebidas o el libro del que estés disfrutando en ese momento. ¡Y no te olvides de las lámparas! Sofá Andala, butacas Shika, mesas de centro, lámparas y alfombra, de Taller de las Indias. 130. Deja que las vistas se luzcan Si tienes el privilegio de tener una casa con unas impresionantes vistas, ya sean del mar o de la montaña, no las cubras. Especialmente si no hay otras construcciones delante que puedan entorpecer su belleza o miradas indiscretas que os incomoden. En este jardín, nada entorpece las vistas del mar, de las que, incluso, se puede disfrutar desde la piscina. La zona del salón exterior puedes colocarla bajo el porche, de manera que el jardín quede como un bello manto verde que se funde con el mar. Sofás Marsella, de El Corte Inglés. Mesa de centro, de Wood Factiry. Puff, mesitas auxiliares, faroles y macetas, de Crisal Decoración. Alfombra Morum, de IKEA. 131. Asegura la privacidad Al decorar el jardín, uno de los aspectos a los que tienes que prestar especial atención es a la privacidad. Así podréis estar completamente relajados, ajenos a las miradas indiscretas, y disfrutar plenamente de vuestro espacio exterior. Una celosía, cañizo o un seto son opciones con un efecto natural muy acogedor. En este jardín, vemos cómo se han planificado varias áreas: un comedor, un salón y la piscina al fondo, todas con muchísima privacidad. Sillas, de Merc&Cia. 132. Mirando a la piscina Si tu jardín tiene piscina, tendrás que integrar ambos elementos para que formen un todo. Una buena manera de hacerlo es con una pérgola de cañizo bajo la cual coloques unas cómodas tumbonas. Así podrás colocarlas de manera que puedas disfrutar de las vistas relajantes del agua o de la visión hipnotizante de los árboles con el movimiento de la brisa. Hamacas de madera de teca, en Teca de Java. Mesa auxiliar, de KK Living, en Petite Lily Interiors. 133. Cómo decorar un jardín rústico Si te gusta el encanto de los jardines rústicos, al decorar el tuyo planifica una pérgola de metal o madera y cultiva una planta que vaya creciendo por sus mástiles. Asimismo, para el suelo, elige grandes piezas de piedra entre las que salga el césped. El resultado será un jardín con un atractivo de lo más natural. Además, con el tiempo, se creará una cubierta que hará las veces de porche. ¿Sabías que las plantas en el exterior ayudan a regular la temperatura, además de protegerte del sol? Debajo podrás poner un salón o un comedor exterior. Mesa y sillas, de anticuario. 134. Deja que la naturaleza siga su curso Si te encanta estar rodeado de naturaleza, deja que esta crezca a su libre albedrío. Seguramente tengas que prestar cierta atención a las malas hierbas y eliminarlas de vez en cuando, lo mismo que cortar el césped. Pero emplea la sombra de los árboles tanto para dar sombra como para conseguir privacidad en tu jardín. 135. Estores para puertas de cocina Si tu cocina, además de ventana, cuenta con una puerta que da acceso a la terraza o al jardín, podrás vestirla también con un estor a juego. Las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa eligieron para esta cocina moderna un estor de lino blanco de Leroy Merlin que con solo tirar de su cadenilla queda perfectamente plegado en la parte superior.Baldosas hidraúlicas, de Azulejos Peña. Encimera de piedra natural, de la Colección terra de Cupa Stone. Taburetes, de Espaço Casa. Apliques, de El Corte Inglés. Estores, de Leroy Merlin. 136. Un sofá verde agua para un estilo playero ¿Y para un salón desenfadado qué sofá elegir? Un modelo en verde agua súper fresco será perfecto. Como este por el que se ha decantado la interiorista Gabriela Conde que le da a la estancia un aire costero. Las paredes en madera alistonada y el techo de cañizo subrayan ese estilo informal que conecta con el jardín exterior. Para dinamizar ese color clarito, nada mejor que optar por cojines en tonos verdes más oscuros, beis y amarillos.Sofá, de Lucky Mora Studio. Estores, de Polo Masclans. Espejo, en Maisons du Monde. 137. 3. Una casa de campo donde siempre es primavera Es probable que esta casa te suene... Sí, esta era la casa de Federica&Co, hasta que decidió mudarse en busca de nuevos horizontes y proyectos. ¡Pero nos encanta revisitarla! Uno de los espacios más especiales de esta casa de campo son sus amplios jardines, con sus rincones casi de cuento, como esta zona de lectura y relax bajo los naranjos. ¡Qué bucólico! 