Cuenta una antigua leyenda de la zona que un duende del bosque, de natural curioso y de talante juguetón, se intentaba colar cada noche por la ventanta de Can Riera de la Pineda para fisgar. Precisamente por eso, y hasta hace pocos años, todavía se colocaba en el alféizar de una ventana, que se dejaba convenientemente abierta, un platito con mijo. Así, si el duende llegaba y se intentaba deslizar al interior de la casa, tropezaba con el plato y el mijo derramado lo mantenía entretenido hasta el alba. Hoy, esta casona, situada en un enclave privilegiado en el corazón del Montseny, no requiere de los servicios del mijo para entretener al duende. Preparar la Navidad en sus amplios salones, decorar con guirnaldas balcones y ventanas, vestir las puertas con coronas y salpicar de destellos plateados cada estancia, debería bastar para mantener entretenida a toda una legión de habitantes del bosque o, en su defecto, a una familia al completo.
Los centenarios muros de esta casa, recientemente restaurada y que se puede alquilar por días, cargan tanta historia en sus contundentes hechuras que no prestar atención a sus contornos sería harto difícil. Por eso, la fachada se ha decorado acentuando las líneas horizontales con guirnaldas en forma de lluvia plateada en el balcón y dos abetos decorados en blanco que enmarcan la entrada. El recibidor, en cambio, deja de lado los adustos ornamentos exteriores y se vuelve rico, lleno de toques que imprimen una sensación de suntuosidad que agrega un original contrapunto al entorno rústico del que partimos. Y en la misma línea, el salón se abre ante nosotros como si hubiera sido concebido, únicamente, para acoger las distendidas tertulias y las risas emocionadas que preceden a la apertura de regalos de los días de fiesta.
En el comedor, preparado para acoger una Navidad en familia, encontramos los mismos destellos de calidez pero esta vez son los detalles de cristal y los fulgores de las velas los que cargan el ambiente de magia. Y en los dormitorios, las suaves telas junto con los adornos más infantiles se apoderan de cada rincón, impregnándolo de alegría.
¿Te gusta la decoración navideña de esta casa o te gustaría que fuera más rústica? Déjanos tu opinión en los Comentarios de este artículo.