Cocinas

Y por tanto, amplitud visual. "¡Cuánto más superficie acristalada haya, mejor! Unas puertas correderas, bien alojadas en el tabique, bien que se deslice por la pared contraria a la cocina para no robar espacio; un tabique con la parte inferior ciega y superior acristalada… y cuanto más limpio sea el cerramiento, con poca perfilería, mejor", apunta Natalia Zubizarreta.

El blanco es el color por excelencia para cocinas pequeñas: potencia la luz natural, amplia visualmente el espacio, es atemporal, funciona con todos los estilos decorativos… Pero las cocinas blancas no son la única solución a la escasez de metros. Según nos cuenta Laura Martínez, "los colores claros y luminosos son la mejor elección cuando disponemos de una cocina pequeña y estrecha. Pero cuando se busca alternativas, mi truco es jugar con el diseño de los muebles: las puertas lisas y sin tiradores quedan totalmente integradas con las paredes y se gana amplitud visual. Y si te atreves con el color, apuesta por los acabados en madera o combina muebles bajos en tonos vivos con armarios altos en tonos muy suaves para contrarrestar".

¿Cuántas veces has oído eso de que en las cocinas pequeñas conviene renunciar a los armarios altos porque se comen el espacio? Sí, la teoría está muy bien, pero en las cocinas reales se necesita contar con suficientes zonas de almacenaje. Laura Martínez tiene un truco para no tener que renunciar a estas piezas del mobiliario: "Es verdad que a todas nos encantan los muebles altos bien ajustados hasta el techo, pero si la cocina es muy estrecha su instalación puede ocasionar la sensación de túnel. Por eso, propongo dos soluciones: armarios altos, que no lleguen al techo y de diseño horizontal para minimizar su impacto en el conjunto de mobiliario o bien, añadir columnas altas de suelo a techo en uno de los extremos para acortar la planta de la cocina y así aligerar el peso visual".

Según la interiorista Laura Martínez, la concentrar muebles y electrodomésticos en un único frente es la mejor solución para cocinas pequeñas, especialmente si tienen la planta estrecha y alargada. "Al dejar el resto de paredes libres de muebles, conseguimos más sensación de amplitud. Hay que tener en cuenta que, en este tipo de distribución, la zona de la placa queda muy cerca de la de aguas. Así que, una de las prioridades será dejar el máximo espacio entre estas ambas zonas para conseguir un buen espacio de trabajo".

Con el horno en columna, entre zonas de almacenaje, en un mueble alto… "Cuando se trata de cocinas pequeñas, la ubicación ideal del microondas es en un mueble alto, donde no reste espacio a la encimera. Eso sí, a la hora de instalarlo, es importante seguir las instrucciones del fabricante y tener en cuenta las recomendaciones de distancia mínima entre el microondas y otros electrodomésticos o elementos de la cocina para evitar riesgos de incendios o cortocircuitos", dice Lucía Mariñas.

"La elección entre electrodomésticos integrables o que quedan a la vista dependerá de las necesidades y preferencias de cada persona", apunta Lucía, aunque es cierto que cuando quedan camuflados tras una puertas, ofrecen una estética más limpia y uniforme que favorece la amplitud visual.

También existen soluciones para los reacios a abrir completamente la cocina por miedo a que humos y olores inunden el salón, algo que, por otra parte, se puede evitar con una buena campana extractora. "Tabiques y puertas de cristal son geniales para abrir o independizar la cocina según las necesidades del momento", dice Lucía Mariñas. 

Sin duda, las ventanas dejan pasar la luz y hacen mucho más grande la cocina. Otra de sus ventajas es que, pese a ser un diseño propio del arquitecto y los muebles a medida, se ha intentado ahorrar en el resto de elementos, como la encimera y el fregadero de porcelana. ¡Y quedan ideales!

Esta cocina pertenece a Beatriz Rodríguez en Leó, ganadora del concurso "Las mejores cocinas de las lectoras". Es vivida, abierta y muy acogedora. Nos encantan las puertas correderas de cristal que dejan pasar la luz.

