Como ves, las innovaciones para las casas del futuro persiguen fundamentalmente hacernos la vida más cómoda, ayudándose cada vez más de asistentes virtuales como Siri, Alexa o Cortana…
Pero, más allá de la espectacularidad y del diseño rompedor, encontramos dos tendencias claras: por un lado, la pretensión de ahorrar espacio, empleando para ello sistemas con doble función o elementos móviles que pueden utilizarse en diferentes estancias, y, por otro, el ahorro energético. En este sentido, el campo de avance es enorme, con, por ejemplo, diseños de vidrios fotovoltaicos que acumulan la energía solar y duchas que impiden que se desperdicie agua.
Finalmente, la conectividad posibilita pequeños regalos cotidianos, como encontrarnos la casa caldeada al regresar del trabajo o que nuestro teléfono nos sugiera recetas con los ingredientes que ya tenemos en la nevera. Son, en definitiva, inventos que parecen futuristas, pero que perfectamente podrían entrar ya en tu hogar.