Abrir salón, comedor y cocina. La mejor distribución para ganar metros

En este piso optaron por tirar paredes y unir cocina y salón con una península que, además de contar con una barra que hace las veces de comedor, tiene una estantería que separa el espacio del recibidor. 

La clave para organizar el espacio fue la escalera. Originalmente estaba situada en el centro de la sala y el espacio quedaba dividido. La trasladaron a un lado y consiguieron un ambiente diáfano que ocupar con cocina-comedor-salón. Gemma Ospital es la decoradora del espacio. La cocina es obra de carpintería Rimvara. 

El salón es pequeño pero al no tener tabiques se ve amplio y su luz llega hasta el final de la estancia. Para no obstaculizarla, el mobiliario que queda delante de la ventana es bajo. 

Los 65 m2 de este piso parecen 80. ¿Cómo? De nuevo, juntando espacios como el salón, la cocina y el comedor. Aquí, la cocina, en línea, sigue al sofá, pero para que no se vea el posible desorden, un tabique estrecho (del mismo ancho que los muebles), la ocultan.

Que la cocina fuera en línea, liberaba la pared frontal para colocar una vitrina y una mesa de comedor. La mesa, redonda, resulta más ligera. Y el cuadro y la vitrina ayudan a crear un rincón con aire de comedor y, a pesar de ser esta última grande, al tener las puertas de cristal, no abigarra el espacio. 

No solo sirven para multiplicar la luz y la sensación de espacio, sino también para darle entidad al espacio donde están los asientos en una sala en la que también hay la cocina y el comedor. 

En forma de “U”, la minicocina se ubica en el centro del piso. La barra en el lado de la cocina, mide 90 cm de alto para hacerla cómoda para trabajar. Y en el lado del salón, una tarima acorta su altura para poder sentarse en taburetes y comer cómodamente.

Un gran mueble negro recorre la pared lateral de la estancia y va del salón a la cocina. Cuando llega a la altura de la cocina, sube para convertirse en armarios altos en los que guardar la cristalería, la vajilla, etc... La decoración es de Emma Masana y el arquitecto es Alberto Cortines.

Eliminar puertas y aprovechar tabiques para darles doble uso es una solución brillante para espacios pequelos. La decoradora Van Castro fijó una mesa de 65 x 90 x 105 cm al tabique que separa la cocina del recibidor y lo convirtió en un office práctico y perfecto para dos.

De acuerdo, hay un pasillo que separa la cocina del comedor, pero en él, la barra del office hace de puente y conecta las dos estancias. Mueble a medida con zona de librería y mesa con sobre de roble reciclado de antiguas cubas de vino, diseño de Vivestudio.

Un mueble lacado y con madera, lineal, que baja en la zona de sofás y sube en la de comedor, comunica los dos espacios uniéndolos visualmente. 

La cocina, al fondo, en una sola línea, tiene lo justo para cocinar con comodidad. El pavimento delimita su espacio. Y fuera, el comedor en la mínima expresión, y un completo salón. 

Si el pavimento de la cocina delimita su espacio, una alfombra delimita el del salón. Y aquí hay otra genial idea que merece señalar: el salón no solo comunica con la cocina y el comedor, sino también con el dormitorio. Está detrás de una librería que no llega al techo ni a las paredes. 

Natalia Zubizarreta abrió la pared que separaba la habitación contigua a la cocina para instalar el comedor. Y más ideas para espacios pequeños: tras una ligerísima corredera de cristal, se instaló un estudio. Resultado: más amplitud y luz que llega desde ambos lados.