Vivimos en una época en la que nada se deja al azar, en cuanto a estética se refiere. Ahora, hasta los textiles que usamos habitualmente en la cocina, como trapos o delantales, se cuidan hasta el más mínimo detalle. Los linos, los algodones orgánicos, los bordados y los diseños cuidados se imponen, así que, ¿por qué relegarlos al fondo del armario? Cada día son más los que optan por poner percheros bonitos en las paredes de la cocina y colgar ahí este tipo de piezas que "crean hogar".

Las cocinas mini también son propias de las casas de Barcelona. Se suele dar más importancia a la amplitud en salón y dormitorio y no tanto a las cocinas que, además de pequeñas, suele estar abiertas a otros espacios o compartir estancia con el salón. 

Algo que también contribuye a la gran isla blanca, prolongada a modo de office, y el acceso al porche. En esta casa las sobremesas se alargan al aire libre. 

El hecho de que la isla sea un elemento deseado y casi imprescindible en el diseño de una cocina abierta ha derivado en la idea de que, hoy, la tendencia es convertir ese elemento en algo diferenciador. Se lleva combinar otros acabados y colores en la isla, diferente al resto del mobiliario, apostar por frentes marcados, una encimera llamativa o una isla que destaca por unas lámparas esculturales sobre ella.

Es el elemento más deseado en una cocina abierta. La isla como elemento de transición entre espacios, aunque sean pequeños. Se busca la manera de integrarla, adaptando su tamaño y sus usos. En cualquier caso, siempre suma almacenaje y superficie de apoyo, como mínimo. No olvides planificar puntos de luz en la isla de la cocina para no depender de los enchufes de la zona de trabajo.

Otro elemento que se tiene muy en cuenta en el diseño de las cocinas es la campana extractora. Responsable de que no haya humos ni olores excesivos. Ahora se integra con diseños empotrados que no entorpecen al caer del techo o con placas de cocción con extractor integrado. Los hay con salida de humos a la calle y con filtros, para no depender de ello. Siempre, hay que prestar atención al ruido que hacen porque estamos diseñando una cocina abierta.

La tendencia es a ganar espacio unificando cocina y comedor. Eso no quiere decir que no pueda haber una barra, pero sí que se diseñan espacios de comedor confortables, con mesas adosadas a la isla de la cocina o al frente península de mobiliario. La propia isla en algunas ocasiones se prolonga en un lateral como mesa alta. Las cocinas abiertas se diseñan pensando en integrar o unificar el comedor.

Las cocinas abiertas apuesta por la integración total, y eso lleva a que se desdibujen los límites a través de piezas de mobiliario. Es decir, se llevan a la cocina elementos propios del salón y se usan en el salón los mismos muebles de la cocina, que muchas firmas pueden diseñar para prolongar un frente de trabajo en un mueble de almacenaje y para los audiovisuales en el estar.

Grandes ventanales que conectan el porche o el jardín con la cocina. Al convertirse esta en una estancia para vivir, se busca que sea muy luminosa y que permita prolongar su uso en los espacios al aire libre. Además, siempre que sea posible, hay parte de la cocina (barbacoas, parrillas, planchas…) que se traslada al exterior para hacer toda la vida fuera en verano.

Una correcta iluminación de una cocina abierta permite que se integre en el salón. Debe tener luz puntual, pero también ambiental y crear atmósfera para cuando no se usa la cocina y se está en el salón. Las lámparas adquieren protagonismo con diseños llamativos. Si hay que destacar las lámparas que no hay que olvidar en el diseño de una cocina abierta esta temporada son las colgantes y los apliques de pared.

En línea con la tendencia a decorar con materiales naturales, la cocina no podría ser menos. Los acabados nobles le dan calidad de calidez a la cocina, ideal para integrarse en la estancia principal de la casa, como es el salón. Maderas, lacas, piedras… Los frentes en madera se imponen, con mucha presencia de la palillería. Y en esa naturalidad las paredes abandonan definitivamente los azulejos y se rinden a la pintura con textura.

