¿Una bañera en el jardín? “Pues sí. Bañarse de noche bajo uno de los mantos de estrellas más espectaculares del Mediterráneo es una experiencia única”, asegura Benjamín Calleja, arquitecto de esta casa llamada Can Dream, enclavada en una de las zonas más bellas de la isla de Formentera. El terreno se asoma a un acantilado a 100 metros sobre el mar, las vistas son un sueño, la tranquilidad que se respira, incomparable.
“Estamos en un parque natural donde no se puede construir, así que compramos una casa ya existente y la reformamos a fondo –explica Benjamín–. Dimos relevancia a la terraza y el porche, y difuminamos los límites entre interior y exterior mediante grandes paneles de cristal correderos”.
La casa se equipó con todas las comodidades de la vida actual, pero respetó al mismo tiempo la tradición: “Partimos de una voluntad de integrar la arquitectura en el entorno natural, con materiales autóctonos como el revoco de cal en tonos tierra o los muros de piedra.
En los dormitorios, las camas y los sofás descansan sobre estructuras de obra que integran mesillas de noche e instalaciones eléctricas, ocultas en el diseño lineal. “Algunos elementos decorativos los realizamos con maderas encontradas en la playa y las lámparas de la mesa del comedor y de la cocina están hechas con ‘senallons’, los típicos capazos de esparto de la isla”.
El corazón de la casa es un patio central que se convierte en punto de encuentro por las noches. Como aquí no hay contaminación lumínica, se disfruta de un imponente cielo estrellado.