Cocinas

Las cocinas con isla son las grandes deseadas. Y no siempre es necesario contar con una isla XL. De hecho, puedes disfrutar de una desde 80 x 150 cm –más pequeña puede verse ridícula–. En esta cocina, la decoradora Pia Capdevila la aprovechó con armarios, una vinoteca y zona de baldas y la destinó a superficie extra de trabajo. El office, arrimado a la isla, ocupa menos y disfruta de la luz natural del ventanal. 

Esta cocina pequeña es de mínimos, pero gracias a abrirla al pasillo y a la zona de día ha sumado metros, amplitud y luz natural. La decoradora Pia Capdevila organizó el mobiliario en U y aprovechó uno de los laterales como apoyo del banco del comedor. Además, al abrirla al pasillo, aprovechó para reunir la despensa y los electrodomésticos en un frente, ganando almacenaje. 

Esta cocina pertenece a la casa de veraneo de la decoradora Pia Capdevila. De esencia rústica, Pia quiso conservar su carácter, por eso optó por muebles lacados y enmarcados y con tiradores rústicos de hierro. La encimera, laminada, imita la madera y el gran acierto, el pavimento en verde y gris de efecto desgastado que recuerda los suelos hidráulicos antiguos. 

A esta cocina no le falta de nada. Cuenta con mucho espacio para guardar, a pesar de haber renunciado a armarios superiores para no recargar, una isla que se ha equipado con una zona de barra, y el comedor se ha integrado en el espacio. Al ser una cocina abierta al salón, la decoradora Pia Capdevila quiso darle un plus deco, de ahí el papel pintado a rayas. 

Esta cocina era pequeña pero gracias a la nueva distribución proyectada por la decoradora Pia Capdevila ahora disfruta de más metros y luz natural. Por un lado, Pia prescindió del tabique que la separaba del pasillo y lo reemplazó por un biombo con la zona superior acristalada, lo que lleva luz a la cocina sin renunciar a un punto de apoyo para los muebles bajos. Y, por otro, ideó una península a modo de separación del salón que además de servir de barra oculta los radiadores.  

El techo abovedado de esta cocina es una de sus señas de identidad y lo que delata el carácter especial de este espacio, que pertenece a un palecete parisino. La decoradora Pia Capdevila decidió vestir esta cocina con muebles claritos, para potenciar la luz, pero con un contrapunto en negro, en la encimera y en los tiradores. Con ello se buscó crear contraste en una cocina que tiene un punto clásico. La amplitud del espacio se aprovechó para ganar un completo office, junto a la salida al jardín. 

Con en toda cocina El Mueble que se precie, no podía falta el mueble de desayunos. Se aprovechó un recoveco en la pared para hacerlo a medida y sacarle partido. ¡Lo tiene todo!

“Elegí muebles de cocina con molduras y una gran isla aprovechando el gran espacio", explica. Y el resultado es una cocina de campo abierta y para disfrutar en familia. ¡Nos encanta!

La decoradora aprovechó esta cocina pequeña en U con una pequeña barra que, además de cerrar la cocina, permite ganar una zona de armarios en un lado y una práctica barra de desayunos y comidas rápidas en el otro. Los techos altos y los colores claros contribuyen a ampliar visualmente el espacio.

En pisos pequeños, abrir la cocina es una reforma estrella, porque siempre arañas metros y sensación de amplitud. Aquí, Marta Tobella aprovechó el espacio con una distribución en U con armarios hasta el techo y ganó una zona de barra superponiendo la barra a la encimera, así no renunció a los armarios inferiores dobles de la península. ¿El resultado? Una cocina pequeña a la que no le falta de nada.

Cuando la luz llega a todas partes, la casa crece visualmente. Y esto se logra despejándole el camino con puertas acristaladas y con carpinterías claras que la reflejen. Y es precisamente lo que ha hecho en este salón Marta Tobella, que ha ideado un cerramiento en L acristalado que comunica el comedor con el salón sin llegar a abrirlo del todo. Además, se aprovecha su estructura para apoyar el banco en L, por un lado, y el sofá en el salón. 

Para dejar que el bonito azulejo de la pared se luciera más, se prescindió de colocar muebles altos. La campana, de obra, luce el mismo diseño que el resto de los muebles, manteniendo el estilo clásico que protagoniza la cocina de nuestra lectora. 

Uno de las piezas que no faltan en esta cocina, y que a nosotras nos ha conquistado, es el mueble desayunador. Gracias a sus puertas acristaladas pasa desapercibido, con una imagen limpia y elegante. En él se guardan la cristalería, vajillas, mantelerías...

Ahora, la cocina se ha convertido, casi, casi, en una zona de paso. Desde ella se puede ver el recibidor, gracias a la pared de cristal y, por ese lado se accede cómodamente al salón. Por el otro, está conectada con el comedor. 

