Árbol de Navidad

Decorar el árbol de Navidad puede ser más difícil de lo que parece. Sobre todo si queremos que sea el gran protagonista del salón durante estas fiestas. Con este árbol se logró y así lo demuestran también vuestros likes. 

Por mucho que pasen los años hay colores que siempre serán protagonistas. No hay Navidad sin el rojo, el blanco y el verde, los colores quizás más clásicos.

Es decir, piensa en global. Aunque se trata de decorar la chimenea por Navidad, esta no deja de ser una pieza más en el conjunto del salón o el comedor. Así que para que no desentone, sigue un mismo hilo decorativo.

Otra manera de decorar las chimeneas de Navidad es la que propone la interiorista Meritxell Ribé: cuelga la guirnalda de lado a lado de la embocadura y llena la repisa de velas encajadas en portavelas de cristal ambarino. ¿Tienes espejo apoyado en la chimenea? Adórnalo con colgantes dorados en forma de estrella. Y si no hace mucho frío en el exterior como para encender la chimenea, mejor. Así podrás llenar su interior de velas y darle este aspecto tan glamuroso.

Junto con las bolas del árbol, las estrellas son uno de los adornos de Navidad por excelencia. ¿Solo del árbol? ¡Noooooo! Y prueba de ello es esta chimenea navideña decorada con ellas en diferentes materiales. ¿Te has fijado qué bien quedan con libros?

"Es una casa que forma parte de una urbanización en un antiguo pueblo de La Cerdaña. Y Aunque se trata de una vivienda de nueva construcción se ha mantenido la esencia de la masía originaria", explica el arquitecto Luis Mundet que, junto con Carla Catalán, han proyectado esta casa.

Estrellas de cerámica y de madera, medallones de lino antiguo, bolas verdes de cristal... Lo natural ha sido el leit motiv a la hora de decorar el árbol de Navidad. Y es que la decoración ha sido muy pensada para no desentonar con el look y la esencia de la casa. 

"Muchos piensan que la Navidad es poner bolas y adornos, y no es eso... Es una decoración más sutil. Aquí, para no recargarla, hemos puesto varios detalles que nos recuerden la época festiva", prosigue la estilista.

Es una manera muy eficaz y que apenas ocupa espacio para completar la decoración de un recibidor o, como aquí, del pasillo. Al caer la tarde creará un ambiente mágico. 

Como se ha hecho aquí, dónde se ha aprovechado el rellano de acceso a casa para ubicar el árbol de Navidad, que se ha vestido con bolas y lágrimas de cristal transparentes y de un intenso color burdeos. 

Si cuentas con un porche como este, que al estar acristalado se convierte en una estancia más de la casa, ¿por qué no vestirlo de Navidad como si del salón se tratara? Aquí no hay que recoger ni temer si se levanta aire o llueve. Se ha decorado con un gran a´rbol, guirnaldas, coronas y centros con velas que decoran sus muebles de fibras, madera y metal. Es una opción perfecta para disfrutar del exterior, resguardado y con la decoración más completa.

¡A esta entrada no le falta detalle! Una guirnalda y una corona de acebo enmarcan la entrada. Y el porche cuenta tambie´n con su propio a´rbol de Navidad, rodeado de plantas y velas. Una propuesta muy apetecible para disfrutarla durante el día, antes de que se enciendan las luces. No dudes en apostar por las plantas. Las artificiales también son una opción. Hoy hay reproducciones muy realistas.

Este rincón es doblemente decorativo: porque viste el exterior y, a la vez, crea una bonita estampa desde el comedor. Los cestos de fibras dan calidez a la decoracio´n naviden~a y las guirnaldas de luces destacan cada detalle. Para iluminar estos elementos puedes hacerlo con guirnaldas solares que se cargarán durante el día y no consumen. Y para los elementos más pequeños como las coronas, basta con una tira de luces que funcione con pilas.

Un porche de sabor tradicional como este pedía una decoración a juego, con mucho rojo y detalles en blanco, desde la decoración del árbol hasta los textiles. Para lograr ese aire campestre juega con la madera y los tejidos de pelo largo o estampado a cuadros. Añade algo de fibra como en una alfombra y disfruta del tiempo en familia.

