Dormitorios

Un detalle que destaca en la decoración son las lámparas colgantes instaladas en un rincón del dormitorio o sobre las mesitas de noche. Con su cable colgando estilizan y alargan la distancia entre suelo y techo. Y esto aporta elegancia. Juega con una o dos, colgadas a diferentes alturas, con diseño minimal como estas en negro, o con bonitas pantallas de tela, papel o cristal.

Nada de artificiales. Solo naturales. Plantas de gran tamaño o arreglos de flores frescas que se vean espléndidos, lustrosos y vivos. El efecto contrario al lujo lo tiene una planta marchita. Así que ten cuidado. Pero contar con un ramo de flores frescas siempre sobre la mesa de centro o comedor, ¡funciona!

Tal cual. Un detalle que añade categoría, con esa reminiscencia clásica de las viviendas nobles del pasado. Los rosetones son esas piezas circulares ornamentadas que decoran alrededor del punto de luz del techo. ¿Te apetece? Aquí se combina este elemento con molduras en forma de cuarterones en la pared principal del dormitorio.

Sí, sí. Moqueta, de lana y en tono beige. "Ya estaba y a los propietarios les gustó tanto que no quisieron cambiarla. No me extraña porque andar descalzo por ella es un lujo", confiesa Mar. 

Para dar ese toque clásico en el dormitorio, se recurrió a unas molduras en las paredes y un cabecero con capitoné, además de una paleta decorativa en tonos neutros para que la pareja de propietarios tuviera toda la paz del mundo.

Los baños en suite son cada vez más habituales. Si quieres delimitar cada espacio, coloca una puerta corredera. Esta de tres hojas, de aluminio, lacada en blanco, es un diseño de Júlia Brunet Interiorismo. Ciega por abajo y acristalada por arriba cuenta con un original diseño modernista que no deja indiferente a nadie. Gracias a ella, el baño mantiene la intimidad que precisa.

Sustituir un tabique ciego por un panel decorativo de madera con listones comunica ambientes, manteniendo la independencia de cada uno. La luz se reparte en función de la separación entre listones. Con su acabado en madera aporta calidez y elegancia, al tiempo que sube el nivel al tratarse de un material noble. Aquí lo usa el estudio Egue y Seta entre el dormitorio y el cuarto de baño, este con la privacidad suficiente.

Ya hemos indicado que esa distancia de separación entre los listones de un panel decorativo de este tipo hace que llegue diferente cantidad de luminosidad, pero también que se vea más o menos a través de él. Cuando se usa como elemento divisorio o biombo y en según qué estancias, puedes convenir juntar los listones, incluso, instalarlos en oblicuo para que la visión nunca sea directa. Aquí el panel concede cierta privacidad al baño en suite y se termina en blanco.

Otra idea para incorporar este elemento tan elegante a tu casa es llevarlo al espacio que queda entre dormitorio y vestidor. Sin puertas ni elementos divisorios puede que quede muy expuesto. Los listones son la solución intermedia para demarcar sin cerrar.

Gracias a auxiliares polivalentes como una banqueta al pie de la cama que oculte un espacio para guardar, mesitas de noche con cajones o puertas, un perchero de pie o un espejo con perchas en la parte trasera.

Como por ejemplo en la pared principal del dormitorio. Papeles pintados, molduras o paneles. Si predominan los tonos claros y neutros en la casa de verano, suma una nota de color o un panelado de madera que aporte calidez. Refresca el conjunto con textiles ligeros en verano y en invierno con otros más gruesos y de colores más fuertes, que quedarán de lujo con esa pared efecto madera tan cálida.

Es la estancia que menos cambió. Con un papel pintado gris, un cabecero en capitoné, una alfombra con textura y piezas de toque clásico rejuveneció por completo.

A los pies de la cama se colocó en la pared un espejo en la zona de vestidor. Una cómoda completa el mobiliario. "Me hubiera gustado ampliar el vestidor y reformar el baño, pero se quedó pendiente. Ojalá que el bebé que esperamos ahora, venga con más cambios", afirma Nuria, la propietaria. ¡Los esperamos con ganas!

Un marrón concreto con ese matiz dorado. Quizá por eso es un color que cuando se incorpora a los ambientes hace que todo parezca más caro. Es sereno y elegante. Y es un tono en tendencia. Si lo incorporas en detalles textiles como el terciopelo estarás asegurándote que nada se verá económico. ¡Todo lo contrario!

Otro de los colores que hace que se sienta más cara la decoración es el color gris. Y combina bien con el tono blanco marfil. El gris es elegante y neutro. Puede encajar en ambientes de estilo más actual o en neoclásicos. Tiene presencia. Para evitar ese punto de frialdad que tiene, incorpóralo con texturas, como el papel pintado de la pared principal en este dormitorio.

