Comedores

Es otra de las claves que no puedes pasar por alto si quieres una distribución de cocina, comedor y salón integrados. La iluminación debe ayudar a zonificar los ambientes, con las lámparas y tipos de iluminación que necesita cada espacio (ambiental, puntual y general). Lo ideal es que el tono de luz sea el mismo para crear unidad.

Se logra un espacio abierto, sin divisiones verticales, que da la sensación de más espacio. Esto facilita una distribución que de otra manera no sería posible o colocar una isla de cocina (que no entraría si se cierra la cocina con un tabique). Y no es necesario disponer de un espacio muy grande para apostar por el open concept. En plantas pequeñas también se puede crear un flujo ordenado y lógico que aporte amplitud.

"Cada vez se estila más un concepto abierto. La forma de vida cambia y ya la cocina es un espacio social. Por el ritmo de trabajo y vida social tendemos a cocinar menos, o cosas que no conlleven tantos olores y es una idea perfectamente aplicable. Además, ganamos espacio integrando estos ambientes", concluyen desde Estudio Lätt.

Hay ideas que merece la pena ser copiadas. Y esta es una de ellas. Marta Tobella decidió ampliar la cocina y llevarla a la zona de día integrando el comedor. Pero, para darle intimidad, ideó una caja acristalada que envuelve de luz una cocina que, antes de la reforma, era oscura. Y comunica visualmente toda la zona día, ganando amplitud visual y mucho estilo. Además, para que resultara más cómoda, cuenta con doble acceso, desde el recibidor y desde el mismo salón. 

Reinventar un comedor de estilo clásico es tan fácil como elegir unas sillas tapizadas en color mostaza. Fíjate en la luminosidad que otorgan a la estancia, incluso combinado con el negro de la estructura de las sillas y las tachuelas, que ayudar a potenciar el estilo atemporal y clásico de este comedor. 

"Si tienes un mueble con un acabado muy oscuro, y te parece serio para tu casa, cámbiale el acabado por otro más suave", dice a interiorista Carolina Mora. Puedes encargar a un profesional que te ‘lave’ el barniz: el efecto es espectacular y encajará en cualquier ambiente.

Para optimizar al máximo el espacio, la decoradora Van Castro, de Vivestudio, diseñó un mueble que reviste toda la pared del salón y del comedor. Nace como mueble de tele y evoluciona hasta convertirse en librería. Además, se aprovecha toda la parte inferior con armarios y cajones, para dar almacenaje al salón y al comedor. En blanco y roble, es cálido y ligero y tiene un estilo nórdico en la línea de todo el piso. 

El comedor es pequeñito, pero está superbién aprovechado. Fíjate en la trasera del banco, que se convierte en una estantería que sirve de mueble del recibidor, separando la entrada de la zona de día. Y el banco, en "L", ofrece más plazas de asiento ocupando mucho menos que unas sillas. 

Al igual que sucede con los muebles, las lámparas de estilo mid century modern también son tendencia ahora, como la que cuelga sobre la mesa de este moderno comedor. Con pantallas de globo y acabado en dorado, destacan especialmente las que recuerdan al icónico modelo Sputnik, una estrella de los años 60.

Uno de los estilos decorativos del 2022 es, sin duda, el mid century modern. Triunfó en las décadas de los 50 y 60, y hoy vuelve a estar de moda. Incluir algunos de sus muebles estrella en los espacios del siglo XXI será todo un acierto. Como estas sillas, el modelo Wishbone, todo un icono del mobiliario de la segunda mitad del siglo XX.

Otro detalle que no esperamos en una casa de montaña al uso es esta cocina. Aunque el mobiliario es de madera, que encaja muy bien en una casa de montaña, el cerramiento de hierro le da un contrapunto muy moderno. Un cerramiento idea de la decoradora que semi cierra la cocina para darle más intimidad. En "L", la recoge y la hace más acogedora, pero deja pasar la luz sin renunciar a la comunicación visual entre los diferentes espacios. Descubre el resto de soluciones magistrales de esta casa de en el Pirineo. 

Con la reforma, no solo salió ganando el salón, sino también el comedor y, sobre todo, la cocina. El comedor se dispuso en paralelo al estar, delimitado visualmente por el sofá y un mueble arrimado a su trasera. Además, se cambió la cocina de ubicación y se acercó a la zona de día. La decoradora abrió un gran cerramiento acristalado a modo de pasaplatos que, además, refuerza la comunicación visual entre las tres zonas. 

Y en el comedor, nos encontramos con tonos oscuros, perfectamente engamados con el tono berenjena de la lámpara y las sillas, hechas a medidas por los interioristas. “Son sillas pero con las comodidades de un sillón, porque esta estancia está pensada para largas sobremesas”, prosigue Pol.

Para disfrutar de tus comidas en un ambiente totalmente zen, coloca en la pared un mural con un paisaje oriental tan bonito como este. La interiorista Mónica Garrido se decantó por unas escenas enmarcadas en madera y protegidas con cristal, a modo de biombo. La neblina que las envuelve les da mayor encanto. ¿Original, verdad?

En cualquier hogar nórdico que se precie, siempre encontrarás (al menos) una pieza icónica del estilo escandinavo. Este comedor, por ejemplo, se amuebló con dos sillas modelo DSW de Charles Eames diseñadas en 1950.

