Como en las películas, a veces, los secundarios son los grandes protagonistas. Eso es un poco lo que les pasa a los bancos a pie de cama que se eligen para hacer un papel menor y, una vez los tienes, ya no puedes vivir sin ellos.
Para tener uno no necesitas mucho espacio, ya que la mayoría miden menos del ancho de la cama y solo te restan unos 40 cm de fondo. Elígelos acorde con el estilo de tu dormitorio y ten en cuenta que tapizados y madera son una apuesta que no pasa de moda. ¿Ya has elegido el tuyo?
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