"¡Salir en El Mueble es un sueño!", dice emocionada Conchi, la madre. Y nos da todos los detalles del proyecto. "La cocina clásica debía tener una isla grande, un fregadero para la comida y otro para los platos, una zona de café y una gran alacena". ¿Otro indispensable? El lavadero, que ha quedado de revista.

Y aunque al principio pensaban en poner un suelo hidráulico, se decantaron por un laminado efecto madera para ganar calidez. Marta la ayudó mucho. Ella le dio el aire más fresco, Conchi el más clásico. Y el resultado no puede ser más acogedor. "Es una cocina familiar. Amplia y funcional. Con tanto encanto como las de antes". ¡Para no adorarla!

En esta ocasión las puertas Voxtorp, que aportan ese look elegante y minimal, se han combinado con el panel de pared Lykesil con acabado mármol que potencia esa elegancia y aspecto atemporal.  

Con la combinación adecuada, una cocina de IKEA puede respirar un espíritu marcadamente rústico. Además de elegir unos muebles acanalados o fresados y unos tiradores en cocha, por ejemplo, detalles como una campana de obra, unas cajas de madera a modo de estantes y unos taburetes de fibra son capaces de imprimir todo el carácter que desprende esta cocina de casa de campo. 

En IKEA puedes encontrar todo tipo de cocinas, desde las más campestres, como la anterior, a modelos modernos como el que protagoniza este espacio. Es el modelo Metod con puertas Voxtorp y encimera de madera, responsable de llevar la calidez. 

Una cocina de IKEA también puede ser elegante y sofisticada con los elementos adecuados. En este caso, el modelo Metod / Maximera se ha completado con las puertas Veddinge, con uñero, lo que aporta un look limpio y moderno. Pero la elegancia se debe a la encimera de granito en color gris y tacto rugoso.   

Bañada por la luz, la cocina se diseñó con la comodidad que necesita una familia numerosa. Pero también debía ser ligera y decorativa. Para ello se prescindió de los muebles altos y se sustituyeron por unas baldas de madera donde se colocaron varias cestas de fibras. Los muebles en blanco son los encargados de reflejar la luz y el suelo con acabado en madera aporta calidez.  

No solo la isla y la zona de la cocina cuenta con armarios hasta el techo. El acceso a la cocina se ha completado con unos armarios empotrados con el frente blanco que pasan, prácticamente, desapercibidos gracias también a la ausencia de tiradores. Son el extra perfecto para contar con mucho almacenaje en la cocina y alguna que otra sorpresa. ¿Quieres verla? 

Y continúa: "Me encanta porque es cálida y muy práctica". Tiene un office todoterreno para comer en familia, hacer los deberes... También muchísimo almacenaje: "Solo teníamos un frente para amueblar, pero hemos conseguido mucha capacidad con armarios hasta el techo y cajones en la isla de la cocina."

Sin duda, nos declaramos fans incondicionales de su cocina. ¿El premio del concurso? Aparte de la publicación de su cocina en El Mueble, Beatriz Rodríguez ganó una cafetera EQ.9 Plus Connect de Siemens. ¡Enhorabuena!

¿Y cómo soñaba su cocina? "La quería clásica, acorde al salón, donde combino muebles de madera con toques modernos, y con el que se comunica a través de unas puertas correderas acristaladas", explica. "Por eso elegí este tono beige y continué con el parqué, excepto en la zona de aguas. Mi madre me ayudó mucho en la decoración", nos confiesa.

"Ha sido una experiencia súper bonita", nos dice Beatriz Rodríguez después de ganar nuestro concurso "Las mejores cocinas de las lectoras", organizado en colaboración con Siemens. Nuestra lectora vive en León con su marido y sus dos hijos pequeños y, tal como nos cuenta, "en la cocina hacemos la vida", de ahí que le prestasen especial atención durante la reforma y que se haya convertido en el corazón de su casa.

"Cuando reformamos el piso, la constructora nos propuso poner la cocina en lo que era un dormitorio. La verdad fue un acierto, porque ahora tenemos una cocina con vistas a un parque y mucha luz", explica Beatriz. Contar con luz en las zonas de días es básico para disfrutar de ellas. ¡Beatriz lo sabe! 

Entre los suelos de barro cocido, las vigas de madera y los techos en bovedilla, este espacio pedía a gritos una cocina rústica. Pero no todas las cocinas de este estilo han de hacer de la madera el material protagonista. Para llenarla de luz, se colocaron unos muebles blancos con tiradores de concha, que aportan un acogedor look campestre. Para potenciarlo, el comedor colocado en el centro de la estancia se ha completado con una mesa redonda, que facilita la circulación y evita los golpes inesperados, y unas sillas con respaldo de aspa. La lámpara de fibra completa este estilo de campo tan agradable. 

