Esta entrada requería un cambio drástico y urgente. La estilista Sol Van Dorssen se puso manos a la obra y consiguió un resultado digno de admirar. "Buscar una pieza antigua fue clave para transformar este recibidor", nos cuenta. Pon una pieza antigua. "La interiorista Natalia Zubizarreta había escogido una mesa libro (de Viejo Almacén Antigüedades) para este recibidor. Quisimos potenciarla y crear una bienvenida agradable. Para ello, mezclamos elementos actuales, como unos cuadros, unos libros y un ramo verde, que dan un aire informal", nos cuenta Sol Van Dorssen, estilista. Una lámpara verde. "La gran lámpara que decora la mesa es otra de las protagonistas. Procede de La Trastienda de doña Casilda. Su base cerámica verde destaca y pone una nota de color en el recibidor, junto con el paragüero mostaza (de Bazar). Son los elementos que aportan color y alegría a este espacio". Textiles cálidos. "Para ganar calidez, en el recibidor pusimos una alfombra a medida de KP, de un tono topo que encaja con el suelo de madera y las paredes crema. Para añadir más armonía, el sofá le pusimos unos cojines a juego con el color rojizo de la mesa". Un salón con poca luz que requería de color para darle un aire totalmente renovado. La estilista Olga Gilvernet nos cuenta que "La clave fueron los detalles: cojines, plantas, cestos.. ¡En ellos está el secreto!". Alfombras de fibras. "Este salón tiene un sofá de firma. Es bajo, de líneas rectas y estilo moderno. Para dar calidez a la zona de estar, puse una alfombra de fibras (de Coco-Mat). Su acabado redondeado le quita rigidez al salón"., nos cuenta Olga Gilavernet, estilista. Más cojines. "Los usé para dar color al sofá gris. Busqué tonos luminosos y acogedores como mostazas y verdes. El truco es jugar con lisos y pequeños estampados, y con distintas formas". Los cojines verdes son de Azul Tierra y mostaza de Sacum. Un par de cuadros. "Las paredes estaban vacías, así que puse unos cuadros muy neutros con marcos de madera, de la Galería Joan Prats. En la otra pared coloqué un mini estante: perfecto para apoyar libros, cuadros...". Pufs de terciopelo. "Para cerrar el estar puse dos puf aterciopelados (similares en La Redoute). Añaden un contrapunto chic a la alfombra de fibras. El toque final fue colocar varios puntos de verde, con ramos silvestre por todo el salón". Un dormitorio en tonos grises y morados que necesitaba de mucho color... La estilista Elisabeth Vidri se encargó del cambio. "Poner la ropa de cama en varias capas, dejar un par de plaids y tres filas de cojines es la receta de una cama perfecta", nos cuenta. La ropa de cama. "He jugado con tejidos naturales como lino, algodón y lana y con texturas abrigadas como la chenilla. Los colores caldera y maquillaje visten la cama con calidez y, además, le dan un aire otoñal al dormitorio", cuenta Elisabeth Vidri, estilista. Ropa de cama de Filocolore y mantas de Teixidors, en Matèria. Muchos cojines. "Para que la cama tuviera más volumen puse varias filas de cojines. Más claros detrás y cada vez más intensos y más pequeños, delante. Me gusta elegir alguno con detalles románticos como los volantes y uno solo estampado que ponga un contrapunto". Velas y flores. "Repartí varias velas muy sencillas, en blanco y cristal, en el cabecero de obra. Al encenderlas creas una atmósfera mágica. La flor natural es otro imprescindible, porque da luz. Unos tallos de orquídea en jarrones de cristal quedan delicados y femeninos". En el comedor la mesa y las sillas eran pesadas y oscuras y no invitaban nada a quedarse. Lo mismo que la alfombra anticuada. La receta para transformar este comedor ha sido tapar la mesa con un mantel hasta el suelo, cambiar las sillas por unas más actuales y luminosas y llenar de cojines el banco. Tapar la mesa . "Poner un mantel de lino hasta el suelo siempre es la mejor opción cuando tienes una mesa de comedor que no te gusta y no puedes cambiar" nos cuenta la estilista Olga Gil-Vernet artífice del cambio. De este modo la mesa se llena de luz y de una base clara y neutra. Sillas nuevas . Las sillas negras y pesadas le daban un aire anticuado al comedor. "Al poner unas de madera con el respaldo abierto conseguimos un efecto mucho más ligero y actual" explica Olga. Una alfombra clara. Enmarca la zona del comedor y la llena de luz a la vez que coordina perfectamente tanto con el mantel como las pantallas de las lámparas suspendidas. Muchos cojines. El banco a medida que suma asientos al comedor se llena de vida con la colchoneta que Olga ha colocado en el asiento y los cojines del respaldo. En tonos claros y neutros intensifican la claridad del ambiente. Solo tienen alguna nota anaranjada a juego con los cojines del salón contiguo. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.