Atreverse es la palabra clave. “Cuando nuestros clientes entran en esta casa se quedan encantados, pero estamos seguras de que no se atreverían a pintarse su casa así si no vieran el resultado”, explican las interioristas Mar y Cristina Barroso. Utilizar colores intensos es una clave decorativa muy eficaz cuando la casa dispone de mucha luz y cuenta con habitaciones donde cambiar de color sin interferencias.
“Creamos este refugio en el piso superior del estudio de interiorismo en Marbella, con el objetivo de huir de los tonos supuestamente cálidos, como beiges y ocres, de los que se abusa tanto en el Sur”, comenta Mar. Un gris amarronado “London Clay” muy british, rojo “Rectory Red” y verde “Green Smoke” con toques grises fueron los tres colores elegidos. “Los tres tienen mucha fuerza y nos encantan. Los elegimos intensos porque no se puede mezclar un tono suave y otro fuerte. La armonía solo se consigue con el juego de iguales”, afirma Mar.