138. En negro para un comedor con vistas Fíjate qué original es la decoración de este comedor. Como da a un jardín exterior, la interiorista Jeanette Trensig ha convertido la pared en un amplio cerramiento acristalado con grandes ventanales que se prolonga por el techo. Liso y en negro, hace juego con las patas de la mesa y el banco. Ahora el comedor cuenta con más luz natural y sentados en él se puede disfrutar del paisaje incluso en días fríos.Sillas, en Cado. 139. Tan auténtico como sostenible El plástico es el anti lujo. Así que, ya sabes: sustitúyelo por materiales sostenibles como el bambú. De esta manera ayudarás al medio ambiente. Terraza con muebles de Vical Home, en Catalina House. Cojines de Sacum, Zara Home y Coco-Mat. Mesitas de Triggo y alfombra, de KP. Jardín vertical, diseño de Paisajismo Urbano. El Mueble 140. Una terraza para vivirla Además de la ansiada calidez, otro detalle fue fundamental para hacer una casa ultra cómoda: pensaron la terraza como una zona de estar interior, con un sofá y butacas de bambú llenos de cojines, mesitas de metal doradas y una alfombra en el suelo. ¿El resultado? "Ahora la terraza es completamente versátil y posee, además, un cerramiento de cristal y un sistema tipo persiana en el techo que se puede abrir o cerrar según la temperatura o el uso. ¡Se aprovecha todo el año!", sigue Sol. Mesas de Wunderkammer, banco y lámpara de mercadillo y sillas de Fermob. Cojines de Tete Gomez Angelats. El Mueble / Pere Peris 141. Un exterior para vivirlo Esta casa ubicada en las afueras de Barcelona cuenta también con una zona ajardinada con piscina y un comedor exterior, ¡no le falta de nada! Porche de madera bajo la glicina en tonos rosas y lilas El Mueble 142. Glicina La glicinia es una planta de exterior con flor que, además, es trepadora, por lo que es muy valorada para crear cubiertas vegetales, decorar fachadas o cubrir una valla. Sus flores de color malva son muy decorativas. Se desarrolla bien en ubicaciones con sol o de semisombra, siempre que reciba al menos 4 horas de luz al día. Aguanta bien cualquier temperatura y necesita un riego constante, evitando los encharcamientos. Consejo: si la plantas en la tierra, ten en cuenta que su sistema radicular tiende a desarrollarse mucho y es muy fuerte, así que no la plantes cerca de tuberías o conductos. 143. Siestas refrescantes y revitalizantes Pocas estampas, a excepción del mar, nos evocan tanto el verano como una hamaca tendida a la sombra. Para leer al fresco, echar una cabezadita o una señora siesta mecida por la brisa y con cantar de los pajarillos. Hama con colchoneta de Filocolore y cojín de Catalina House. 144. Bañarse entre dos azules Entre el azul del cielo y el azul del mar, el turquesa de la piscina. Y es que los baños en esta piscina desbordante son un placer para todos los sentidos. Al estar situada al borde del terreno y con vistas al mar, la percepción es que la piscina no termina nunca, ya que prolonga visualmente en el agua del mar. 145. Un rincón mágico en el jardín El jardín se disfruta todo el año, pero es en verano cuando se agradece más estar al aire libre, resguardarse del sol bajo la frondosa sombra de los árboles y acompañarse del perfume cautivador de las flores o plantas aromáticas. Este jardín, que aunque lo no lo parezca es urbano, cuenta, además, con un plus: y es este rinconcito que parece mágico. Se accede a través de un arco de una frondosa buganvilla en flor y queda recogido por "paredes" de verde. 146. Tiempo en familia El verano es relax y cargar pilas, pero también es el momento para disfrutar de tiempo de calidad con la familia, de juegos con los peques, de batallas de agua y de improvisados partidos de fútbol vespertinos. Y cuando cuentas con una piscina como esta, el baño post-partido está más que asegurado. 