Zona de trabajo

En él descansamos, charlamos, trabajamos y comemos. Es ahora cuando hemos sabido sacar el máximo provecho a la zona de estar, creando rincones donde realizar actividades diferentes. ¡Fíjate en cuánto jugo le ha sacado la interiorista Laura Ehlis a este de la imagen! La zona de trabajo sirve como elemento de separación entre el salón y el comedor.

¡Qué buen tándem hacen el blanco y la madera! Y prueba de ello es esta zona de estudio luminosa y cálida que la interiorista Asun Antó ha dispuesto a los pies de la cama. Emana luminosidad gracias al revestimiento empleado de lamas pintadas en blanco. Y junto a las baldas de la librería, el sobre de la mesa y el marco del cuadro en madera natural, el resultado es ¡perfecto!

Este espacio se convirtió en una habitación de lo más polivalente. "Vivo con una de mis dos hijas, pero la otra pasa mucho tiempo en casa y quería que pudiera disponer del despacho como habitación cuando viniese", nos explica Fátima, la propietaria de la vivienda. Ubicado al fondo del salón, el despacho se convierte en dormitorio cuando viene a casa la hija de la propietaria. Unas puertas correderas lo abren o lo cierran. La librería a medida del salón continúa en este dormitorio y le ofrece almacenaje. 

Los paisajes marinos y los motivos astrales son muy frecuentes en cuadros para dormitorios por la tranquilidad que reflejan. La interiorista Asun Antó ha apoyado este lienzo con marco de madera sobre la mesa de escritorio. Así, entre tarea y tarea se puede levantar la vista y viajar con la imaginación sin moverse de la silla.

Ahora que el teletrabajo se impone en muchas familias, tener o habilitar un rincón de despacho en casa es clave. Pero tu casa no es la oficina, por lo que atrévete a decorarlo para que sea más acogedor. Está comprobado que un espacio de trabajo cuidado y personal resulta más motivador y mejora el rendimiento. Un cuadro que te guste, un arreglo o una planta, una foto de familia...

El peligro de trabajar en casa de manera habitual es que la zona de despacho se convierta en un caos de papeles, documentos y demás material de oficina. En este sentido, es muy importante que te alíes con soluciones que te ayuden a mantenerlo todo en orden. Una cajonera es un must, pero si no te cabe, puedes aprovechar la pared con baldas y equiparlas con archivadores decorativos. Lo mismo vale para los portalápices y demás material oficina: hoy en día hay infinidad de propuestas muy decorativas, súper prácticas y baratas.

Debido a la inclinación de sus techos, esta pared estaba en desuso. Pero la decoradora Pia Capdevila decidió sacarle partido con este completísimo armario empotrado que se adapta como un guante a la firma del techo. El módulo del rincón es ciego, porque queda inhabilitado por la mesa, pero se aprovecha igualmente para guardar cosas de poco uso.

Si tienes techos altos, aprovéchalos y haz un altillo que te sirva para guardar, para poner una cama extra o ganar una zona de trabajo, como aquí.

El romanticismo y el carácter vintage de un secreter hacen de este mueble el lugar ideal para concebir un cloffice con personalidad en la zona del dormitorio-vestidor. Utilízalo como despacho y tocador (o biblioteca), piensa que se trata de una pieza de grandes dimensiones, así que deberías sacarle el máximo partido para que no sea un estorbo. 

Otra manera de ajustarte a las dimensiones de la estancia (aunque más cara), es optar por un armario diseñado a medida en el que puedas acoplar una mesa de escritorio. Extiéndela tanto como necesites y usa la zona inferior para añadir espacio de almacenaje.

En caso de no contar con un vestidor, también puedes crear un cloffice dentro del dormitorio. Inspírate en esta habitación donde un par de tabiques actúan como divisores de ambientes, y donde el escritorio se construyó mediante estantes de obra. Estos resultan más ligeros a la vista que los cajones o los armarios clásicos.