Una cocina abierta tiene que resultar armoniosa y ordenada. Se presta atención a la integración de los electrodomésticos. Con una idea principal que es la de integrar con frentes que ocultan y con la de que aquellos electrodomésticos que tienen que quedar a la vista sean de diseño y encajen especialmente para no restar nivel al conjunto.

Una cocina abierta también puede quedar delimitada por un cerramiento de cristal. Esta tendencia es otra de las que se mantienen, pero este año el diseño de esos cerramientos se vuelve más llamativo, ya sea por el tipo de apertura en sí como por las formas de las puertas, con tendencia a incorporar elementos curvos.

En cuanto a los colores, los neutros siguen ocupando el primer puesto en el podium de los más escogidos para decorar una cocina abierta. La ventaja es que encajan bien con cualquier estilo y otros colores que se quieran usar en el interiorismo del salón. Ahora bien, este año, para los que buscan una cocina a la moda, deberán incorporar el color, verde y azul, en el mobiliario. Extra personales.

Para diseñar una cocina abierta hay que pensar en el orden y en la capacidad. La sensación de amplitud en la cocina, abriéndola o integrándola en el salón es innegable, pero, en ocasiones, se pierden paredes para colocar muebles. Siempre hay que pensar en la manera de sumar armarios, en zona de paso o de manera que se integren en el interiorismo, que no parezcan tanto "armario de cocina" pero que tengan la función de despensa, limpieza, desayunador…

Muy en línea con la idea de usar materiales nobles en la decoración de la cocina, una de las claves para diseñar un espacio a la moda es incorporar las formas redondeadas y sinuosas. Algo que puede parecer complicado porque el mobiliario de la cocina es siempre rectilíneo; pero que se suaviza si se piensa en los accesorios y complementos. Decoración de paredes, motivos de los revestimientos, lámparas, adornos…

Aplica una base anticalórica. Se trata de una imprimación que crea una pantalla al calor, soportando temperaturas de hasta 300 °C (Analgón, 19'95 €, en bricotex.pro). Debes usar guantes y mascarilla mientras lo apliques. 

Deja que se seque y, a continuación, pinta las tuberías con la misma pintura que hayas utilizado para la pared. La imprimación evitará que se oxide o se desprenda. 

Pequeña, sí. Y con todas las comodidades y el almacenaje, también. En esta cocina pequeña encontramos muchas ideas para copiar. Por un lado, en uno de los laterales los armarios llegan hasta el techo, aprovechando cada centímetro. Ahí también se ha ubicado la columna del microondas y el horno, así como el frigorífico, que panelado pasa desapercibido y ayuda a crear una imagen equilibrada y homogénea. ¿Más ideas? El lado opuesto, donde se ubica la zona de fuegos, prescinde de los armarios. En su lugar la campana de obra y los estantes presumen del mismo acabado que la pared, haciendo que pasen desapercibidos. ¡Todo un acierto!

En azul, esta cocina es original y muy acogedora. Y una buena muestra de que una cocina pequeña también puede presumir de color. ¿El truco? Por un lado, los estantes abiertos en acabado madera, que aligeran su imagen. Y por el otro la encimera y antepecho en blanco, que ayuda a reflejar la luz y amplitud. 

Uno de los mayores problemas de las cocinas pequeñas es el almacenaje. Y tener que prescindir de los muebles altos para que no resulte agobiante no ayuda. Por eso, es importante planificar con cabeza. Por ejemplo, si vas a colocar una barra de desayunos, mejor si esta regala algo de almacenaje. Asimismo, sí que será necesario colocar una zona de armarios altos en la zona en la que ubiques la columna del horno y el microondas. 

Que una cocina sea pequeña no significa que no pueda ser elegante. Y esta lo demuestra. Su encimera y antepecho de mármol ayudan a aportar no solo estilo y sofisticación, sino que su veteado en blanco y marrón ayuda a subir la temperatura. Además, al eliminar los armarios altos en la pared en la que se refleja la luz, la amplitud no se ve comprometida. 