Sea cual sea el diseño de una lámpara negra, lo cierto es que tienen esa capacidad de dotar de elegancia y sofisticación. Así lo creyeron las interioristas Gracia y Leticia de Amescua, quienes se decantaron por una original lámpara en forma de atrapasueños para iluminar la zona del comedor. 

Este comedor con una gran mesa de nogal quería ser rústico y, pasa suavizarlo se colocó una lámpara negra y dorada, que da mucha personalidad. Y es que el negro es uno de los mejores amigos del dorado. Por eso, una lámpara negra con la pantalla interior en dorado no restará luminosidad, sino que tendrá un efecto cálido en la luz y la se verá rebotada con destellos muy luminosos. 

Si quieres dotar a tu comedor de un estilo industrial, el negro es tu mejor aliado. Y, en unas lámparas de grandes dimensiones, serán el centro de todas las miradas. En este comedor, combinan con la mesa, del mismo estilo, con sobre de madera y grandes patas de metal también negro. 

En pareja, unas lámparas negras sobre la mesa del comedor dotarán al espacio de un toque moderno y contemporáneo. Una forma de que no desentonen y combinen es acompañándolas de unas sillas con estructura también negra. Para no perder calidez, elige una mesa de madera, como esta que eligió la interiorista Natalia Zubizarreta. 

Como esta gran lámpara negra que corona esta mesa de comedor con las emblemáticas sillas Cesca, demostrando que estas luminarias son capaces de adaptarse a casi cualquier ambiente. Incluso el ribete de la alfombra mantiene esa unidad cromática que, además, es un guiño a la mesa de centro del salón, también negra. Fue la elección de la interiorista Bárbara Serra. 

En este comedor, en el que la madera es predominante, tanto en la mesa como en las sillas, la lámpara es la encargada de llevar la personalidad y el carácter. Siendo la única nota de color, aporta elegancia y suaviza la rotundidad de la naturalidad de la madera.   

Otra de las características de las lámparas negras es que pueden ser un elemento de lo más llamativo o superdiscretas. Un buen ejemplo es la que ilumina este comedor donde contrasta con el estilo rústico de la mesa y del leñero, también negro.  

Optar por techos blancos y un beis más tostado en paredes es la propuesta de la interiorista Sandra Dachs para el pasillo de su casa. Ha pintado la puerta corredera, a medida y de madera, del mismo color avellana que las paredes, lo que la hace mimetizarse con ellas. Además del aparador, ha amueblado esta pequeña zona de paso con un espejo de pie para hacerla más grande. ¿Más ideas para decorar y aprovechar el pasillo?

Cuesta creerlo, pero este comedor era una cuadra oscura y casi en ruinas. Y es que la casa original ¡es de 1700! Aunque en la rehabilitación, llevada a cabo por Josep Curanta y la arquitecta técnica Nuri Vidal, se pudo salvar muy poco, se buscó reproducir su esencia rústica y rural. Ventanas en arco, suelo de barro, paredes de piedra, vigas... Y para la decoración de este comedor se ha optado por piezas recuperadas, como la alacena, y otras actuales de look rústico.  

El espectacular techo de madera a dos aguas reforzado con troncos en bruto pone la nota peculiar en este salón tipo montaña. La ventana superior por la que se cuela la luz y los rayos de sol dan a parar justo en el sofá, dispuesto en forma de L para contemplar el paisaje. ¿El remate? La moderna estufa de leña con tubo curvado. ¡Te dan ganas de sentarte junto a ella y disfrutar de su buena temperatura!

Gracias a la nueva distribución basada en espacios abiertos y comunicados, la luz natural fluye por toda la casa. Junto a la cocina, la interiorista creó una zona de comedor con una mesa redonda (está hecha con antiguas maderas de las vías del tren recicladas, diseñada por Dominique, del estudio d’Aussy Interiors) y sillas con asiento del enea, propias del estilo mediterráneo.

En pisos pequeños, cada centímetro cuenta, así que una buena idea que no falta en el manual es la de apostar por sistemas de acondicionamiento que eviten radiadores (calefacción por suelo radiante o por conductos) de manera que ganes paredes despejadas en las que apoyar muebles.

En un piso pequeño la creatividad se agudiza en el diseño del mobiliario. El prescindir de tabiques muchas veces permite realizar composiciones a medida que ganan metros sin llenar con muebles. Por ejemplo, mesas de comedor que se adosan a un frente de cocina. Bancos adosados a la trasera de un sofá y que dan soporte al comedor. Cabeceros que son armarios… ¡Deja que vuele la imaginación!

El comedor sigue la misma estética que el salón. "Nos pidieron un espacio cálido para hacer cosas en familia, como jugar a las cartas, tomar café o comer con amigos, por eso diseñamos un banco de cuadros vichy para dar un aire de 'bistró' francés" explica Paula Duarte. 

Las mesas redondas se llevan la palma en los comedores que triunfan hoy. Y no es extraño, ya que ofrecen muchas ventajas. Además de ocupar menos y organizar mejor el espacio, los comensales tienen una buena visión de todos los que se sientan a la mesa, por lo que se favorece la interacción entre ellos.