Les deslumbró la luz y la amplitud de este ático con vistas al skyline barcelonés. También su potencial para multiplicar los espacios según las necesidades de sus nuevos habitantes (un matrimonio con tres hijos) y renovar su estilo sin grandes cambios. ¿Las claves? “Diseñar muebles a medida muy ligeros, combinados con otros clásicos y algunos coloniales que ya tenían, tiñéndolos en un tono natural”, cuenta su artífice, la decoradora Jeanette Trensig, de Cado.
Otro acierto fue utilizar un mismo dúo de color (visón y blanco roto), que abriga y ayuda a delimitar zonas, y luego aplicar telas lisas de lino, yute y algodón. “Buscábamos un aire cálido, dinámico y atemporal –dice Jeanette antes de descubrirnos la última jugada–: situar el comedor en la galería cubierta, que me permitió integrar la terraza, ubicar el salón en un lateral y crear un rincón de trabajo en un mismo gran espacio común”.
Las mejores soluciones
1. Galería cubierta: Ahora acoge un comedor amplio, presidido por una mesa de 160 x 160 cm con el sobre de roble y un pie central de hierro. Su tono miel va a juego con el parquet recuperado y la vitrina.
2. Librería pintada: La librería a medida, en DM lacado, ayuda a delimitar el rincón del salón, una función que también cumple la gran alfombra beige. La librería tiene un diseño lineal y se ha pintado en el mismo tono que la pared para hacerla más ligera.
3. Oficina en casa: Tras el sofá, se ha creado un escritorio. Se ha equipado con una estantería empotrada (de diseño similar a la librería) que incluye la mesa de ordenador. Una consola de hierro tras el sofá y un par de pufs amplían esta zona de trabajo.
4. Colores cálidos
: El color visón de las paredes, los pilares y las jácenas, que se repite en la tapicería del sofá en un tono algo más oscuro, da calidez y arropa los ambientes en un espacio lleno de luz natural.
5. Cabecero-repisa: Da apoyo a las mesillas de noche y a una cajonera integrada, además de ofrecer unos 10 cm de repisa para un cuadro y otros objetos decorativos. Combina con el escritorio, que ofrece una segunda zona de trabajo más privada que la del salón.
6. Sala de juegos: En esta estancia, situada entre el dormitorio principal y el vestidor, se ha creado una sala de juegos para los chicos. Se ha equipado con un mueble realizado a medida de DM lacado que lleva integrado un banco y todo lo necesario para jugar a la consola, leer o charlar.
7. Hora de estudio: En el cuarto de la niña se ha encajado un rincón de estudio a continuación de la cama. Una mesa básica, de apenas 40 cm de profundidad, unos prácticos estantes con cajones, dos murales magnéticos y una barra con cestos colgados son suficientes.
8. Todo en orden: Una cama con baúl y una versátil cajonera permiten mantener en orden el dormitorio y liberar el espacio central para estudiar o jugar. Los textiles en tonos rosa acentúan el estilo femenino.