Cajones

Recipientes pequeños como tazones o cuencos puedes apilarlos para ganar espacio dentro del mueble donde los guardes pero es preferible colocar entre ellos un trozo de papel o plástico protector para no marcarlos.

Más o menos grande pero el recibidor pequeño perfecto tiene una zona para guardar los abrigos y mucho más.

Generalmente se trata de la entrada principal, el mueble que sirve de apoyo. Debe ser una pieza ligera que no reste mucho espacio. Mejor una consola si el recibidor es estrecho, incluso una balda o cajón volado. Consola, espejo y cesto en Coton et Bois.

¡Atención a lo que almacenas! Según el Feng Shui solo debes guardar bajo la cama ropa "blandita" como toallas, edredones o demás, o incluso algún abrigo bien doblado. En cambio, si guardas la caja de herramientas o zapatos, puedes poner en peligro tu relación de pareja (si es que la tienes).

Con separadores o accesorios específicos, los pequeños botes de cremas, maquillaje, etcétera. No se moverán cada vez que abras o cierres el cajón. ¡Divide y vencerás!

Un cajón como este puede ser una solución, pero, si no quieres que se te enreden, "pon una fila de clavos o colgadores adhesivos en una pared, en un lado del armario o cuélgalos de una barra corredera o en la pared detrás de la puerta. Si los tienes a la vista, los usarás más", dice.

"Los puedes guardar en un cajón o caja con separadores. Coloca un par de pulseras en cada apartado, no más, o no las verás. También puedes colgarlas si no son muy anchas. Para las pulseras y los pendientes también son muy prácticas las cajas de metacrilato transparentes".

Basta con que tengan 10 cm de alto. También sirven para cinturones, corbatas o joyas. Los hay con frente opaco o transparente. Usa compartimentadores o cajas para mantener el orden. Para otro tipo de prenda debe ser más alto (entre 15-20cm) o elegir cestas extraíbles.

Inténtalo en la medida de lo posible por preservarla de olores y suciedad. Se necesitan 40cm de fondo para guardar los zapatos en cajas y 60cm para colocar un accesorio extraíble. Colócalos por pares del mismo tipo y, si quieres rascar centímetros, pon los zapatos uno con la punta hacia delante y el otro con el talón.

Para que quede protegida y bien ordenada, ponla en compartimentos o en cajas. Como los calcetines. Son prendas pequeñas que de otra manera se descolocan, se desparejan fácilmente y solo provocan desorden visual y pérdida de tiempo a la hora de arreglarte.

Siempre hay un cajón donde pululan las pajitas del cumpleaños de tu hijo, las pinzas para cerrar cereales y similares, la fondie sin estrenar, la cubitera, el molde de bombones, la baticao... ¡No! Todo eso a la basura. Y utiliza dicho cajón para cosas que realmente uses. 

El cabecero es ancho, de esta forma se puede utilizar a modo de mesita de noche y a la vez, como cajonera. Y su profundidad hace que los cajones sean muy útiles para guardar desde ropa hasta juguetes. ¡Bien pensado! Todo está comprado en Acevedo Muebles. 

Esta fórmula facilita mucho la agrupación por tipo de alimentos, además de hacer más cómoda la forma de sacarlos. Cestas y tarros de cristal serán tus mejores aliados a la hora de distribuir la compra en una despensa bien compartimentada. 

Los cajones siempre son bienvenidos y más aún en un baño. Puedes combinar cajones de diferente altura y profundidad. Los hay que están equipados y tienen en su interior enchufes para tener conectados y listos para el uso el secador y otros aparatos. En este caso, los cajones sirven para lo más pequeño y la balda, para toallas y geles. 

Añadir accesorios separadores dentro de los cajones es un remedio infalible contra el desorden.  Solo tienes que invertir unos minutos en pensar cómo organizarlos según tus necesidades y, cada vez que los abras, te recorrerá una sensación de placer al ver tus productos tan ordenados. 

Trapos, esponjas y todo lo necesario para fregar platos y limpieza con agua. Si lo dispones en vertical, te cundirá más el espacio y verás todo lo que tienes de un vistazo. 

 Guarda los platos que usas cada día en la cocina. Si los guardas en un cajón, usa soportes como estos para que no se muevan cuando abras y cierres el cajón. Por lo general, en una vajilla hay tres grandes tipos de platos: los hondos, los planos y los de postre. Ordénalos apilados según el tamaño. Aquí van más trucos para ordenar la vajilla. 

Si tu cocina es pequeña, nada de fruteros exuberantes, rollo Carmen Miranda. Guárdala adecuadamente en sus cajones y, además, te durará más tiempo. Aquí tienes las claves para almacenar bien frutas y verduras. 