147. Ventanales al mar Este salón arranca un efecto wow lo mires por donde lo mires. Sus grandes ventanales abren el estar al porche, al jardín y al mar mediterráneo; el blanco refresca el ambiente y multiplica, aún más si cabe, la luz; y el jardín parece colarse en casa. Es verano en estado puro. Sofá y butacas de B&B. Papel pintado, de Phillip Jeffries. Estantería con cajones, de The Room Studio. El Mueble 148. Navy actualizado Las clásicas rayas azul marino —que tan bien definen el sentir vacacional— han dado paso en este dormitorio abierto al jardín a otras en gris que lo actualizan. Las vemos en la ropa de cama y también en la original pared del cabecero revestida con papel textil de algodón. El ambiente sosegado y refrescante que se respira es obra de The Room Studio que, como en toda la casa, buscaba "darle un punto de sofisticación a cada estancia". El resto de la casa se reformó para disfrutar de las vistas. Cabecero, cama, cortinas de lino y mesita de noche, de Freer Living. Banqueta, de Tine K Home. El Mueble 149. Con el verde del jardín integrado Si tu dormitorio da a zonas ajardinadas, lleva ese ambiente fresco a su interior. Es lo que hizo en este cuarto de tonos neutros la interiorista Paula Rombys al escoger la colcha en el mismo tono verde que los árboles del exterior. ¡Qué manera tan sencilla de conectar con la naturaleza! Una butaca de lectura y un banco a los pies de la cama refrescan la estancia. Cama de hierro forjado pintada de verde, de Comptoir de Famille. El Mueble 150. Restaura un mueble Si eres amiga de dar segundas oportunidades, hazte con un mueble y cambia su aspecto pintándolo de verde: un aparador, una mesa, un asiento... ¡cualquiera vale! Mira qué bien ha quedado esta cama dispuesta en el jardín, como diván para sestear o leer. ¡Fantástica! 1 2 3 4 5 ...
Jardines Piscinas Verano Flores Terrazas Patios Porches Muebles de exterior Compras 101 /608 Zona exterior con sillón de mimbre y detalles decorativos de madera y fibras naturales. El Mueble 101. Añade flores con mucho color Si necesitas color en tu jardín la mejor manera de conseguirlo (y la más barata) es a través de las plantas de exterior con flor. Estudia la floración de las diferentes especies, averigua cuándo se produce, y establece un calendario de plantaciones para conseguir un jardín florido durante la mayor parte del año. Es una idea asequible que suma belleza y alegría a raudales. Puedes elegir rosales de varios colores, gardenias, petunias, lavanda, hortensias, etc. A la hora de seleccionar las especies ten en cuenta el clima de la zona en la que vives y los cuidados de las plantas. Zona exterior de piedra con plantas y piedras decorativas. El Mueble 102. Aprovecha el efecto decorativo de los áridos de jardín Grava, piedra de río, áridos de mármol, etc. Las piedras decorativas son una solución low cost para tu jardín y se pueden utilizar para decorar los pavimentos de exterior, creando efectos muy decorativos. Puedes combinar varios en diferentes zonas, trazar senderos, delimitar praderas de césped, etc. Elige el material que más se ajuste a tu estilo y utilízalo de una forma creativa para decorar tu jardín. Los áridos no resultan excesivamente caros y aportan un toque muy personal. Proyecto de paisajismo, de Elia Garden. Sofá, de Maisons du Monde. Mesa de centro, de La Maison. El Mueble 103. Renueva las macetas. Además de plantas que crecen en el suelo, es buena idea cultivar algunas especies en contenedor, también en el jardín. Los árboles frutales, por ejemplo, se prestan muy bien a ello. Una idea para decorar espacios exteriores sin tener que invertir una gran cantidad de dinero es incluir plantas de jardín en macetas o renovar las que ya tienes. Elige modelos de barro, de aire rústico, esmaltadas, de metal, etc. Fachada de la casa. El Mueble/ Pepa Oromí 104. Una casa centenaria... ¡y tal fresca! “Creía que la casa de mis sueños no existía, porque yo además la quería cerca del centro y con piscina. Ya me había dado por vencida cuando se anunció esta joya del año 1900 y, nada más entrar, supe que era para mí”, cuenta Gemma Gallego i Masmitjà, la interiorista al mando de Knowhaus. Sofá, butacas, mesa y mesas auxiliares de Maisons du Monde. Bandeja de Coton et Bois. Alfombra de Cotlin. Plantas de Elia Garden. El Mueble/ Pepa Oromí 105. Un jardín con encanto ¡y sala de estar! La interiorista devolvió al jardín de la vivienda su afrancesado aspecto original, pensado para ser disfrutado con calma. El estar exterior ya nos da una pista del estilazo que encontraremos dentro. 