Como no podía ser de otra manera, las fibras naturales siempre son bienvenidas en cualquier casa de verano. Por eso, no deben faltar textiles de lino, en los que se mezclen diferentes tonalidades dentro de una misma gama cromática para evitar la monotonía. También se deben incluir piezas que tengan detalles de ratán, mimbre o madera que evoquen a la naturaleza, para crear esa conexión interior-exterior. Una buena idea es hacerse con una la lámpara de mesa como la que aparece en la imagen, con pantalla de lino y base de rafia trenzada que da ese toque rústico tan necesario en este tipo de viviendas.

Blanca por fuera, cálida por dentro. En las tradicionales casitas payesas siempre se ha utilizado la cal como material para dar forma a sus muros rústicos y proteger así los interiores de las altas temperaturas. Por eso, dentro del hogar se admite ese toque acogedor y calentito que huya del tradicional binomio del blanco y la madera. En el dormitorio de verano de Marta Ortega se apostaría por los tonos ocres, los detalles en madera oscura combinadas con piezas de diseño, y unos textiles que mezclen diferentes texturas.

Unas sábanas blancas no fallan en verano y, si son de algodón, mucho mejor, ya que traspiran mejor y regulan la temperatura. Si en tu zona refresca por las noches, añade una colchita de lino. Así, si tienes frío por la noche, te la podrás echar por encima sin necesidad de levantarte de la cama.  

¿Y en su dormitorio? "Aproveché el espacio con armarios empotrados de suelo a techo y di calidez con otro papel pintado, en este caso, con textura y en un tono tostado". El radiador cubierto de madera lacada y la puerta corredera del baño son la prueba de que Berta cumplió sus objetivos. La luz, el orden y la calma sientan de maravilla a este ático en la ciudad.

El dormitorio principal, sin embargo, tiene un plus: acceso directo al jardín, con unas puertas enormes con mucha luz natural. Allí encontramos un agradable rincón de lectura y con la banqueta, los cuadros, los cojines, las colchas, los plaids… se dieron los toques finales. ¡Esos que siempre están presentes en las casas El Mueble!

La habitación de invitados tiene una alfombra a rayas azules, una fabulosa cama con dosel y... ¡Sí, otra chimenea! Junto a ella crearon un delicioso rincón para relajarse. Una curiosidad: "l propietario quiso cambiar algunos suelos por un laminado de roble muy resistente, pero en esta habitación decidió mantener el suelo de terracota, que le parecía distinto a lo que había visto en otros países", señala Gerardo.

"Como el infantil, el dormitorio principal también ha ganado metros. Es un cuarto muy amplio con vestidor, baño en suite y un socorrido cabecero de Pladur”, señalan los arquitectos.

La ropa de cama es uno de los elementos más prominentes y visibles en el dormitorio. Al seleccionar la ropa de cama adecuada, se puede transformar por completo el aspecto y la sensación del espacio, agregando estilo, elegancia y personalidad.

Y no solo eso, sino que la ropa de cama desempeña un papel crucial en el confort y la calidad del sueño. Al elegir materiales suaves y transpirables, como el algodón de alta calidad o el lino, se puede mejorar la comodidad y la sensación al acostarse. 

Las mesillas de noche elevan añaden un elemento de equilibrio y simetría a la disposición de la habitación. Al colocar una mesilla de noche a cada lado de la cama, se crea una sensación de armonía visual y se establece un punto de referencia para el diseño general del espacio.

Son prácticas y funcionales, ya que proporcionan un espacio conveniente para colocar objetos importantes y de uso frecuente, como lámparas de lectura, relojes, libros, gafas, teléfonos móviles u otros elementos personales. Esto ayuda a mantener el dormitorio ordenado y organizado, al tiempo que ofrece comodidad y conveniencia al alcance de la mano.

¿Y qué pasa si a la sutileza de los neutros le añades un toque verde? Le darás una buena dosis de frescura. Es lo que refleja este dormitorio de la imagen: el blanco de las vigas del techo, el cabecero y la ropa de cama con el gris de la pared combina perfectamente con los suaves toques en verde agua de cortinas y cojines. 

Si quieres que tu dormitorio desprenda un ambiente cálido, la combinación de beige y marrones no te defraudará. Es la que ha elegido Pia Capdevila en este de la imagen. La pared del cabecero de obra en beige destaca con el techo, la ropa de cama y la alfombra blanca y las mesillas y los cojines en un marrón más oscuro. Detalles en negro le dan un punto elegante mientras que las plantas y la colcha verde refrescan la estancia.

Fresco, luminoso y muy femenino, así es este dormitorio decorado por Gemma Gallego, de Knowhaus. La interiorista ha elegido el color blanco como base con pinceladas de color en los complementos. La cama vestida en rosa empolvado y un amarillo mostaza más vibrante inyectan energía al dormitorio.

El papel pintado floral en verde es el gran protagonista de este dormitorio. Para rebajar su intensidad se han elegido elementos que invitan a la calma: el cabecero y los muebles en blanco y la ropa de cama en un rosa pastel. ¡Romántico y delicioso!

Este dormitorio desprende una atmósfera súper natural. Y todo gracias a la sabia combinación de colores que ha sabido darle Solange Van Dorssen.
El beige de la fibra, la madera y la ropa de cama contrasta con el suave verde de la pared lacada y los cojines de cuadros. Los complementos en blanco le dan más luz a la habitación.