Ya sabemos que los cajones son grandes aliados del orden en la cocina. Pero si son como este, con diferentes alturas dentro de un mismo compartimento, ganarás orden visual y organización interna. 

El cajón de los cubiertos no debe ser un batiburrillo de tenedores, cucharas y objetos perdidos. Cada pieza con su igual, en un compartimento adecuado a su tamaño. Nada de cuberterías dispares y piezas sueltas. Si lo tienes así de organizado, tu mesa (y cocina) lucirá más y mejor. 

Por pequeña que sea la habitación, siempre hay una cama. Aprovecha el hueco que queda debajo y coloca otro colchón o cajones para guardar juguetes, ropa, material deportivo… ¡lo que se te ocurra! Cama de Ikea, taburete de Filocolore y alfombra en Sacum.

Aquí hay un riesgo: llenarlos demasiado o desperdiciar espacio. Más que nunca, debes ordenar su interior por capas, lo más pesado en la base y ayudarte de cajas para compartimentar.

Bien debajo del asiento en sí o con gavetas que se extraen. Los asientos te ayudan a ordenar el salón, ya sean sofás, butacas, bancos o pufs.

Puede que los últimos números de tus revistas preferidas los tengas a mano en el revistero, pero los anteriores que guardas porque te encanta releer, preferiblemente en archivadores. No acumules por acumular en el revistero.

Porque aunque no se vea el interior del cajón más que cuando lo abres, te ayudará a localizar a la primera lo que buscas. Guarda las velas con las velas y los cables con sus gemelos.

Si quieres, por un lado, alargar la vida del mueble y, por otro, que los manteles no salgan plisados cuando los vayas a usar, no llenes los cajones hasta arriba. Se trata de ordenar según la capacidad del mueble, ni más ni menos.

Porque así evitarás que el contenido se mueva. Los cajones altos compartimentados son perfectos para mantener en orden tus cosméticos en bote y tubo, más que para el maquillaje, a no ser que este esté guardado en una bolsita o neceser. Mueble de Dica.  

Dan un toque muy cálido al interior de tu cajón. La diferencia está en el acabado porque el objetivo es dividir para vencer (al caos). Con ellas consigues compartimentar el cajón y así no se mueven lápices de ojos y de labios de un lado a otro cada vez que lo abres.

Son específicos para el maquillaje y están diseñados con compartimentos y formas que se adaptan a los productos básicos. Además de compartimentos más o menos grandes, si te apasionan las barras de labios, tienes que hacerte con uno de los organizadores en cuadrícula o los verticales para lápices y máscaras de pestanas. Se adaptan hasta a los muebles de baño más pequeños.

¿Piensas vender mermelada a todo el vecindario? De no ser así, es mejor que los lleves al contenedor de reciclaje en lugar de almacenarlos, porque te restarán espacio de orden en los armarios de cocina.

Para que en el dormitorio de los niños reine el orden los cajones son clave. Cristina Pérez, diseñadora, explica que en esta habitación compartida por dos hermanos "diseñé una litera con contenedores bajo la cama inferior y un frente con cajones para la ropa de más uso. Bajo la ventana coloqué la mesa de estudio que se prolonga como mesilla de noche".

Si hace siglos que no usas esos móviles, ¿para qué guardarlos junto con su arsenal de cargadores y fundas? Llévalos a un punto de reciclaje (nunca los tires a la basura puesto que dañarías el medio ambiente) y gana espacio en tus cajones.   

Llevan varios años guardados en un cajón, de vez en cuando piensas en llevarlos a arreglar, aunque en lo más profundo de tu corazón sabes que no lo harás, se han quedado obsoletos. Reciclar, es vivir.

Otro lugar imprescindible en el que hacer limpieza, es el cajón de tu ropa interior. De verdad, ya es hora de que tires a la basura esas braguitas sin goma o los calzoncillos descosidos.

Las dos cosas. Una balda con cajones puede servirte para mucho. Ya lo ves. En blanco, como la pared, se funde en ella. Y la silla, también en blanco y con patas ligeras, se mimetiza en el rincón. La cesta, muy "agujereada", llena menos que una opaca. De Thinking Home.

El cemento pulido funciona muy bien con la madera, pero también con el cristal, la piedra y el metal. Según la combinación de materiales y formas lograrás que encaje en un estilo decorativo u otro. Por eso es tan camaleónico porque se adapta con facilidad en función de las piezas y acabados que uses.

Pon ambientadores, saquitos de olor, velas, inciensos o aceites esenciales en sitios como armarios y cajones. ¡Verás qué gusto da abrirlos!

Ordénalos en vertical para verlos de una vez. Lleva a la farmacia los caducados.

No te traigas los jabones, cremas y muestras varias de los hoteles. Se quedarán en un cajón acumulados y ocupando espacio por los siglos de los siglos.