106. Un espectacular jardín rústico con una piscina de ensueño En esta casa con jardín es tan espectacular el exterior como la vivienda en sí. Este jardín rústico es un oasis de aromas y color: olivos, rosales, frutales, plantas aromáticas, jazmín, buganvillas, plumbago... La esencia mediterránea hecha jardín. Y, frente el porche, la gran piscina, rodeada de piedra y con una zona de solarium refrescada por el verde que la rodea. Sombrillas de Point y tumbonas de Freer Living, firma responsable del paisajismo, la obra y el interiorismo. 107. Un jardín asilvestrado con una pequeña piscina tipo alberca Cipreses, jazmín, olivos, limoneros y una espectacular glicina que cubre de flores liláceas la pérgola en verano... Este jardín, reorganizado por la decoradora Marta Miquel, es típicamente mediterráneo y con un aspecto asilvestrado que le da mucho encanto. La piscina es pequeñita, pero disfruta de unas vistas maravillosas. Butacas de Inthai. Mesas redondas y alfombra de Taller de las Indias. 108. Un jardín siempre verde y en flor con una soleada piscina Este jardín con piscina esconde una curiosa historia. Y es que los propietarios decidieron plantar el jardín, el huerto y el perímetro verde alrededor a la vez que se construían la casa. ¿El resultado? Ahora, la vista es puro campo, salpicado del blanco y del morado de los jazmines del porche y de la buganvilla del chill out. La piscina, en la parte central del jardín, disfruta siempre de sol, sin que ningún árbol le haga sombra. 109. Una piscina desbordante con vistas al mar y a un parque natural El jardín de esta casa, proyectado por el arquitecto Javier Barba, se ha diseñado para mimetizarse de manera natural con su entorno privilegiado. Y es que la casa se ubica en pleno parque natural del Garraf. La piscina desbordante parece una continuación del mar, en el horizonte. 110. Un rincón de relax junto la piscina y a la sombra de un árbol centenario Este jardín, con verde hasta donde alcanza la vista, parece una extensión del prado contiguo. El gran árbol centenario regala la sombra perfecta para disfrutar de un picnic o de una siesta al fresco. Y mejor aún, a un paso de la piscina. 111. Con una piscina pensada para el disfrute de una familia numerosa Pisar el césped con los pies desnudos es un puro placer, pero cuando hay 4 niños pequeños en casa, se tiene que pensar también en la practicidad. Por eso la zona de la piscina de este jardín se protegió con un pavimento de antideslizante que imita la madera y es a prueba de carreras alrededor de la piscina. 112. Un refrescante jardín andaluz con una piscina con vocación de spa En este jardín andaluz, en el que conviven en armonía flores, arbustos y árboles centenarios, la mirada sin duda a la piscina, de un impoluto blanco que contrasta con la vegetación que la rodea. Se trata de una antigua alberca que se rehabilitó convirtiéndola en una piscina de aguas transparentes y con cascada de agua incluida. ¡Qué relax! 113. Un jardín organizado en varios niveles con una piscina-alberca Este jardín respira a campo. Y no es casual, porque pertenece a una masía centenaria con una vasta extensión de terreno reconvertido en jardín. Rehabilitada por Lizarriturry Tuneu, el porche ocupa la posición más elevada y, frente a ella, la piscina, una estructura de nueva construcción que simula las antiguas albercas de las casas de campo. Mesa redonda, en Penthouse Artohome. Sofá y butacas similares en Kettal. 114. Un jardín mediterráneo con una vocación muy natural Este jardín es de nueva creación, pero el equipo de Lizarriturry Tuneu aprovechó muchos de los ejemplares que ya había en el jardín antes de la rehabilitación de esta masía medieval. Esto permitió disfrutar de un jardín muy asentado y frondoso en el que incluso la piscina parece que siempre haya estado ahí. 115. Un jardín "pintado" en verde con una piscina con look de embalse El verde es el color que se impone en este relajante jardín con piscina. De hecho, toda la valla es de eugenias y tipuanas, pero también encontramos bojes, cedros, enredaderas, como las que tapizan la preciosa fachada... Y en medio del jardín y junto a la piscina, un falso pimentero, que regala una maravillosa sombra. De la piscina llama la atención el color del agua, también verde. Se debe al gresite de este color, que le da un look de embalse y se integra sin estridencias con el verde que se impone en el jardín. Paisajismo realizado por Jaume Vilaseca Canaleta. Mesa y sillas de Teodora Exteriorisme. 