Un rincón de trabajo se ha convertido en un must have en todos los hogares. Ya sea porque trabajas desde casa o porque tienes que echar un vistazo al correo electrónico de vez en cuando. Contar con un área específica para esta tarea es básico para concentrarse y hacerlo lo más rápidamente posible. Al fin y al cabo, ¡estás en casa! Cuanto antes termines, antes podrás descansar y pasar tiempo con los tuyos.
Si no cuentas con una habitación para instalar una zona de trabajo, puedes colocar tu rincón de trabajo en el dormitorio o el salón. Ya sea bajo una ventana, tras el sofá o contra una pared, hay varias piezas fundamentales para conseguir el despacho perfecto. Una mesa de escritorio, por supuesto, es fundamental. Y una silla, también. Si trabajas desde casa, es mejor elegir una silla de oficina. Pero si lo haces esporádicamente, con una silla cómoda y ergonómica será suficiente. Lo importante es que recoja bien las lumbares y en la que piernas y espalda formen un ángulo recto.
Pero necesitarás también la luz adecuada para trabajar y no forzar la vista. Escoge una lámpara flexo y después añade complementos deco para darle tu toque personal. Unas cajas, cestas, tal vez, un tablero organizador o un mueble auxiliar para guardar facturas y documentos. En este vídeo te mostramos cómo organizar tu zona de trabajo como una auténtica profesional: