Una antigua masía se esconde en La Garriga. Allí todo es de ensueño: un tremendo jardín contiene las tres casas que rodean la piscina. Todos los veranos, las familias que las disfrutan crean historias... pero la masía cuenta con la suya propia.
Hace dos años que Lali heredó una de las tres casas: “Era el antiguo hogar de los jornaleros y al lado estaban la casa de mis abuelos y la de mis padres, donde yo iba de pequeña. Ahora esta es la mía y las otras son de mis tíos y mi hermana… Tenía un vínculo tan fuerte que quise reformarla para venir con mis hijos. Sigue siendo un punto de encuentro para toda la familia”.
Y eso es lo que hicieron, la reformaron por completo de la mano de Dulo y Natalia Roma, las interioristas de ND Disseny Interiors que obraron el milagro: “Se cambió todo porque queríamos dar más luz a la casa y plantear una salida al jardín. También convertimos salón, comedor y cocina en un solo espacio haciendo más abierta la zona de día y uniéndola a través de una pérgola a la piscina”, nos cuenta Dulo.
La Toscana y la Provenza fueron el punto de partida para ellas. Aunque con un estilo más actual, los colores suaves, los materiales frescos y veraniegos, y la iluminación cálida y cuidada, recuerdan a las masías de las películas más inspiradoras. “La gama de colores va desde el piedra al verde olivo y combinan con las preciosas vistas del jardín.
La cocina, que es el alma de la casa, queda integrada en un espacio creado para disfrutar. Y la nueva escalera, que sustituye a una de caracol, es más fresca y accesible”.
Fresquito: las plantas en cestos dan alegría a la escalera
Pero no es nuevo todo lo que reluce. En la antigua cocina había una puerta tapiada hacia ¡una cueva subterránea! que funcionaba como fresquera. Se ha abierto, limpiado, iluminado y acristalado para utilizarla como bodega.“Nos ha hecho mucha ilusión recuperar esta pequeña gruta que se utilizaba hace más de 50 años”, cuenta Lali con cariño.
Todas las puertas de la casa son las originales, pero personalizadas con el verde oliva que sirve de hilo conductor en la decoración. Y en uno de los dormitorios, el suelo original era un precioso y antiguo hidráulico en tonos verdes, amarillos y naranjas, que ahora se ha recuperado en el suelo y la pared de uno de los baños. “Íbamos a cubrir el suelo de las habitaciones con parquet, así que nos pareció una pena no aprovechar esas baldosas… ¡al final quedó muy bonito!”, cuenta Dulo.
Así que sí, la casa de Lali en La Garriga, Barcelona, es mitad tradición y mitad renovación. Es ese espacio que permanece pero que se adapta. Es ese lugar al que siempre puedes (y quieres) volver…
¿Cómo acertar en esa renovación? Primero, vacía la casa y deshazte de todo lo que ya no sirva, pero conserva piezas y materiales especiales que aún te transmitan algo. Después, sigue las claves de Dulo Roma: “Juega con colores claros para dar amplitud. Incorpora toda la luz posible y utiliza materiales frescos que den alegría a la estancia. Haz que las zonas comunes como el salón sean participativas ¡y organiza comidas con amigos!”. Y es que recuperar una casa con historia es una experiencia maravillosa que te lleva a descubrir y redescubrir cosas (hermosas) que ya conocías.