116. Un exuberante jardín mediterráneo con una original piscina cuadrada Este generoso y exuberante jardín destaca por su cuidado look "descuidado", con una mezcla de especies típicas del mediterráneo en general y de la zona de Ibiza en concreto. Su extensión permitió destinar una zona a solarium, con un pavimento de madera recuperada y una piscina a modo de alberca con unas originales teselas blancas y verdes. Los propietarios optaron por este mix para que el reflejo del agua, de un pálido azul turquesa, recordara las aguas de las playas ibicencas.Sofá de bambú, mesas redondas y alfombra, de Miv Interiores. Cojines de mestizo store y plaid rosa de rue Vintage 74. 117. Un jardín silvestre con una piscina de obra Más que un jardín, este vasto exterior parece un cachito de prado particular. Y no es casual, ya que la propiedad está rodeada de naturaleza y a un paso del río Tiétar. Así, en el jardín conviven plantas salvajes con jazmines, frutales, parras... y en una elevación del terreno se ha insertado la piscina de obra, inspirada en las antiguas albercas. La decoración de este jardín es tan natural como relajada. 118. No te olvides del solárium "Elige la zona que recibe más horas de sol. Es importante asegurar un mínimo de sombra para que sea realmente agradable: una sombrilla articulada, una pequeña pérgola, un toldo... y un punto de agua (ducha, fuente) donde refrescarte si lo necesitas", añade Lucía Lapuente. En esta terraza, además de una zona de estar, se han colocado sendas tumbonas, perfectas para tomar el sol. Y todo queda cubierto por un toldo, cerrado en la imagen, que protege del sol. Sofá, de Kenay Home. Mesas de centro, de Coton et Bois. Alfombra, de Papiol. Silla, de El Corte Inglés. 119. Sillas apilables con estampados originales ¿Y por qué no poner en tu espacio exterior unas sillas atrevidas? Con dibujos geométricos, por ejemplo. Son las que se eligieron en este comedor con gran tino. Su diseño en zigzag imprime movimiento y su color azul, un toque de frescura. Y sí, también son apilables. ¿No son la bomba?Sillas, de Crisal Decoración. 120. Sillas plegables metálicas Al decorar una terraza, un jardín o un balcón pequeño, nada mejor que colocar unas sillas plegables que faciliten su almacenamiento cuando pase el buen tiempo y tengas que recogerlas. Se doblan y ¡ya está! Miguel Gomila, de Aquitania, eligió las tradicionales sillas de metal, a juego con la mesa. En color verde agua te acercan a la naturaleza.Mesa y sillas, de Peña Vargas. Alfombra, de Aquitania. 121. Cómo decorar un jardín moderno Este jardín, aunque de pequeñas dimensiones, lo tiene todo: una zona de césped en la que tomar el sol, una pequeña piscina y, subiendo las escaleras, un cómodo solárium. Para darle un aspecto más moderno se planificó un porche con techo de metacrilato y arcadas, que le confieren un punto entre señorial y moderno. 122. Un jardín muy andaluz Otra opción para decorar el jardín, es aportarle los elementos que te recuerden al sur: blanquea las paredes, cultiva grandes árboles que proporcionen sombra y planta varios geranios en maceta que aporten colorido. Puedes destinar una de las zonas, la que mejor vistas tenga o la que más protegida esté del viento (lo que prefieras), a colocar unas butacas y crear una zona de relax. 123. Que no falte un comedor en el jardín Hay pocas cosas que relacionemos con el verano, el descanso y las vacaciones que comer al aire libre. Por eso, al decorar tu jardín, no puedes dejar de planificar un comedor exterior en el que disfrutar de esos impagables momentos en los que parece que el tiempo se para. Colócalo en una zona con sombra, como bajo un árbol o bajo techado. Si la pones bajo la zona del porche, reviste su techo con cañizo para incrementar el efecto natural y cálido que buscas. Sillas, de Crisal Decoración. 