Es tradición colocar los regalos en la base del árbol de Navidad. Pero si cuentas con poco espacio en casa, tantos regalos pueden convertirse en un caos y en un robametros. Una solución decorativa y práctica es reunirlos en uno o dos cestos, como se ha hecho aquí. 

¿No te cabe ni un mini árbol de Navidad? Inspírate en esta idea y estas fiestas no renuncies al abeto más especial. Este se ha confeccionado con 4 tronquitos unidos con cuerdas entre sí y se ha decorado con bolas revestidas de crocket y piñas, que dan un look muy nordish. 

Si cuentas con espacio, ¿por qué no reservar el árbol para el recibidor? Sera´ la mejor de las bienvenidas. ¿Lo importante? Decóralo en sintonía con el espacio. Aquí, por ejemplo, se ha optado por un look muy natural –con adornos de bellotas, bolas de yute y de piñas– que va perfecto con el papel pintado con motivos de Toile de Jouy. 

La vajilla es, sin duda, uno de los grandes protagonistas de una mesa de fiesta. Aquí, se ha optado por una vintage, que recuerda a las de nuestras abuelas, y da un look tradicional y delicado a la mesa.

¿Sabías que hay árboles de Navidad de menos de 50 cm? Con unos adornos estilizados y poco voluminosos, el árbol cabrá en cualquier rincón. No necesitas llevarte a casa un árbol de tres metros para decorar tu salón. Con una versión mini, como este, vestirás de Navidad tu casa y ocupando poquísimo espacio. Un consejo: búscale una ubicación destacada pero alejada de las zonas de paso y las puertas de paso. 

Con este ábol, ¡no se necesita nada más! Al lado de la puerta, da la mejor de las bienvenidas al llegar a casa sin entorpecer el paso. Se ha decorado con bolas rojas de diferentes tamaños y diseños –¡nos encantan las de mapamundi– y copos de nieve. Regalos y un saco de juguetes completan el look. 

Una investigación científica publicada en el Journal of Environmental Psycology afirma que dejarse imbuir por la magia de la Navidad reduce el estrés y la ansiedad, pero además asegura que colocar la decoración de Navidad en noviembre nos hace aún más felices. ¿Cómo? Fomentando otros valores que a veces tenemos olvidados. Por ejemplo: la amabilidad. Las fiestas, por lo general, tienden a endulzar el trato y generan una corriente más amable entre la sociedad.

Una de las muchas cosas buenas que tiene la Navidad es que saca lo mejor de nosotros tanto a nivel individual como colectivo. Y uno de los valores que más destacan es la solidaridad. Ser solidario te hace sentir bien.

A través de la decoración puedes transmitir no solo tu estilo y personalidad sino también tu estado de ánimo. Si tu te sientes bien, los demás también.

Cuando tienes la casa decorada de Navidad parece que haya ganado un plus de calidez. No hay nada como estirarte en el sofá y decirte a ti mismo "hogar dulce hogar".

En el momento de escoger los regalos nos obliga a detenernos y tomar tiempo para pensar en qué puede hacerle ilusión a cada persona. De este modo, nos olvidamos un poco más de nosotros para centrar nuestra atención en los demás, en sus gustos, en qué les puede hacer ilusión... ¡en sorprenderlos y arrancar una sonrisa!

Si has decorado con mimo el árbol, ¡no olvides el pie! Una manera decorativa y con encanto para vestir la base es colocar varios regalos a los que previamente hayas personalizado el envoltorio. Aquí, por ejemplo, se ha optado por envolverlos con papel kraft, que se ha decorado con cintas gruesas de tela y adornos de cuentas. 

Si la ubicación del árbol es importante, también lo es su tamaño. Y es que es básico que guarde proporción con el salón y la altura del techo, para que no se vea demasiado grande o ridículo. En general, unos 185 cm ya son una buena altura para un árbol de Navidad. Aquí, por ejemplo, se ha optado por uno de 300 cm debido a que los techos de este salón son altísimos. 

