Sin entrar de lleno en si eres fan de la Navidad o si te identificas más con el Grich, tendrás que reconocer que hay adornos tan bonitos que apetece dejarlos fijos y convertirlos en parte de nuestra decoración. Ya te hemos dado algunas ideas para que tus adornos sobrevivan la Navidad, pero hay unos en especial que nos tienen fascinados: las guirnaldas de luces. ¿A que te encantan?
Lo mejor de este detalle decorativo es que vale casi todo: desde rodear un espejo, usarlas de cabecero de cama, dejarlas caer a modo cascada o simplemente, meterlas dentro de una caja o de un jarrón. Así de fácil puedes tener un nuevo objeto lleno de calidez en tu casa.
Las guirnaldas de luz son un complemento atemporal, incluso si tienen forma de estrella quedarán genial en cualquier dormitorio y si es en el de los niños, les va a encantar.
Si ya las tienes en casa no las lleves al trastero, pero si no, te contamos un secreto: su éxito está siendo tal, que las encontrarás en la mayoría de tiendas de decoración aunque ya no sea Navidad. Hay de formas, de colores o las clásicas para los más conservadores.