124. Un jardín que lo tenga todo Piscina, comedor, salón y una gran pradera verde en la que tumbarte y que decore el jardín son los elementos básicos que convertirán a la zona exterior de tu casa en tu favorita. Si tienes una zona de porche, puedes poner ahí las zonas sociales, como son el comedor y el salón. Para mayor privacidad y protegeros del sol, coloca unas cortinas, como se ha hecho en este porche. 125. Crea un solárium Si te gusta tomar el sol, al decorar el jardín no dudes en destinar una zona en la que colocar unas cómodas tumbonas en las que hacerlo. Puedes colocarlas en el césped o una zona pavimentada. Aunque tendrás que tener en cuenta el tipo de suelo que eliges: la mejor opción es el composite, un material fabricado con resinas, que imita la madera, no necesita mantenimiento y no se calienta con el sol como pueden hacerlo otros materiales. Tubonas regulables, modelo Riviera, de Skarerak. 126. Utiliza plantas de bajo mantenimiento Para disfrutar de la decoración del jardín sin tener que pasar medio verano cuidando de las plantas, lo mejor es elegir especies autóctonas con escasas necesidades de mantenimiento. Las plantas rústicas son perfectas para ello. Especies como la lavanda, el brezo, la hiedra o la buganvilla necesitarán de pocos cuidados y decorarán el jardín con estilo y elegancia.Mesa y sillas, en Aquitania. Lámpara, de Mestizo Store. 127. Cómo decorar un jardín urbano Si tu jardín es pequeño y su suelo está revestido con baldosas de barro, por ejemplo, puedes colocar pequeños árboles que lo conviertan en todo un vergel. La clave está en elegir especies perennes que ofrezcan sombra todos los días del año y que recreen esa sensación de naturaleza. Para reducir la 'dureza' visual de los suelos, coloca una alfombra. Las de fibras harán que el espacio gane en calidez. 128. Amplía las vistas del salón En un jardín pequeño, una buena idea para conectar el interior con el exterior es planificar un gran ventanal o puerta que comunique los espacios y los unifique. Así, un gesto tan sencillo como sacar la butaca al césped hará que os sintáis en plena naturaleza. Para conseguir sombra, árboles como fresnos, arces o álamos son perfectos para decorar el jardín y que el espacio sea refrescante. Sillas Buterfly, de Leroy Merlin. 129. Un jardín decorado para relajarse Al decorar el jardín, destina una zona de chill out en la que el relax y la calma sean los protagonistas. Utiliza materiales como el mimbre, la rafia o el yute, fibras naturales que, además de proporcionar calidez, crean ambientes muy relajantes. Si colocas estas piezas bajo cubierto, como se ha hecho en este jardín con porche, no se estropearán con el sol o el agua de la lluvia. Un consejo: al decorar tu salón exterior, sigue las mismas máximas que en los de interior. Coloca un cómodo sofá, varias butacas y una mesa de centro en la que apoyar unas refrescantes bebidas o el libro del que estés disfrutando en ese momento. ¡Y no te olvides de las lámparas! Sofá Andala, butacas Shika, mesas de centro, lámparas y alfombra, de Taller de las Indias. 130. Deja que las vistas se luzcan Si tienes el privilegio de tener una casa con unas impresionantes vistas, ya sean del mar o de la montaña, no las cubras. Especialmente si no hay otras construcciones delante que puedan entorpecer su belleza o miradas indiscretas que os incomoden. En este jardín, nada entorpece las vistas del mar, de las que, incluso, se puede disfrutar desde la piscina. La zona del salón exterior puedes colocarla bajo el porche, de manera que el jardín quede como un bello manto verde que se funde con el mar. Sofás Marsella, de El Corte Inglés. Mesa de centro, de Wood Factiry. Puff, mesitas auxiliares, faroles y macetas, de Crisal Decoración. Alfombra Morum, de IKEA. 131. Asegura la privacidad Al decorar el jardín, uno de los aspectos a los que tienes que prestar especial atención es a la privacidad. Así podréis estar completamente relajados, ajenos a las miradas indiscretas, y disfrutar plenamente de vuestro espacio exterior. Una celosía, cañizo o un seto son opciones con un efecto natural muy acogedor. En este jardín, vemos cómo se han planificado varias áreas: un comedor, un salón y la piscina al fondo, todas con muchísima privacidad. Sillas, de Merc&Cia. 132. Mirando a la piscina Si tu jardín tiene piscina, tendrás que integrar ambos elementos para que formen un todo. Una buena manera de hacerlo es con una pérgola de cañizo bajo la cual coloques unas cómodas tumbonas. Así podrás colocarlas de manera que puedas disfrutar de las vistas relajantes del agua o de la visión hipnotizante de los árboles con el movimiento de la brisa. Hamacas de madera de teca, en Teca de Java. Mesa auxiliar, de KK Living, en Petite Lily Interiors. 