Pensaron, incluso, en derribarla. La compraron por su ubicación en el parque Conde de Orgaz, una de las áreas residenciales más exclusivas de Madrid, con zonas verdes, mansiones entre cuadrículas de césped y arboledas impecables. Pero los cuartitos, pasillos y recovecos de la construcción original parecían incompatibles con el sueño de una casa amplia y luminosa para los seis miembros de su nueva familia. Sin embargo, el convincente proyecto de reforma e interiorismo de la decoradora Patricia del Olmo y del grupo Maiolica la salvó de la grúa demoledora.
Mágica armonía
El porche, por ejemplo, ha mutado de cubo de aluminio y vidrio a un oasis inmaculado en madera lacada y piedra caliza.
Sus zonas de estar y comedor son una deseada prolongación del espacio interior. “Sobre una base clásica, con materiales atemporales y una paleta neutra, se añadieron pinceladas en tonos aguamarina y malva –explica la decoradora–, detalles campestres y el toque asiático de algunos muebles de Bali, diseñados por mí, con tintes y acabados personalizados”. Todo guarda una mágica armonía: chaise longues de aire francés, camas balinesas y los diseños exclusivos de la decoradora; kílims y moquetas de sisal con alfombras de nudo español; tíbores y arañas de cristal con cestas y crochet; acabados de roble blanqueado y baldosas de barro con lacas y acero; cortinas de lino envejecido con lejanas técnicas de teñido, como el ikat estampado en los cojines.
¿La idea? Traer a Madrid el aire fresco y distendido de las casas mediterráneas
Abierta al jardín
Liberada de tabiques, la casa se abre al jardín y a la luz. “El mosaico color aguamarina de la piscina –describe Patricia del Olmo– se proyecta sobre el verdor del césped, el porche y el salón para unirse a los tonos de la casa: crudo y malva”. En la sobria cocina, el Silestone blanco, la laca de alto brillo y el acero se alían para reflejar esa luz hasta el último centímetro, mientras en el techo se dibuja un sinuoso juego de volúmenes. “Al reforzar la estructura con vigas y pilares, también se construyeron fosos de escayola que dinamizan los techos, delimitan zonas y esconden los conductos de la calefacción y el aire acondicionado domotizados”.
El confort y el estilo relajado alcanzan sus cotas más altas en el dormitorio principal. La vista va del brillante escritorio al sugestivo mueble de baño balinés, ambos diseñados por Patricia del Olmo para materializar su propósito. “Una casa fresca y elegante, como las de Marbella o la costa gaditana, pero en pleno Madrid”