Como en todos los despachos, también es fundamental que cuentes con un punto de luz. Si apenas te queda espacio libre, piensa en añadir apliques de pared.

Si te es imposible diseñar el cloffice junto a la ventana o si no dispones de luz natural, puedes añadir un espejo sobre la mesa del escritorio para engañar al ojo y lograr que la estancia parezca más amplia y fluida. También te ayudará decorar la habitación en un solo color claro y luminoso como el blanco, para aportar uniformidad.

Por norma general, los cloffices requieren escritorios pequeños, ya que están integrados dentro de los armarios o en el mismo espacio que el vestidor, rincones donde nunca son los protagonistas. Si la habitación cuenta con ventana y tienes hueco, te recomendamos montar el escritorio bajo esta, empleando una balda suspendida y una silla o taburete en función del espacio. De este modo, gozarás de luz natural para trabajar.

Muchas veces, el hueco donde se encuentra el radiador queda abandonado a su suerte, pero podrías aprovechar este rincón para montarte un cloffice. Solo necesitas que la balda sea lo suficientemente ancha para colocar el portátil sin riesgo de caídas.

La zona de trabajo fue diseñada con baldas de madera y un look natural, con una silla de fibras y muchas plantas que decoran. Es el rincón perfecto para concentrarse y trabajar a gusto. ¡Una casa muy vivida!

En este dormitorio moderno hay dos aspectos en los que debemos fijarnos: por un lado, el uso del negro, un color muy actual, pero que debemos incorporar con medida; y por otro la comunicación de la zona de descanso con un despacho anexo. El negro, y más si se aporta en metal; hará más actual la habitación. Úsalo en detalles como una mesita auxiliar, la estructura de un banco o apliques (¡este elemento es perfecto!).

Puestos a trabajar en casa, ¡qué menos que hacerlo con comodidad y estilo! La silla Fjällberget de Ikea destaca por su estructura de chapa de roble, que le da un plus decorativo, y su asiento mullida garantiza comodidad durante la jornada de trabajo. Además, su asiento es regulable en altura. Tiene un PRECIO de 189 €.  

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¿Cómo? Si quieres una zona de trabajo en el dormitorio, opta por una balda corrida cerca de la ventana. Es ligera y perfecta con un fondo de 50 cm para trabajar con un portátil. También puedes optar por una librería liviana de estructura metálica con una balda o repisa que sirva de apoyo. ¿Conoces la firma Olut? ¡Es perfecta para este tipo de soluciones!

Sofía siempre tuvo clara la librería del despacho. La quería grande, con vocación de biblioteca, de madera, de un personalísimo gris antracita y con una moldura discreta, "para que no se viera recargada". De hecho el despacho, con la sólida mesa de madera y la librería, ambas oscuras, respira un aire más sobrio y masculino que el salón. 

Últimamente estás tan positiva que aprovechas cualquier momento para redecorar un espacio. Ahora que el teletrabajo ha hecho acto de presencia en tu casa, intenta mantener ese rincón ordenado y con detalles que te animen: fotos divertidas, lápices de colores, guirnaldas luminosas, flores vistosas... ¡Así, te pondrás a trabajar con otra predisposición!

Si algo bueno ha tenido el pasado 2020 es que has tenido tiempo de hacer esas cosas en casa que siempre dejabas a un lado, precisamente por falta de él. Has vuelto a retomar tus aficiones: leer con tranquilidad, hacer punto que tanto te relaja, apuntarte a ese curso de lettering online que tenías en mente, concederte media hora de meditación o verte de una sentada toda una temporada de tu serie favorita. Con ellos has llenado muchas horas y estás súper ilusionada porque te has dado cuenta de que a veces hace falta parar y dedicar más momentos a todo eso que te reconforta.

Un banco bajo la ventana que te sirva de mirador, una zona de trabajo en la parte baja de una librería, una estantería en un entrante... Fíjate de cuántas formas puedes aprovechar todos esos huecos libres a los que apenas prestas atención. Párate a mirar detenidamente cada estancia de tu casa con ojos de investigador ¡seguro que sale más de un espacio nuevo! La interiorista Marta Tobella ha ideado esta práctica zona de trabajo en una estantería.