133. Cómo decorar un jardín rústico Si te gusta el encanto de los jardines rústicos, al decorar el tuyo planifica una pérgola de metal o madera y cultiva una planta que vaya creciendo por sus mástiles. Asimismo, para el suelo, elige grandes piezas de piedra entre las que salga el césped. El resultado será un jardín con un atractivo de lo más natural. Además, con el tiempo, se creará una cubierta que hará las veces de porche. ¿Sabías que las plantas en el exterior ayudan a regular la temperatura, además de protegerte del sol? Debajo podrás poner un salón o un comedor exterior. Mesa y sillas, de anticuario. 134. Deja que la naturaleza siga su curso Si te encanta estar rodeado de naturaleza, deja que esta crezca a su libre albedrío. Seguramente tengas que prestar cierta atención a las malas hierbas y eliminarlas de vez en cuando, lo mismo que cortar el césped. Pero emplea la sombra de los árboles tanto para dar sombra como para conseguir privacidad en tu jardín. 135. Estores para puertas de cocina Si tu cocina, además de ventana, cuenta con una puerta que da acceso a la terraza o al jardín, podrás vestirla también con un estor a juego. Las interioristas Isabel Flores y Nuria Almansa eligieron para esta cocina moderna un estor de lino blanco de Leroy Merlin que con solo tirar de su cadenilla queda perfectamente plegado en la parte superior.Baldosas hidraúlicas, de Azulejos Peña. Encimera de piedra natural, de la Colección terra de Cupa Stone. Taburetes, de Espaço Casa. Apliques, de El Corte Inglés. Estores, de Leroy Merlin. 136. Un sofá verde agua para un estilo playero ¿Y para un salón desenfadado qué sofá elegir? Un modelo en verde agua súper fresco será perfecto. Como este por el que se ha decantado la interiorista Gabriela Conde que le da a la estancia un aire costero. Las paredes en madera alistonada y el techo de cañizo subrayan ese estilo informal que conecta con el jardín exterior. Para dinamizar ese color clarito, nada mejor que optar por cojines en tonos verdes más oscuros, beis y amarillos.Sofá, de Lucky Mora Studio. Estores, de Polo Masclans. Espejo, en Maisons du Monde. 137. 3. Una casa de campo donde siempre es primavera Es probable que esta casa te suene... Sí, esta era la casa de Federica&Co, hasta que decidió mudarse en busca de nuevos horizontes y proyectos. ¡Pero nos encanta revisitarla! Uno de los espacios más especiales de esta casa de campo son sus amplios jardines, con sus rincones casi de cuento, como esta zona de lectura y relax bajo los naranjos. ¡Qué bucólico! 138. En negro para un comedor con vistas Fíjate qué original es la decoración de este comedor. Como da a un jardín exterior, la interiorista Jeanette Trensig ha convertido la pared en un amplio cerramiento acristalado con grandes ventanales que se prolonga por el techo. Liso y en negro, hace juego con las patas de la mesa y el banco. Ahora el comedor cuenta con más luz natural y sentados en él se puede disfrutar del paisaje incluso en días fríos.Sillas, en Cado. 139. Tan auténtico como sostenible El plástico es el anti lujo. Así que, ya sabes: sustitúyelo por materiales sostenibles como el bambú. De esta manera ayudarás al medio ambiente. Terraza con muebles de Vical Home, en Catalina House. Cojines de Sacum, Zara Home y Coco-Mat. Mesitas de Triggo y alfombra, de KP. Jardín vertical, diseño de Paisajismo Urbano. El Mueble 140. Una terraza para vivirla Además de la ansiada calidez, otro detalle fue fundamental para hacer una casa ultra cómoda: pensaron la terraza como una zona de estar interior, con un sofá y butacas de bambú llenos de cojines, mesitas de metal doradas y una alfombra en el suelo. ¿El resultado? "Ahora la terraza es completamente versátil y posee, además, un cerramiento de cristal y un sistema tipo persiana en el techo que se puede abrir o cerrar según la temperatura o el uso. ¡Se aprovecha todo el año!", sigue Sol. Mesas de Wunderkammer, banco