En esta cocina abierta, es el comedor el que actúa como nexo entre esta y el resto de la zona de día. Y, para destacarla se han colocado dos grandes lámparas de fibras naturales que roban todo el protagonismo al resto de la decoración. Así, los tres ambientes quedan integrados, especialmente gracias al color y el acertado uso de los materiales.  

En esta cocina en la que predomina el blanco, materiales cálidos como la madera y las fibras naturales son las encargadas de aportar calidez. Y la vemos muy bien agrupada en la zona del comedor, con la mesa de madera y las sillas y alfombra de fibras, creando un contraste perfecto con los frentes de la cocina. Para dar aún más unidad se ha decorado esta con una lámpara y vajilla blanca, mientras que los muebles cuentan con una encimera de madera y unas tablas decorativas. ¡El tándem perfecto!

En esta estancia en la que cocina y comedor van de la mano, se ha colocado una península que actúa de nexo de conexión, pero también como separador de espacios. Para dar unidad al espacio se han colocado unas sillas y taburetes del mismo modelo, con estructura en negro y asientos de mimbre que, además, contrastan con el inmaculado blanco de la cocina y paredes. El toque más romántico y femenino, se lo debemos a los textiles en rosa. 

En este espacio, la cocina abierta y el comedor comparten la isla. Mientras que, por un lado, sirve como zona de trabajo en la cocina, por el otro se convierte en un banco con almacenaje que da servicio al comedor. Dos espacios completamente integrados que hacen del color blanco y de la madera su seña de identidad y su nexo de conexión.  

Esta cocina con comedor integrado es una auténtica declaración de intenciones que une lo mejor del estilo moderno y del estilo rústico. Mientras que la cocina blanca presume de un marcado estilo moderno, el comedor adosado a la península podría, fácilmente, haber sido sacado de una masía en el campo. Una combinación de estilos que demuestra que lo rústico también puede ser moderno. Y viceversa.    

El comedor de esta cocina es una elegante extensión de la isla. Si te fijas bien, la misma encimera que recorre la isla continúa con la mesa del comedor. Para darle mucha más elegancia, la interiorista Sol Van Dorssen colocó una clásica lámpara de techo con la pantalla blanca y unas cálidas sillas de fibra natural que garantizan la comodidad. 

Esta cocina en L se ha completado con un coqueto comedor creando un conjunto integrado y homogéneo. ¿Cómo? Gracias al uso del mismo material (o al menos el mismo acabado) tanto en el antepecho o salpicadero y en el sobre de la mesa. También gracias a la calidez de los suelos de madera continuos y los detalles en fibra natural y de madera que decoran y unifican ambos espacios. 

Esta cocina alargada culmina en una gran ventanal junto al que se ha colocado un elegante comedor con una imponente mesa de madera de pino realizada a mano. Así, no solo la zona de comer está bañada por la luz, sino que las paredes blancas ayudan a que esta viaje hasta la cocina, iluminándola. No podemos dejar de hablar del banco colocado en la mesa del comedor, que deja que esta última sea la mesa la auténtica protagonista del espacio. 

¿Quieres un comedor y ves que no cuentas con demasiado espacio? Cuando planifiques la distribución de la cocina, opta por una organización en U que te dará espacio de encimera y para guardar y te servirá, al mismo tiempo, para adosar un banco a uno de los laterales y crear así un comedor estrecho con mesa de 80 cm.

Abiertas o integradas en otras estancias. Estas cocinas ganan espacio al prescindir de tabiques divisorios y se solucionan con distribuciones con isla o península. ¡Te mostramos las opciones con plano que se adaptan a esta idea!

En cocinas alargadas de planta rectangular, pero no demasiado estrechas, es posible crear una distribución de mobiliario en dos frentes enfrentados. Lo importante es que haya hueco entre armarios para moverse y abrir puertas. Con este tipo de organizaciones, un frente puede ser de trabajo con placa y fregadero y otro de almacenaje con muebles en columna de suelo a techo.

Se trata de una distribución sencilla para cocinas abiertas, pequeñas, de planta alargada… Los muebles se colocan en un único frente, adosados a la pared y organizados con muebles altos, bajos y columnas. El frente contrario queda despejado, se destina a office, se transforma en cerramiento de cristal o desaparece, abriendo la estancia por completo.

Cocinas cuadradas que ganan espacio para guardar y superficie de trabajo con una organización en forma de L del mobiliario de cocina. Así se aprovechan dos de las paredes de la estancia. Es importante pensar en este caso en que se rentabilice el espacio que se genera en la cocina con extraíbles.

La envidia de todas las cocinas. Los planos de cocinas con medidas que vas a ver a continuación responden a una distribución con isla en plantas cuadradas y amplias o espacios integrados en las estancias contiguas. En ellas es posible crear zona de barra con taburetes o adosar mesas de comedor.