El azul es uno de los colores de tendencia este año, así que no dudes en incorporarlo a la decoración del comedor y además combinarlo con verde. Aquí se ha elegido un camino de mesa turquesa sobre un mantel beige y candelabros dorados que ponen el toque más brillante.

Una casita de madera en plena montaña, un paisaje nevado fuera y el crepitar del fuego de la chimenea dentro. ¿Qué más se puede pedir? ¡Que sea Navidad! Deseo cumplido. En un entorno de postal navideña no podía faltar el rojo en la decoración. Desde los adornos del árbol hasta los regalos o las bandejitas en forma de estrella. 

En esta casona, durante las fiestas navideñas, la buhardilla pasa a ser el reino de niños. ¡Hasta el punto que cuentan con su propio árbol! Aunque a diferencia del árbol del salón, este está nevado. También la decoración se ha personalizado a su gusto: adornos de renos, bolsitas de chuches, estrellas de fieltro a prueba de niños...

Unas mini coronas de Navidad hechas a base de cuerda o rafia son la alternativa perfecta a las tradicionales bolas. Y, puestos a innovar, ¿por qué no te deshaces de los espumillones este año y los cambias por unos decorativos lazos blancos? 

Además de la de entrada, deja que el resto de puertas, las de paso, ganen algo de protagonismo esta Navidad. Cuelga la corona de ellas. Funcionará como conexión entre estancias y, ya esté abierta o cerrada, será superdeco.

Es la segunda opción después de la puerta. Puedes colgarla del pomo de la ventana o de los cerrajes de la parte superior. ¿Y lo mejor? Que no solo se podrá disfrutar de su belleza desde el interior. ¡También desde fuera de tu casa!

Para el Feng Shui, la búsqueda del sentido de la vida y de lo que incorporamos en nuestra casa es importante. Por eso, si añades un adorno intenta que no solo sea por moda. "A la hora de disponerlos sería conveniente chequearlos mientras nos decimos a nosotros mismos: ¿Este objeto me gusta? ¿Se identifica con mi 'yo actual'?".

La Navidad es una época mágica, llena de colorido y sobre todo, muchos adornos. Durante estas fechas verás la casa decorada con el mítico árbol de Navidad, guirnaldas de luces, coronas, y textiles con estampados navideños. Eso sí, si te interesa el Feng Shui debes tener cuidado con los tipos de adornos que añades, ya que pueden romper con la armonía de la casa y de la práctica de esta técnica milenaria en tu hogar.

A la hora de escoger la gama cromática con la que decorar la casa, según el Feng Shui, "debes evitar la gama de colores fríos como el blanco, metálicos y azules". Apuesta por los colores como el verde, el rojo, o el dorado, ya que son "los colores tradicionales de la abundancia y buena fortuna en China". Además, estas tonalidades aportan bienestar, alegría y vitalidad a la casa.

Es verla y empezar a cantar mentalmente: "All I want for Christmas..is youuu" Y ella lo sabe y en Navidad saca sus mejores galas. Aquí la vemos frente al árbol con su perrito Cha Cha, ¡monísimo! El árbol es de todo menos discreto, igualito que Mariah.

Según cuenta ella misma, en su casa el calendario no le trae chocolates, sino que cada día tiene una bolsita con una fruslería de JoMalone. Pues qué quieres que te diga, casi que prefiero bombones. ¿Y qué decir del árbol de Tamara e Isabel Presyler? Pues yo me lo imaginaba más grande. Eso sí, adornos de mil y una formas no le faltan. Ay Isabel, a veces menos es más. 

La influencers puso en su ático de 240 m2 un árbol de Navidad a su altura. En tamaño XXL, nevado y con muchos (muchos) adornos. Imposible no quedarse hipnotizado mirándolo y pensando: ¿por dónde metieron ese árbol en casa? Por la puerta, desde luego no. 

Según confiesa la presentadora y actriz, montar el árbol es uno de sus momentos favoritos del año. Aunque también aseguró que algunas de sus bolas de cristal no llegaron a las ramas debido a las manitas (manazas) de sus hijos. Su elección de los adornos en blanco me parece una manera muy elegante y natural de decorar el árbol.