y lámpara de mercadillo y sillas de Fermob. Cojines de Tete Gomez Angelats. El Mueble / Pere Peris 141. Un exterior para vivirlo Esta casa ubicada en las afueras de Barcelona cuenta también con una zona ajardinada con piscina y un comedor exterior, ¡no le falta de nada! Porche de madera bajo la glicina en tonos rosas y lilas El Mueble 142. Glicina La glicinia es una planta de exterior con flor que, además, es trepadora, por lo que es muy valorada para crear cubiertas vegetales, decorar fachadas o cubrir una valla. Sus flores de color malva son muy decorativas. Se desarrolla bien en ubicaciones con sol o de semisombra, siempre que reciba al menos 4 horas de luz al día. Aguanta bien cualquier temperatura y necesita un riego constante, evitando los encharcamientos. Consejo: si la plantas en la tierra, ten en cuenta que su sistema radicular tiende a desarrollarse mucho y es muy fuerte, así que no la plantes cerca de tuberías o conductos. 143. Siestas refrescantes y revitalizantes Pocas estampas, a excepción del mar, nos evocan tanto el verano como una hamaca tendida a la sombra. Para leer al fresco, echar una cabezadita o una señora siesta mecida por la brisa y con cantar de los pajarillos. Hama con colchoneta de Filocolore y cojín de Catalina House. 144. Bañarse entre dos azules Entre el azul del cielo y el azul del mar, el turquesa de la piscina. Y es que los baños en esta piscina desbordante son un placer para todos los sentidos. Al estar situada al borde del terreno y con vistas al mar, la percepción es que la piscina no termina nunca, ya que prolonga visualmente en el agua del mar. 145. Un rincón mágico en el jardín El jardín se disfruta todo el año, pero es en verano cuando se agradece más estar al aire libre, resguardarse del sol bajo la frondosa sombra de los árboles y acompañarse del perfume cautivador de las flores o plantas aromáticas. Este jardín, que aunque lo no lo parezca es urbano, cuenta, además, con un plus: y es este rinconcito que parece mágico. Se accede a través de un arco de una frondosa buganvilla en flor y queda recogido por "paredes" de verde. 146. Tiempo en familia El verano es relax y cargar pilas, pero también es el momento para disfrutar de tiempo de calidad con la familia, de juegos con los peques, de batallas de agua y de improvisados partidos de fútbol vespertinos. Y cuando cuentas con una piscina como esta, el baño post-partido está más que asegurado. 147. Ventanales al mar Este salón arranca un efecto wow lo mires por donde lo mires. Sus grandes ventanales abren el estar al porche, al jardín y al mar mediterráneo; el blanco refresca el ambiente y multiplica, aún más si cabe, la luz; y el jardín parece colarse en casa. Es verano en estado puro. Sofá y butacas de B&B. Papel pintado, de Phillip Jeffries. Estantería con cajones, de The Room Studio. El Mueble 148. Navy actualizado Las clásicas rayas azul marino —que tan bien definen el sentir vacacional— han dado paso en este dormitorio abierto al jardín a otras en gris que lo actualizan. Las vemos en la ropa de cama y también en la original pared del cabecero revestida con papel textil de algodón. El ambiente sosegado y refrescante que se respira es obra de The Room Studio que, como en toda la casa, buscaba "darle un punto de sofisticación a cada estancia". El resto de la casa se reformó para disfrutar de las vistas. Cabecero, cama, cortinas de lino y mesita de noche, de Freer Living. Banqueta, de Tine K Home. El Mueble 149. Con el verde del jardín integrado Si tu dormitorio da a zonas ajardinadas, lleva ese ambiente fresco a su interior. Es lo que hizo en este cuarto de tonos neutros la interiorista Paula Rombys al escoger la colcha en el mismo tono verde que los árboles del exterior. ¡Qué manera tan sencilla de conectar con la naturaleza! Una butaca de lectura y un banco a los pies de la cama refrescan la estancia. Cama de hierro forjado pintada de verde, de Comptoir de Famille. El Mueble 150. Restaura un mueble Si eres amiga de dar segundas oportunidades, hazte con un mueble y cambia su aspecto pintándolo de verde: un aparador, una mesa, un asiento... ¡cualquiera vale! Mira qué bien ha quedado esta cama dispuesta en el jardín, como diván para sestear o leer. ¡Fantástica! 1 2 3 4 5 ...