“Vivía en una gran casa a las afueras de Barcelona junto a mi marido, pero como la salud ya se resiente, mi hijo nos recomendó que nos mudáramos hasta la ciudad porque así podríamos estar mucho más cerca de él y de mi nieto”, cuenta Teresa, la propietaria de este piso. Este es el motivo que la llevó el pasado verano a comprar esta vivienda en el barrio de Pedralbes, la cual destaca por tener un salón-comedor de lo más diáfano, así como una espectacular cocina con office que los fines de semana disfruta junto a los suyos.
Nuestra protagonista apostó por un hogar moderno y espacioso y, para ello, contó con la ayuda del arquitecto Alfonso de Argila de Chopitea y la interiorista y distribuidora de Renova, Mercedes Pérez.