Guía para comprar una casa de campo: todas las preguntas que necesitas resolver

¿Sueñas con tener la casa de campo más serena y elegante del mundo? Comprar una casa de campo es una idea atractiva, pero conviene saber algunas cosas antes de embarcarse en esta aventura. Para iniciar una búsqueda realista, antes de empezar deberás calcular cuánto podrás invertir y si necesitarás o no una hipoteca. Los bancos suelen ofrecer una financiación más baja para adquirir suelo rústico y también si se trata de segunda vivienda, por lo que no se debe contar con el mismo importe que en una zona urbana.

Cómo empezar a buscar una casa de campo

Los portales inmobiliarios permiten ver muchas casas de forma rápida y empezar a conocer los rangos de precios. Entre estos portales, los especializados en propiedades rústicas son muy útiles para acotar la búsqueda, además de proporcionar asesoramiento específico para este tipo de fincas. Si te has decidido por una casa concreta, recurre al clásico boca a oreja para obtener el contacto de la propiedad y otras informaciones interesantes. Otra posibilidad es acudir al registro de la propiedad y pedir una nota simple.

• Según presupuesto. Dependerá de la demanda de la zona. Las casas más buscadas suelen estar situadas a menos de una hora de las grandes ciudades, o bien en paisajes privilegiados de playa o de montaña, o cercanas a las pistas de esquí. Los precios van bajando a medida que nos alejamos de estos puntos calientes y es posible encontrar buenas oportunidades en la “España vaciada”.
• Cuánto tardarás en encontrarla. Los plazos más frecuentes oscilan entre los seis meses y los dos años, de acuerdo con "El perfil del comprador de vivienda"  (2019), publicado por la Sociedad de Tasación. En realidad, dependerá de la flexibilidad del comprador en cuanto a lo que busca y al presupuesto, porque España es un país rural y la oferta es muy amplia.
• Requisitos que debe tener. Si tu presupuesto para obras es limitado, intenta encontrar una casa con una distribución adaptada a tus necesidades y un adecuado estado de conservación. Comprueba que tiene un buen acceso y que dispone de los suministros básicos.

Un salón de una casa en León, decorada con blanco y madera.

La mejor ubicación

• ¿En núcleo urbano o aislada? Además del diferente estilo de vida, valora aspectos prácticos como los suministros. En suelo rústico no son obligatorios los servicios de agua y alcantarillado, por lo que si faltan tu nueva casa deberá ser autosuficiente.
• ¿Mar o montaña? En ambos casos averigua cómo es el tiempo en la zona para sacarle el máximo partido a la vida al aire libre. Si buscas una residencia habitual, ten cerca algunos servicios indispensables, como tiendas de alimentación, colegio o servicios médicos.
• Orientación. En zonas frías, la orientación suroeste ayudará a mantener una temperatura agradable, mientras que en climas cálidos es preferible la orientación este para evitar los rayos de sol de la tarde.

La belleza de una casa tradicional

Si buscas una casa con solera, encontrarás diferentes tipos, como la casona o la masía. Otra posibilidad es transformar un antiguo granero o un molino para crear una casa singular. Cigarrales, cortijos y pazos son algunas de las casas mejor valoradas por su situación en grandes fincas, a veces ligadas a la nobleza. Un entorno privilegiado o una rehabilitación respetuosa son otros factores que aumentan su cotización.

Tres puntos clave

• Legalidad. Comprueba en el Ayuntamiento que la casa cuenta con todos los permisos legales. Además, deberá estar inscrita en el Registro de la Propiedad, donde constarán las posibles cargas.
• Entorno. Lo ideal es una zona tranquila y con encanto, pero cuidado porque puede deparar sorpresas: evita explotaciones rurales cercanas que generen malos olores o ruidos molestos.
• Precio. La isla de Formentera es la zona más cara para comprar una casa. En cambio, las ciudades más baratas son Burgos, Palencia y Zamora.

¿Casa de campo nueva o centeneria? 

• Desde cero. Por lo general, en suelo rústico no es posible construir una casa, aunque algunas comunidades lo permiten si va ligada a una actividad agrícola, forestal, ganadera o de turismo rural.
• Casa centenaria. Es una oportunidad para vivir en entornos donde quizá ya no se puede edificar. Y contará con elementos artesanales, difíciles de reproducir hoy en día, que le darán valor añadido.
• Rehabilitada. Es una opción intermedia, perfecta si no quieres hacer obras, lista para entrar a vivir.

Muebles y complementos que visten el jardín.

Rehabilitación de una casa sin sorpresas

En suelo rústico se puede rehabilitar una casa antigua, pero no ampliarla o construir edificios anexos. También puede ser complicado cambiar el uso a residencial. Por el contrario, en suelo urbano no suele haber dificultades. Si el edificio está catalogado, tendrá limitaciones en cuanto a realizar cambios en su configuración o a los materiales que se podrán utilizar en las obras.

• Para considerar una vivienda habitable debe proteger del calor, el frío, la lluvia y la humedad. También debe tener una estructura sólida y contar con los suministros básicos. Tendrá, como mínimo, cocina, baño, salón y un dormitorio, todos ellos con unas dimensiones mínimas. Además de ventilación, las estancias principales contarán con iluminación natural.
• En caso de tener que hacer cambios, el tejado es uno de los puntos débiles. Las vigas suelen ser de madera, por lo que pueden tener carcoma o haber sufrido humedades. En este caso, sería necesario reforzarlas, pero si ya están muy dañadas habrá que sustituir por completo la estructura. 

