En los tiempos que corren, los jóvenes suelen comprarse su primer piso a partir de los 30 años, aunque muchos de ellos prefieren seguir viviendo de alquiler (algo más que entendible si tenemos en cuenta el teletrabajo y la tendencia a los cambios y a las experiencias de la generación millennial).
En cualquier caso, invertir en la decoración del salón es imprescindible, porque se trata de la estancia donde pasan más tiempo, ya sea descansando en el sofá, comiendo o incluso trabajando. ¿Y cuál es el estilo decorativo ideal para un salón de gente joven? Evidentemente, fresco y moderno. La buena noticia es que no es necesario desembolsar mucho dinero para ganar una estancia acogedora, con tan solo 3.000 euros en IKEA, cualquier 30 añero puede tener el salón de sus sueños.