No solo el blanco es el más adecuado para las cocinas pequeñas. Ni el estilo moderno. Cuando la luz no es un problema, puedes jugar con otros colores neutros, como el beige o el gris. Aquí, es el topo el que protagoniza el mobiliario, que gracias a los tiradores negros de concha, las lámparas de fibra y los taburetes de madera y asiento de enea, consigue un look rústico chic muy acogedor. 

A veces, la forma de cocina determina cómo será su forma. Una pared maestra en diagonal puede chocar con tu idea original antes de reformarla, pero hay muchas opciones. La más adecuada es adaptarte a su forma, con muebles a medida que aprovechen todos los rincones posibles. Será más caro, pero el resultado mucho mejor.

Sí, el blanco es el color estrella en las cocinas pequeñas. Pero como sabes el resultado puede resultar frío. ¿Qué hacer para evitarlo? Jugar con los complementos. Por ejemplo, unos estantes de madera ayudarán a aportar calidez. Pero también otros detalles como los tiradores pueden ayudarte a aportar ese look menos sobrio de las cocinas blancas. 

¿Otro consejo? Elige un suelo con un acabado en madera, Ya sea porcelánico, un laminado o un suelo vinílico (los hay unos acabados hiperrealistas) conseguirás dar calidez al espacio. 

Uno de los acabados que más adeptos va ganando es el marmolado. Y no solo la piedra de mármol, sino también otros materiales como la piedra sinterizada, que lo imita a la perfección. Además, es perfecto para la encimera y el antepecho. Ahora, si te decantas por colocarlo solo en la zona del antepecho, has de saber que hay revestimientos de PVC que también lo imitan y que son muy fáciles de instalar. 

Las cocinas americanas son esas que están abiertas al comedor y el salón. No se sabe muy bien cuál es el origen de este término, aunque se asocia a las cocinas de las casas americanas, donde este tipo de distribución es más común que aquí. 

Esta cocina (también en azul), hace del blanco su gran aliado para que no resulte tan pequeña. Llama la atención de la versatilidad de la península, que se convierte en el banco del comedor y que cuenta con dos hornacinas en las que las cestas de fibra son perfectas para guardar el mantel y las servilletas, por ejemplo. 

No hay nada que no nos guste de esta cocina. Aunque pequeña resulta acogedora y muy personal. Y, aunque no lo creas, no está en una casa de campo, sino en un piso urbano. El toque lo pone el colgador sobre la isla, que sirve como lámpara y que cuenta también con ganchos en los que colgar sartenes, laurel secando... Todo un acierto. 

En el caso de que los azulejos estén desgastados, pega un vinilo. Se presentan en planchas autoadhesivas y se pueden limpiar con agua y jabón, ideales para poner en la cocina. Píntalos con un esmalte especial como por ejemplo el esmalte de Bruguer por 27'55 € en servicolor.com. 

Una gran opción si quieres tapar cualquier desperfecto de la pared. Eso sí, antes de empapelar hay que rellenar los agujeros y las grietas. Usa una masilla de buena calidad, lija y da una mano de imprimación. Puedes encontrar Masilla Tourpet, por 5'02 €/1L e imprimación, por 9'95 € /10 L en bricodepot.es. 

¿Sabías que el gotelé se puede alisar con papel? Basta con pegar 2 capas y empapelar después, como en esta cocina con papel pintado estampado. El rollo de 10 metros sale por 27 '90 € en papelpintadoonline.com. 

Para aligerar el espacio de una cocina en L una gran opción es evitar colocar módulos altos y sustituirlos por unos estantes abiertos. No perderás todo el almacenaje, pero el conjunto se verá mucho más liviano. 

Y en el lado en el que hay módulos altos y bajos, planifica también una zona con estantes que ayude a dar un look más ligero a esa pared de la cocina. Los puedes utilizar para tus libros de cocina o como mueble de desayunos. ¡Tu eliges!