Cuatro puntos a examinar

• Humedades. Pueden ser provenientes del terreno, localizadas en la base de las paredes y en el suelo. Producen daños estructurales y pueden causar incluso problemas de salud.
• Distribución. Debe adaptarse a nuestras necesidades. Los cambios importantes pueden afectar a la estructura y obligar a hacer una reforma más global y cara.
• Ventanas. Las de madera antiguas no ajustan bien, dejan entrar la lluvia y tienen cristales sencillos, por lo que es necesario restaurarlas o sustituirlas. Tenlo en cuenta.
• Elementos singulares. Una chimenea de piedra o una bóveda de ladrillo, conservan la esencia de la casa. La rehabilitación los pondrá en valor, pero puede encarecerla.

Planifica el jardín y el exterior

Define un programa a partir del uso previsto: un solárium para tomar el sol, barbacoa o piscina para disfrutar en compañía, un porche con macizos de flores para descansar... Organiza los espacios teniendo en cuenta los senderos que conectan la casa, la orientación y la ubicación de las mejores vistas.

Si el terreno tiene desnivel, sácale partido creando varias terrazas: el resultado será más interesante que una superficie llana. Elige vegetación adaptada al clima: considera temperatura, lluvia, viento y luz de cada zona del jardín. Viste también el espacio con muebles y complementos. Recuerda que vale la pena contar con la labor de un paisajista, conocedor de las posibilidades de árboles y plantas.

Elige el arquitecto adecuado

El mejor perfil es el de un profesional con conocimientos de construcción
tradicional. Pídele que te muestre obras similares en las que haya intervenido, así verás si su estilo responde a lo que buscas. Es importante que tengáis feeling. En cuanto al papeleo, necesitarás varios permisos: 

• Impuestos. El principal impuesto es el de transmisiones patrimoniales, que variará según la Comunidad Autónoma.
• Cargas. Si existen, aparecerán en la nota simple emitida por el Registro de la Propiedad. Lo mismo pasará con otras servidumbres de la finca como las de paso o de aguas.
• Legalidad. Solicita en el Ayuntamiento las licencias previas de obra nueva y de primera ocupación. Todas las obras deberán tener el permiso correspondiente. Comprueba que tiene cédula de habitabilidad y, si no, solicita a un arquitecto que verifique que se podrá obtener.
• Licencias. Si se trata de obras sencillas, bastará con comunicarlas en el Ayuntamiento; si modifican la estructura o la distribución de la casa necesitarán licencia de obras mayores.

Buenas decisiones

Al rehabilitar y decorar tu casa nueva tendrás que enfrentarte a muchas decisiones. Para los aspectos cruciales necesitarás el asesoramiento de un
experto, sobre todo si la casa requiere reformas. Un mundo de posibilidades se desplegará ante ti: materiales, revestimientos, paisajismo... Puede producir un poco de vértigo, así que lo mejor es ir paso a paso.

• Busca la referencia de casas que te gustan y pregunta si tu idea puede adaptarse a la zona y el clima donde se encuentra tu casa nueva.
• Antes de empezar las posibles obras es conveniente pedir consejo a un experto sobre el tipo de suministro energético, dado que es uno de los aspectos más importantes con las actuales tarifas eléctricas.
• La entrada de más luz natural, el tipo de pavimento según las estancias (piedra, madera, cerámica, entre otros), elegir las plantas para tu jardín y el estilo decorativo serán algunos puntos fuertes.

Cómo dar estilo a la casa de campo y decorarla

Cuando hagas la compra, valora lo que necesitarás para decorarla. El estilo rústico más tradicional transmite una gran calidez y es perfecto para poner en valor la esencia de una casa de campo. Sin embargo, es posible dar un toque de frescura incorporando piezas más actuales. Recurre a un diseñador de interiores profesional que te asesore. Aunque sus honorarios dependerán de muchos factores, es habitual fijar un precio por metro cuadrado o una tarifa por hora de trabajo.

Por su parte, la cocina será el alma de la casa. Prioriza una con diseño tradicional, pero sin renunciar a las comodidades actuales. Conserva los elementos originales, como la pila de piedra o las baldosas antiguas. Elige electrodomésticos integrables y detalles artesanales que realcen el estilo rústico.

Cómo lograr la máxima luz

Abre nuevos huecos o amplia los existentes si aún falta luz, convirtiendo las ventanas en balconeras. Instala ventanas de tejado para ganar luminosidad sin alterar la fachada. Situadas en el hueco de la escalera, llegará luz hasta las plantas inferiores. Algunos trucos resultan eficaces para ganar luminosidad
en casa sin recurrir a hacer reformas: elegir acabados de colores claros que reflejen la luz, emplear cortinas ligeras y colocar puertas acristaladas son algunos de ellos.

Elemenos rústicos que no deben faltar

• Chimenea. Proyecta una nueva, restáurala si ya cuenta con una o cambia su estilo diseñando una nueva embocadura. También puedes renovarla sin obras instalando un insertable.
• Vigas. Déjalas a la vista, incluso si son toscas. El color natural de la madera dará un toque más rústico, mientras que pintándolas conseguirás una imagen más moderna y actualizada.
• Puertas antiguas. Potencia su aspecto natural decapando la pintura para recuperar la textura de la madera. Protégelas con un barniz al agua. Busca también en almacenes de derribo.
• Complementos. Elige accesorios de decoración hechos con materiales naturales como el mimbre o el esparto. Incorpora textiles de lino, algodón y busca colores cálidos.

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