Muebles que iban a la basura ¡y se recuperaron!

Iba a ir directo al vertedero pero Susana Ocaña lo salvó para este baño. Es un mueble de farmacia reconvertido en armario de baño. Y aun hay más "recuperados" aquí: la lámpara, que en vez de decorar un salón o un comedor, acompaña en estilo al gran mueble.

Aire vintage, natural y auténtico para este dormitorio, con unas puertas recuperadas por Neus, el alma de Crea Decora Recicla. Neus las rescató, las pintó con chalk paint y les dio un efecto decapado. 

Dorados viejos, labrados... Recupéralos para tus nuevas láminas o para colocarles un espejo. Puedes colgarlos o bien hacer una composición con marcos de distintos tamaños que se apoyen sobre una cómoda, por ejemplo. 

Este armario iba a ir a la basura y hoy es... ¡una de las piezas más especiales (y útiles) de la casa! Natalia Zubizarreta, la decoradora que llevó la reforma del piso, pensó que en vez de gastar en un armario moderno, podían reciclar este pintándolo parcialmente en blanco y dejando detalles en madera. Nuevo y muy capaz.

Ideal para espacios tan amplios como este. Es una pieza única que merecía ser rescatada. Merc&Cia lo hizo y le dio el toque neorústico.

Es una de las opciones más fáciles de hacer y el resultado es espectacular: utilizar un mueble de oficio para colocarle unos lavamanos de superficie y convertirlo en una pieza única. Este es de una fábrica textil. 

Es uno de los viejos tesoros que más casas han recuperado. Aporta elegancia, luz y carácter. Pero si te parece demasiado clásica, puedes darle un baño de pintura amarillo, rosa o azul petróleo, por ejemplo. La propietaria de esta casa guardó todas las lámparas de su abuela, que habían perdido piezas, pero las restauró y hoy lucen así de bonitas.

No los tires pensando que no bordarás en la vida porque no tienes tiempo. Puedes convertirlos en preciosos cuadros redondos con una pieza bordada antigua que tengas en el cajón de los recuerdos o una lámina con una ilustración actual. Todo vale y queda perfecto. 

Josep Curanta las rescató de antiguos palacetes desmantelados de l'Empordà y las convirtió en puertas para el baño y también para los armarios de la habitación. El hecho de estar pintadas las hace perfectas para este uso. En el baño, porque aseguran la intimidad y, en el armario, porque lo hacen ligero sin dejar que se vea su interior.

¡No los tires! Sobre todo si te gustan los espacios con cierto aire vintage. Redondos, ovalados, da igual la forma que tengan, pero los espejos tipo sol están de moda y quedarán bien en cualquier espacio. 

Era una librería oscura, con pequeñas vitrinas a los lados. Hoy, pintada en beige, es más luminosa y atemporal, y los cristales se han cambiado por tela de gallinero para hacerla más rústica y menos clásica. Y en vez de libros, un tesoro dentro de otro tesoro: la colección de porcelana húngara de la propietaria.