Ya es hora de que lo reconozcas. Sí, tu salón es pequeño, y a pesar de que la idea te ronda por la cabeza te niegas a sacrificar la terraza. ¡Craso error! Porque esos 8 o 10 m² te vendrían fenomenal para ampliar el salón que realmente es donde pasas la mayor parte de tu tiempo. "Es que la experiencia del confinamiento ha hecho que me replantee de nuevo este espacio", dirás. Vale, si es así, te lo damos por válido pero solo si mantienes tu terraza en condiciones y no como un cajón de sastre donde dejar todo lo que no te cabe dentro de casa. La interiorista Begoña Susaeta ha integrado la terraza en el salón convirtiendo este espacio en una zona de trabajo y un área de juegos infantil.

Al ganar una zona de día diáfana, no solo se sumó luminosidad, sino metros útiles, lo que permitió habilitar un completísimo despacho al que no le falta de nada. Además, para ganar más armarios, la decoradora prolongó la pared de la entrada en un armario. Al estar el frente panelado, ni se ve. ¿Quieres ver el resto de soluciones de este piso?

Los nuevos salones de 2021 tendrán un rincón especialmente pensado para zona de trabajo. Nada de espacios improvisados. A falta de despacho, la presencia de un escritorio —visible o no— va a ser indispensable. La decoradora Solange Van Dorssen lo ha incluido en este proyecto junto al sofá. Para ello ha elegido una mesa con espacio de almacenaje que puede transformarse en un sencillo aparador en el momento en que el ordenador desaparezca de la escena.

Ahora que has tenido que crear nuevas zonas de trabajo en casa, apunta esta idea porque te va a encantar. Se trata de aprovechar al máximo una estantería a medida dándole otro uso además del que ya tiene. ¿Cómo? ¿Qué te parece hacer la última balda más profunda para transformarla en escritorio? Conviene redondear la esquina del estante que sobresale para evitar choques fortuitos. Así lo intuyó la interiorista Belén Campos, autora de su diseño.

¿Y si en lugar de cajonera (o junto a ella) colocas un cesto en el que organizar los rollos de papel de regalo, las reglas o algunas carpetas? Puede ser un buen compañero en la zona de trabajo. Incluso para dejar el cojín que te gusta colocar en la silla para sentir la espalda más recta.

… y crea tu jardín interior. Las fibras vegetales no soportan bien la humedad y el contacto con el agua porque la absorben y en contacto continuado se pudren. Así que opta por plantas artificiales (bien conseguidas) o por colocar en el interior la maceta con su plato. Algunas cestas están revestidas en el interior por una capa plástica que protege la fibra y evita que se deteriore.

Por lo general, cuando pensamos en dar uso a un tendedero o galería algo olvidados, puede ocurrir que se preste la distribución a integrar por completo esos metros en la estancia o no. Puedes mantener el cerramiento que delimita tendedero y habitación contigua si precisas algo de independencia. Por ejemplo, no es conveniente hacerlo si ganas un office en la cocina, pero sí cuando ubicas la lavadora o si se convierte en una zona de trabajo que comunica con un salón, donde puede haber ruidos.

La galería puede transformarse por completo con una mano de pintura que haga de la zona un espacio personal. Aquí se ha pintado hasta el techo en un intenso verde. De esta manera, aunque derribes el tabique divisorio entre galería y el espacio contiguo, mantendrá su espacio. Fíjate el uso que se le ha dado aquí al rincón del fondo: zona de trabajo.

Si mantienes el espacio ganado al cerrar la terraza, delimitado con las puertas o ventanas interiores; podrás disfrutar de un lugar tranquilo y aislado de la vida en la casa cuando lo desees. La opción de comunicar y abrir concede amplitud, mientras que la de mantener la deilimitación conlleva privacidad. Piensa qué necesitas en tu caso.