Para dormitorios relajantes nada mejor que introducir dosis de azul en un lienzo en blanco. Fue lo que hizo Dorotea Estudio en este de la imagen: optar por una combinación de éxito que nos traslada a las vacaciones. El blanco, dominante en paredes y techo, se tiñó de azul en la ropa de cama y carpintería, fiel reflejo del mar que se cuela por la ventana. 

Verdes y azules evocan la naturaleza, por eso su propietaria eligió esta combinación de colores en su dormitorio. El verde tirando a gris lo vemos en el papel pintado de flores, las lámparas y los cabeceros tapizados a rayas y el azul en la colcha y el plaid. El blanco del techo y detalles en amarillo iluminan la estancia.

Las maderas claras y las fibras naturales son las encargadas de dar calidez a este dormitorio blanco con cabecero de obra. Para darle un toque veraniego al refrescante beige Gabriela Conde se encargó de elegir ropa de cama azul. ¿Has visto qué look tan mediterráneo logra la combinación de estos dos colores? Beige y azul, como la arena y el mar.

Atenta a esta combinación de colores. Andrea Feliú y Anna Brotons han revestido la pared del cabecero en un gris suave. Para la cama han elegido el blanco, como el resto de paredes y el mueble bajo la ventana, un verde relajante en la colcha y los cojines, y para terminar un color teja/granate en el plaid reversible que revitaliza la estancia. ¡Nos encanta este dream team tan bien avenido!

Otra combinación de éxito en los dormitorios de El Mueble es el blanco y el negro pasando por el gris. Otro ejemplo de neutros que triunfan. Dafne Vijande los ha empleado aquí y ¡no puede ser más elegante! El blanco en paredes y techo, el gris claro en textiles, el gris oscuro en el papel que enmarca el cabecero y el negro más intenso en el espejo, la lámpara flexo y las patas de las sillas. ¡Perfecto!

Los ambientes nórdicos siguen triunfando en los dormitorios por la tranquilidad que conllevan. Blancos, crudos y arenas se llevan de maravilla. El estudio Calamita Design fue el encargado de combinar aquí esos colores neutros. La pared del cabecero se empapeló en un cálido beige. La madera clara y el edredón reversible permite que la estancia permanezca tranquila o se despierte, dependiendo del color que se elija, más o menos intenso.

El gris suave es uno de los colores fetiche de El Mueble por la sensación de elegancia y calma que transmite. En este dormitorio blanco la interiorista Beatriz Lario ha utilizado el gris en los textiles y lo ha combinado con el mostaza, en el plaid, un cojín y la lámpara, para dinamizar un color que puede resultar un tanto apagado. 

Si te gusta andar descalza por la casa, un parqué de madera de roble es una excelente propuesta. En dormitorios, un modelo en tono miel y con las vetas a la vista, como este de la imagen diseñado por Marta Tobella, ¡resulta cálido y acogedor! Para mantenerlo en buenas condiciones por más tiempo, protégelo con alfombras allí donde haya muebles, como bajo la cama o bajo la cómoda. 

¿Quieres darle dinamismo a tu dormitorio? Coloca un suelo de madera en zigzag ¡y verás qué bien le sienta! Ignacio Dávalos eligió en este de la imagen un parqué de tarima, más duradero que el multicapa y el de tablilla porque permite múltiples restauraciones. En tono claro y colocado en espiga o punta Hungría, su acabado es muy chic.

La fama precede a esas noches de verano en las que es imposible conciliar el sueño. Cambia tu ropa de cama por una más ligera y agradable al tacto, mejor todavía si es azul y blanco. No te olvides de la funda de los cojines o la mantita a los pies de la cama. ¿Otras ideas top para tu dormitorio de verano? Añade algún elemento en azul turquesa y unas flores de colores alegres. 

En el dormitorio principal también incluyeron un frente de armarios a medida panelado de color gris que no tiene tiradores y que esconde un televisor. De esta manera queda mucho más disimulado y discreto y no rompe con la estética coqueta tan cuidada de la estancia. 

“El reto de este proyecto estuvo en el dormitorio principal, donde la distribución estaba complicadísima porque la constructora había dejado una gran ventana con las tomas para la cama debajo y muy poca zona de almacenaje”, revela Natalia Zubizarreta, que supo salir airosa de la situación. Pese a las dificultades iniciales que se le plantearon, consiguió dar con un dormitorio de revista donde se combinan textiles en tonos beige y granates. La gran cantidad de luz que entra por ambos ventanales permite salirse de los tonos neutros sin resultar pesado.

Las instalaciones de electricidad y los radiadores estaban pensados para colocar la cama debajo de la ventana, pero ¿qué cabecero pones ahí debajo con el poco espacio que había quedado? Para resolverlo, Natalia y su equipo diseñaron y fabricaron un cabecero tapizado a medida que cubría la zona que está debajo de la ventana, de forma que quedara cálido, vestido y hubiera "algo" que generara ambiente de dormitorio.