Las 10 claves del estilo rústico en el recibidor

Pensado para dar paso a las zonas de uso agrícola, esta estancia nos inunda con el sabor rústico de sus gruesos muros de piedra.

El material natural por excelencia consigue compensar la frialdad de la piedra gracias a la calidez que desprende. En puertas, marcos, muebles... Si quieres que el espacio se vea más luminoso, pinta las paredes de blanco, aunque sean de piedra.

Junto con la madera y las paredes de piedra, ¡consiguen el trío rústico perfecto! Los suelos de barro o toba quedan genial en espacios campestres ya que refuerzan su esencia natural.

Un detalle que nos encanta de las casas rústicas son las puertas de entrada de madera con herrajes, ornamentos y manillas de hierro.

Aunque lo más habitual es encontrar suelos de madera, barro cocido o incluso piedra, las baldosas también son un elemento que encaja perfectamente en recibidores rústicos.

¿Cómo sumar calidez a los suelos de baldosa o hidráulicos? Con una alfombra de fibra. Este material natural está muy presente en el estilo rústico. Además de en alfombras lo encontramos en macetas, cestas, capazos...

Los recibidores rústicos acostumbran a ser amplios. Hay que recordar que muchos antiguamente eran las caballerizas. Aprovecha el espacio y coloca piezas con tanta presencia como un antiguo baúl. Además de para decorar, te servirá para guardar todo tipo de objetos.

Los percheros de pared de madera con estantes son un clásico. Pueden llevar colgadores de hierro forjado, de bronce envejecido o de cerámica.

Tanto en las puertas como en las ventanas, las contraventana son un elemento muy campestre. Nos encantan estas pintadas de color verdeagua.

Ya sea con vigas de madera a la vista, arcos o abovedados, los techos de los recibidores rústicos siempre merecen mención especial.