Cerrar la terraza implica una inversión importante pero supone ganar un espacio útil en la vivienda que reúne las características necesarias para que resulte cómodo y confortable térmica y acústicamente. En este caso, esa galería estrecha es un espacio de trabajo e inspiración perfecto y más cuando se recurre a perfilería recuperada y pintada. ¡Tremendamente personal!

DIY

Cómo restaurar un mueble antiguo paso a paso para que quede como nuevo

Varios estudios han demostrado que la luz del día contribuye en gran medida a nuestra productividad y grado de satisfacción. Por lo que siempre que sea posible conviene elegir un espacio de trabajo con tanta luz natural como sea posible.

"En contra de lo que podríamos pensar, la mejor iluminación para trabajar es la general. Conviene que sea difusa y que no haga sombras ni reflejos, sobre todo si trabajas con monitores. Por ello, es básico que esté siempre sobre el puesto de trabajo y nunca por detrás, porque tú mismo acabas haciéndote sombras y no terminas viendo nada", recomienda Úrsula Sobenes, especialista en iluminación de Años Luz. 

Si no hay alternativa de reforzar la iluminación general, podemos usar un flexo para iluminar el espacio de trabajo. A la hora de colocarlo ten en cuenta que lo ideal es que esté en el lado contrario con el que escribimos para evitar sombras, sobre todo si tienes que tomar notas a mano a menudo.

Trabajar con luz es lo ideal, pero no a cualquier precio: "Lo ideal es no dar la espalda a la ventana, porque todo el reflejo daría en la pantalla, deslumbrándote. La mejor ubicación es enfrente la ventana, como aquí, o en perpendicular. Y, sobre todo, alíate con unas buenas cortinas que te ayuden a tamizar no solo la entrada de luz, sino también el calor durante los meses más calurosos", sostiene la decoradora Natalia Zubizarreta. 

El nivel de iluminación mínimo recomendado para la zona de escritorio es de alrededor de 500 lúmens. Si la iluminación es demasiado baja, puede tensionar los ojos y derivar en una menor concentración y una caída de la productividad. También es mejor iluminar un espacio de oficina con el tipo de luz más uniforme posible sin demasiado contraste, para evitar sombras o reflejos. 

Cuando más cerca de la ventana o fuente de luz natural, mejor. Aprovecha el espacio que no se ve en tu dormitorio para instalar un rincón de trabajo o estudio. Junto a la cama, al pie de esta, delante de la ventana, en un retranqueo entre pilares… Solo necesitas 40-50 cm para la mesa y te servirá también de tocador.

¿Por qué no usar los bocetos e ideas relacionados con tu trabajo para decorar la pared de la zona del escritorio? ¡Resultará inspirador! No lo dudes, si por tu profesión manejas bocetos, muestras, recortes, telas… úsalas a tu favor para crear una atmósfera envolvente y muy motivadora. Usa cintas adhesivas bonitas, pinzas, imanes, chinchetas…

En este despacho o zona de estudio, de reducidas dimensiones, el papel pintado de la pared no satura porque su motivo es delicado, difuminado y en tono suave. Pero sí aporta textura. Se completa con un reloj circular de pared.

La mejor manera de darle un toque vintage a tu espacio de trabajo, ya sea en el dormitorio o en el salón, es acomodar un escritorio recuperado. ¡Sería bueno hacerse con un pupitre individual de madera con cajón y asiento abatible! ¡O algún secreter de aquellos que se abrían y cerraban con una puerta de persianilla! Este de la imagen se ha creado con una mesa tocinera y dos mesitas de noche antiguas. ¡No puede ser más original! 

Mantener un espacio despejado da la sensación visual de ser más amplio y luminoso. Aplícalo en tu mini despacho o zona de trabajo, o incluso, en el cuarto de tus hijos. Una mesa dispuesta cerca de la ventana, una silla y unas estanterías en la pared en blanco y madera, como las de la imagen, serán perfectas para crear el entono ideal. ¡Y además te ayudarán a ser más productiva!