Decoradora y estilista de El Mueble, vive con su marido y sus cuatro hijos en una casa de tres plantas con jardín, en la sierra madrileña. “Nos encanta estar en contacto con la naturaleza, por eso vivimos fuera de la ciudad. Como por mi trabajo paso mucho tiempo utilizando colores fuertes , con estampados..., al llegar a casa necesito tranquilidad, por eso la he decorado con tonos suaves y relajantes”.
Un matrimonio con arte
Además de interiorismo, Dafne tiene formación de anticuaria, de ahí el gusto por introducir piezas antiguas en espacios actuales y frescos. Ha creado esta casa junto a su marido, el pintor y fotógrafo Carlos Arriaga, y en ella han confluido sus dos miradas artísticas: el colorido del pintor y la creatividad de la estilista. Por eso su casa está en continua transformación: “Nos divierte comprar muebles baratos y transformarlos, renovar la distribución del mobiliario. Cada año la casa parece diferente”.
El jardín es el lugar más mágico, donde se celebran las fiestas de los niños, las comidas al aire libre, los juegos del verano... Como Carlos es un apasionado del mar, recuperó la vela de un velero para usarla como toldo. Y Dafne numeró las sillas del uno al seis, con la misma tipografía de la vela.
En el office, en cambio, fue el nombre de cada miembro de la familia – papá, mamá, India, Esteban, León y Tristán, los cuatro hijos de Dafne– lo que pegó en los respaldos de las sillas. “Este espacio, creado junto a la cocina con una cristalera que lo vuelve casi transparente y una claraboya para poder ver el cielo, antes era un patio. Ahora es un lugar ideal no solo para comer, sino también para estar con los amigos, para hacer los deberes… Hay mucha claridad y los materiales son sencillos. Me gusta lo natural, como el lino, el algodón, el metal y la madera sin tratar”.
Salón: zona abierta
Cerca del comedor está el salón: “Lo vivimos como un espacio liberado, abierto. Está comunicado con el estudio de Carlos, con la zona de niños y también allí está mi escritorio, que es mi rincón de mando: mientras trabajo puedo controlarlo todo”.
El mobiliario es ecléctico y mezcla sin miedo una cómoda española del siglo XVIII, sofás actuales, sillones clásicos de herencia, mesas rústicas decapadas y otras de factura moderna. Y cuadros de Carlos en las paredes. El resultado es una mezcla muy personal con un toque de artista.
El estilo es ecléctico y se mezclan sin miedo antigüedades con piezas actuales y baratas
Área privada
Ya en los dormitorios, se aprecia esa misma mezcla de estilos... y la creatividad de Dafne en los detalles decorativos. Por ejemplo, en las puertas de los armarios personalizadas: ha tapizado con Toile de Jouy las del cuarto de juegos de los niños y ha decorado con un collage de papeles pintados las de su dormitorio.